Las familias

Las familias son más pequeñas
Otro nuevo problema a que deben hacer frente los padres de nuestros días es el de la probabilidad de que sus hijos no tengan tantos hermanos y hermanas como ellos. La proporción de personas que no tienen hijos ha aumentado con tanta rapidez que puede darse que haya pocos niños con quienes jugar en una determinada vecindad. En 1910 las familias sin hijos apenas llegaban al 10 por ciento, mientras que en 1940 la proporción sobrepasó el 15 por ciento. Muchos niños hoy día tienen sólo uno o dos hermanos y hermanas, y crecen así en un ambiente muy distinto de que rodeaba al niño que no era más que uno entre tantos y a quien le hubiera parecido anómalo que se le dispensaran tantas atenciones como reciben los niños en la actualidad.

La familia

Muchos son los padres que se preguntan por qué se habla y se escribe tanto sobre la educación de la familia. "Nuestros padres nos criaron sin alharacas sobre si lo que hacían era la perfección misma. ¿Por qué es que de golpe se han de hacer tantos aspavientos acerca de las responsabilidades de los padres?"
Muy justa es la pregunta. Los cambios que han convertido la educación de la familia en algo diferente de lo que era hace apenas algunos años han sobrevenido insensiblemente. Los aceptamos como cosa muy natural sin darnos cuenta de que nuestros hijos viven en un mundo distinto del que nos vio crecer. Si a los padres se les presentan más problemas ahora es porque poseen una percepción más fina de las necesidades y potencialidades de sus hijos, si bien no atinan a dar con el mejor modo de atender a aquellas y de proveer al desenvolvimiento de éstas.

Niño 11 años

El desarrollo y las actividades intelectuales de los niños de 10 a 11 años son los siguientes: Aumenta la capacidad para prevenir las cosas. Es de importancia, particularmente entre los muchachos, la facultad para reunir detalles de hecho. Comprende el uso de los números más allá de 100. Empieza a entender el uso de las fracciones simples. Apto para el planteamiento de problemas, para ver los diversos aspectos de un asunto. Manifiesta interés en las ideas de los demás. Le gusta establecer reglamentos y estatutos de clubs. Sus disposiciones para pensar y razonar, ya en constante aumento, hacen todavía más placentera que nunca la fecunda compañía de los padres.

Problemas hijos

Los niños entre 10 u 11 años tienen adelantos en lo social y en lo que respecta a la competición. Los juegos organizados son más y más prominentes. Resultan posibles ahora la cooperación deportiva y el sometimiento a las reglas de un juego. Se les hace importante la reserva; una habitación para sí solo y escondrijos para sus efectos personales son muy ambicionados.

Las apuestas online frente a las apuestas presenciales

Actualmente existe una controversia entre los fanáticos a los juegos de azar, tales como el póker, los juegos de casino, las apuestas deportivas entre otras tantas aficiones que generan el entretenimiento y ese espíritu aventurero de sus seguidores, quienes dan el todo por el todo y apuestan un monto de dinero según sus predicciones, cábalas e intuiciones personales.

Pues bien, algunos conocedores se inclinan por las apuestas online de forma presencial pues consideran que la práctica de estos juegos permiten el acercamiento social entre los individuos que participan en las apuestas y tienen la posibilidad de conocer gente y compartir un mismo interés y compartir lo que más les gusta.

Ese interés de jugar y estar cara a cara con los contrincantes, hace que algunos sean contrarios a las apuestas online. Sin embargo estas mismas personas que gustan de las apuestas presenciales, pueden cambiar esa concepción tal como lo demuestra Diego Vargas, un personaje desconocido quizás para algunos, pero asiduo forista de una muy visitada foro dedicado al tema de las apuestas. Entre los distintos argumentos de Vargas sobre las apuestas online, mencionó que luego de tener un primer acercamiento a las apuestas en Internet, quedó prendado de las emociones que vivió y las enormes posibilidades de ganar mucho dinero; y ahora se encuentra en una encrucijada, pues le “agarró el gustito” según refirió este apostador de 36 años.

Pero puede que algunas personas cambien sus preferencias luego de comprobar el sistema online de las apuestas. Antes eran reacios y ahora gozan de las ventajas que ofrece el mundo online, tan plural y donde pueden conocer a muchas personas compartiendo el mismo interés. Aunque claro, deben tomar en consideración las reglas de cada uno de estos portales especializados.

Quizás las controversias entre los grupos de apostadores que va a favor de las apuestas por Internet y los que están a favor de aquellas que son de forma presencial, continúen en el tiempo. Y así siempre ha sido en todo ámbito del quehacer humano. Pero lo cierto es que toda gran pasión debe suponer una gran responsabilidad y jugar sólo para aprovechar nuestros tiempos libres y pasar un bonito momento de esparcimiento.

nuestros hijos

Es cierto que el ámbito laboral es cada vez más competitivo y que en el momento de elegir a una persona para ocupar un trabajo, se toma en cuenta su formación pero si nuestro hijo sabiéndolo, no desea proseguir estudios superiores, la decisión debe ser respetada. No olvidemos que les dimos la vida, pero la forma de ser vivida depende de su elección.

