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Cómo alimentarse y alimentar a sus hijos

Madre es madre! Y para la mayoría, la mayor preocupación en el día a día con los niños es sin duda la comida. Algunos porque los niños ...

domingo, 23 de enero de 2011

Situaciones a corregir en una familia


Las siguientes situaciones no se dan en una estructura familiar sana:

• Los niños son utilizados como mediadores entre sus padres. Los conflictos entre la pareja deben ser discutidos y resueltos por los dos adultos y a nivel adulto, sin inmiscuir a los niños.

Los abuelos hacen de padres de sus nietos. Serán bienvenidos como ayudantes, pero la responsabilidad de la educación recae sobre los padres. (La falla puede estar tanto en los padres que no asumen sus responsabilidades, como en los abuelos que reclaman un protagonismo Indebido y excesivo.)

• Una hija ocupa el lugar de la madre fallecida. Puede responsabilizarse de una parte de las tareas, pero sin sacrificar sus propias aspiraciones como persona. Toda la familia ha de ser consciente de que una joven no puede hacer ni de madre de sus hermanos, ni mucho menos de compañera de su padre.

Los padres resuelven sus conflictos a través de sus hijos. No es licito usar a uno de los hijos como foco de atención (por ejemplo, declarándole «delicado de salud» o «rebelde») para tener al menos un punto en que se está de acuerdo. El hijo haría de chivo expiatorio de una situación que no tiene nada que ver con él.

sábado, 22 de enero de 2011

Retomar el equilibrio familiar


No es imposible que las estructuras famliares desequilibradas se vuelvan a enderezar, pero como premisa, al menos uno de los miembros de la familia ha de darse cuenta de que algo va mal en el sistema.

El camino para poner una estructura familiar torcida «en orden» podría ser el siguiente:

— Cada uno de los implicados en el drama familiar se toma un poco de tiempo observa su propio puesto en el sistema. El que no haya respetado la frontera generacional o haya utilizado a otro en su beneficio y es sincero, pronto se dará cuenta de dónde ha fallado. Por ejemplo, cuando uno de los padres ha elegido como confidente de sus problemas sexuales al hijo adolescente. O cuando una abuela se ha apoderado de la educación de sus nietos, quitando competencias a la madre. O cuando un padre ha asignado a uno de los hijos el papel de «tonto» para así tener una justificación para favorecer a otro hijo preferido.

— Si se sospecha que el «fallo en el sistema» radica en las generaciones anteriores, por ejemplo, a causa de un «secreto familiar» como una adopción o un nacimiento ilegítimo, lo mejor es buscar información entre los parientes mayores. Lo que se lleva a un nivel consciente pierde su efecto negativo sobre el sistema familiar.

— Tan pronto como el transgresor de las delimitaciones generacionales o individuales haya reconocido su error, se retira de lugar ajeno y busca resolver su conflicto en el nivel que le corresponda. Si los hijos tienen edad para comprenderlo, los padres pueden explicarles que los han «utilizado» indebidamente, pero que ahora han reconocido su error.

Claro, que todo esto no siempre se logra sin ayuda, y a veces será necesaria una terapia familiar. Si el más consciente del problema logra transmitir su preocupación a los demás, con tacto y sin herir sensibilidades se puede intentar discutir la problemática en una reunión familiar entre adultos, incluyendo eventualmente también a los hijos adolescentes, si es que el tema les coincierne. De lo contrario, será mejor acudir a un profesional. A menudo, la famila tiene que recorrer un camino doloroso antes de poder reconocer y enmendar el problema, para, finalmente, llegar a la conclusión de que todos se quieren y forman una unidad.

jueves, 20 de enero de 2011

Crisis familiares


También las estructuras familiares claras pasan por fases de crisis. Esto ocurre cuando se forman nuevas fronteras generacionales, cuando nace un hijo, muere un abuelo o los que antes eran «los niños» forman una nueva familia propia.

Entonces se empiezan a notar unos movimientos sísmicos en el sistema que lo remueven todo, hasta que las distintas capas vuelvan a asentarse. Es importante que todos respeten las nuevas delimitaciones.

En este punto cabría preguntarse si no son muy aburridas o incluso nocivas estas fronteras generacionales tan rígidas. ¿Tiene que ser todo tan jerárquico? ¿No pueden ser los padres alguna vez un poco infantiles? ¿Es imposible que un hijo asuma responsabilidades?

De hecho, las fronteras generacionales se ocultan a menudo. A veces, incluso es imposible evitarlo. Por ejemplo, cuando la madre está enferma y su hija de diez años la cuida o cuando el anciano abuelo se vuelve senil y necesita cuidados como un bebé.