De nada sirve querer cumplir con las presiones familiares a cualquier costo. Lo más importante que podemos legarles es la confianza y el respeto por su elección meditada. Los chicos deben ser honestos con sí mismos y estudiar porque ellos lo consideren valioso. Si se cursa una carrera sin haberla elegido por decisión propia, ésta se trunca, se abandona o nunca se ejerce. Al estudiarla crece el rencor en vez de la satisfacción. No presionemos, sólo conseguiremos frustrarlos. Debemos acompañarlos en sus reflexiones sin decidir por ellos.

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Como el final de la primaria, el de la secundaria llega con la urgencia de tomar decisiones. Cuando un ciclo finaliza genera sentimientos ambivalentes: alegría por haber alcanzado la meta y temor al porvenir. Finalizado el ciclo escolar, irrumpe en nuestros hijos el tema vocacional: qué seguir, qué hacer, qué será lo mejor.

Al elegir una carrera o una ocupación, los chicos están definiendo su estilo de vida, por eso su decisión es tan compleja. La vocación está unida al éxito, para ayudarlos a alcanzarlo debemos reflexionar junto a ellos sobre qué tipo de éxito es el que aspiran, ¿el económico?, ¿el profesional?, ¿el social?, ¿el público?, ¿el comunitario? o ¿el vital?
La realización no siempre pasa por continuar estudios universitarios, los chicos pueden sentir que no les interesa y encontrar su realización en el mundo del trabajo.

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Nadie puede reemplazar el afecto, la calidez y el respeto con que los padres podemos hablar con nuestros hijos, pero otras fuentes como la escuela, un libro o un profesional especializado puede brindarle información más organizada y precisa. Los valores éticos y religiosos de la familia son la mayor influencia sexual de los chicos y la ignorancia no protege al adolescentes ni lo ayuda a responsabilizarse por su vida sexual.

Tampoco es aconsejable entrar con ellos al consultorio. No son bebés. Respetemos su privacidad. No sólo las muchachas deben concurrir a un profesional en sexualidad, los varones también necesitan hacerlo. La fantasía popular es que como no son ellos los que quedan embarazados, no hace falta la consulta. Sin embargo, en la concepción hombre y mujer son responsables.

La sexualidad debe ser ejercida con madurez, no sólo por la enorme responsabilidad que implica traer un hijo al mundo sino porque el fantasma del Sida y de muchas otras enfermedades no mortales pero molestas están presentes.
El diálogo es vital para que una relación sea sana, pero la buena comunicación no debe confundirse con libertad total. Los buenos padres son aquellos que logran establecer un equilibrio entre la libertad y los límites. El autoritarismo, en cambio los impulsa al riesgo sólo por llevar la contra y desafiamos.
El momento de ejercer la sexualidad es una opción personal. Hay que apoyarlos para que sepan tomar decisiones propias y darles la posibilidad de mirar su realidad con distintos lentes

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Cómo ayudar a su hijo adolescente a conocer su propia sexualidad

Muchos jóvenes buscan momentos para consultar a sus padres, a la mamá o al papá sobre la sexualidad. A veces no saben cómo hacerlo, sobre todo las niñas que sienten más pudor a veces que los niños con sus padres. Muchas muchachas son presionadas por sus novios a tener relaciones sexuales y el comentario de sus padres es también muchas veces despectivos hacia él, pues le suelen decir que luego de hacerlo las cambiarán por otras, lo que no es realmente así. Las jóvenes suelen enamorarse con facilidad y el temor de sus padres es que vayan de relación en relación y más allá de poder quedar embarazadas sin desearlo la preocupación está relacionada con las enfermedades que pueden contraer si no son responsables con su cuerpo.

Probablemente hay una hija en nuestra familia con el mismo problema, por eso es importante pensar seriamente en la sexualidad de nuestros adolescentes y no tenerle miedo al tema. Cualquiera sea su decisión, nuestro rol debe ser de ayuda. No dejarlos solos. Los chicos de hoy deben estar informados y cuidados. La información explícita sobre sexo no corrompe. Al contrario, despeja fantasías y otorga confianza en ios padres, si son ellos quienes la dan o la permiten. La sexualidad no puede ser evitada porque está relacionada con la identidad. La ignorancia no es garantía de prevención. La falta de conocimiento no detiene al adolescente para mantener relaciones sexuales.

Dislexia

La dislexia es otro de los problemas que suelen preocupar a los padres. Se trata de una perturbada perceptiva que provoca trastornos en la escritura y la lectura y muchas veces también en el habla. En algunos casos es circunstancial y aparece como resultado de una experiencia muy estresante. En otros casos responde a una disfunción neurológica; sin embargo, siempre es solucionable, sobre todo si se encara un tratamiento precoz. Es importante tener en cuenta que en casi todos los casos existe una predisposición hereditaria a la dislexia.

Estar alertas sin exagerar los cuidados y realizar una consulta cuando el cuadro lo requiera es la mejor actitud que los padres pueden adoptar. A la vez es importante darle al chico su tiempo para que genere su propio proceso de superación del problema.