Pero se trata de situaciones excepcionales y pasajeras, y esto es lo decisivo. Toda la familia ha de ser consciente de que la niña que hace de madre desempeña un papel que normalmente no es el suyo. Hay familias que utilizan sistemáticamente al hijo como confidente o «cuidador» del padre o la madre. Generalmente, se trata de adultos que a su vez tampoco han podido ser niños durante su infancia. El niño utilizado, al hacerse adulto, muy probablemente utilizará también a sus propios hijos, por ejemplo, desarrollando enfermedades psicosomáticas que les retienen a su lado.


Ningún miembro de la familia debería inmiscuirse, de forma seria y continuada, en el sistema generacional superior o inferior, ni siquiera con la mejor intención, porque el resultado son casi siempre dramáticas confusiones que afectan a toda la familia. Y los que más sufren no suelen ser los responsables de la confusión; es decir, aquí los que han abandonado el lugar que le correspondía, sino los que ofrecen menos resistencia, los niños.

miércoles, 19 de enero de 2011

Delimitación en el núcleo familiar

Tres tipos de limitación:

La primera se refiere a cada miembro como individuo. Sean los padres, los hijos o abuelos, cada uno necesita un área en donde se destaque, un lugar donde él es el filósofo, el hábil con los trabajos más complicados,o por ejemplo el romántico amante de la naturaleza. Naturalmente, esto incluye también la aceptación de las características menos favorables que se derivan de estos papeles como, por ejemplo, el que el filósofo sea muy poco comunicativo, el hábil un desordenado y el amante de la naturaleza un negado para todo lo práctico.

La segunda delimitación es la generacional. Si bien la misma naturaleza pone aquí una frontera natural, en algunas estructuras familiares ésta se borra o confunde constantemente. Una estructura sana sería la siguiente: los padres cuidan de sus hijos, los ayudan cuando tienen dificultades y se sienten responsables de ellos; los abuelos se retiran a un segundo plano, reconociendo que sus hijos son ahora adultos y padres a su vez; y los niños saben que sus padres son sus padres y no compañeros o amigos de igual a igual.

Y, finalmente, existe también una delimitación entre la familia y el mundo circundante. En el caso ideal, la familia es para cada uno de sus miembros un refugio en el que encuentra comprensión y apoyo. Los amigos, los vecinos o los compañeros de trabajo pueden estar muy unidos a uno o a todos los miembros de la familia, pero no pertenecen a ella. Ser de un mismo clan es otra cosa.

Para los niños es muy importante saber que sus padres los apoyarán siempre frente al mundo exterior, que nunca dejarán de estar de su parte y que nunca los traicionarán.

martes, 18 de enero de 2011

Cuando los papeles se confunden en la familia


Si comparamos a la familia con una orquesta, cada miembro debe saber qué instrumento ha de tocar para que el conjunto sea armonioso.

Cada familia tiene una estructura especifica. Esta estructura puede ser sólida y sabia, un sostén para todos sus miembros, pero también puede ser confusa y enferma. Depende de qué lugar ocupa cada uno y de si todos son aceptados y queridos de acuerdo con su edad, carácter y habilidades.

Cada uno, su propio lugar

Hay estructuras diáfanas como el cristal. Los grupos generacionales son fácilmente identificables, se reconoce a primera vista quién pertenece a qué generación, quién encabeza la jerarquía familiar y quién desempeña un papel un poco marginal.

En las estructuras confusas, en cambio, la relación entre las personas está enredada como un ovillo de lana. Falta una organización clara, los grupos generacionales fluctúan y los papeles se intercambian. Niños cuidan de sus padres, adolescentes asumen responsabilidades propias de adultos o son dependientes como niños, padres se muestran indefensos..., todo el orden está alterado.

Sin una estructura clara, la familia se tambalea. Nadie sabe a ciencia cierta cuáles son sus competencias ni qué papel le está asignado. Por ello, cada familia necesita unas reglas que deben ser respetadas por todos.

lunes, 17 de enero de 2011

Amor adolescente


Penas de amor de hijos adolescentes

Las relaciones amorosas entre adolescentes son lábiles, esto significa que el apasionamiento de un día puede disolverse al siguiente. Sin embargo, para todos los jóvenes el amor es algo muy serio, y si se enamoran sin ser correspondidos su dolor es tan profundo como la angustia de los adultos por no ser amados.

Los adolescentes son inestables emocionalmente como una forma inconsciente de protegerse del dolor. Al crecer deben aceptar ciertas cosas como irreversibles y eso les causa un profundo malestar. Deben asumir que ya no son niños, su cuerpo ha cambiado y sus responsabilidades también. Los mitos acerca de los padres como seres fantásticos, sin errores ni limitaciones, se derrumban, descubren que son humanos. Cuando eran chicos pensaban que los padres eran como personajes de historieta, infalibles y todopoderosos, y ahora, más grandes, los desenmascaran con frustraciones y anhelos todavía insatisfechos.

Los adolescentes toman muy en serio sus penas de amor, porque ya están doloridos por otras cosas. Por eso un buen papá y una buena mamá no deben dejarlos solos en este difícil momento.

domingo, 16 de enero de 2011

Padres educacion


Los padres y las tareas escolares

Lejos han quedado las primeras letras. Ahora es cuando, de verdad, se les comienza a exigir un esfuerzo personal en las tareas escolares y empiezan a gozar de cierta autonomía para organizarse según un estilo propio de trabajo. Entonces, aparece el fantasma del temido fracaso escolar, que muchas veces está basado en el desconocimiento de la utilidad y del modo de subrayar, resumir, hacer esquemas, memorizar, tomar apuntes, comprender gráficos, etc.

No conviene intervenir excesivamente en los trabajos escolares de nuestros hijos. Por supuesto, no te estamos aconsejando indiferencia o desinterés. Por el contrario, nuestros hijos necesitan todo nuestro apoyo y comprensión para afrontar estas tareas que le suponen tanto esfuerzo y preocupación como a nosotros el trabajo profesional. Pero se trata de orientarlos con mucho tacto para que ellos puedan obtener un mejor rendimiento de su tiempo y su dedicación. Piensa que no sirve de nada someter a los niños a un férreo control. Sin embargo, son muchas las cosas que los padres podemos hacer para proporcionarles una actitud favorable al estudio y desarrollar en ellos el gusto por el aprendizaje.

sábado, 15 de enero de 2011

Vacaciones niños


Estudiar en Vacaciones

Las vacaciones y feriados son, en ocasiones, perjudiciales, pues el niño pasa mucho tiempo sin tocar libros. No se trata de «aguarle la fiesta», pero sí de evitar la pérdida de contacto demasiado prolongado de tareas escolares. Media hora dedicada al repaso en un momento que no sea inoportuno, puede establecer la necesaria continuidad.

Por otro lado, ten en cuenta que la afición al estudio y a la lectura se desarrolla más fácilmente en aquellos niños cuya familia lee. Una casa con la tele puesta a todas horas y donde nadie hojea un libro, no es buen caldo de cultivo para establecer esta afición.

Un buen diccionario no debe faltar. Aclara dudas, riquece el vocabulario y mejora la ortografía.

Hay una edad, precisamente, en que los niños desarrollan una fiebre de diccionario muy positiva. Y más aún, si el diccionario tiene varios tomos y es ilustrado.

jueves, 13 de enero de 2011

Educacion sexual


La sexualidad de los hijos

Uno de los temores que aparecen en los padres de adolescentes cuando piensan en dar información sobre sexualidad y anticoncepción a sus hijos, es incrementar en los jóvenes una vida sexual activa. Sin embargo, tapar la sexualidad, ocultando información, no evita que ésta exista. Si los adolescentes no son informados sobre sexo, no significa que no lo practiquen. La sexualidad no puede ser evitada y siempre lo mejor es que los padres la enseñen. La información clara y directa sobre sexualidad transmitida por la familia despeja fantasías y otorga seguridad, confianza y protección.

Sabemos que un gran número de adolescentes se embaraza sin desearlo, dentro de vínculos no estables, que las hacen optar por abortos clandestinos o una maternidad forzada. Esto puede ser evitado brindando información.

martes, 11 de enero de 2011

Educacion hijos


Hay que reaccionar frente a los caprichitos cotidianos

• Trate que la acompañe a comprar los alimentos y que la ayude a prepararlos, aunque sea en algo tan pequeño como apretar el botón de la licuadora.

• Es importantísimo que coma con ellos. La mesa es uno de los sitios ideales para conocerse entre padres e hijos. Y si no puede hacerlo por falta de tiempo, reserve por lo menos dos comidas por semana y haga que esas comidas sean las más importantes y especiales.

• Limite las cantidades de dulces, golosinas, papas fritas y otras "debilidades", en general, hasta donde pueda. No los prohiba. Tampoco los utilice para tranquilizarlos, premiarlos o castigarlos, porque darán a los alimentos un valor emocional que no tienen.

Un niño con hambre come lo primero que encuentra. Deje a su mano y en el estante más fácil un yogur, una fruta y galletitas sin sal en los tarros. Por supuesto no olvide que los chicos buscarán siempre el ejemplo de los padres, si ustedes no desayunan, se sentirán menos inclinados a hacerlo. Si sus padres comen frutas y verduras, lo tomarán como un hábito y harán lo mismo.

• En todo momento evite mostrarse impaciente o nervioso a la hora de comer. Recuerde que el niño debe masticar bien los alimentos para asimilarlos con facilidad. El organismo infantil tiene poca resistencia, con consecuencias siempre importantes.

• Deben comer de todo un poco, no es bueno obligarlos a hacerlo y tampoco a dejarlos con hambre.