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Cómo alimentarse y alimentar a sus hijos

Madre es madre! Y para la mayoría, la mayor preocupación en el día a día con los niños es sin duda la comida. Algunos porque los niños ...

viernes, 8 de junio de 2012

Regalos todos los días

¿Qué me trajiste?

Todos los días la misma canción. En cuanto meto la llave en la cerradura, ya está pegada a la puerta cual lapa. Con los ojos muy abiertos y registrando mi cartera, Paula me recibe con la misma frase de siempre: Mamá, ¿qué me trajiste?'. Pero, ¿qué he hecho yo para criar una hija tan pedigüeña?, ¿es que la he educado mal? o ¿la estoy convirtiendo en una consumista empedernida?", comenta Alicia, madre de una nena de cuatro años.

Esta situación no sólo la experimenta Alicia, a la mayoría de los papis les sucede lo mismo. Sus hijos los embisten con idéntica preguntita. Piden desde un chicle o un juguete al teledirigido de la más rabiosa actualidad. Cada uno según su estilo. Pero por pedir no se quedan atrás.


Los juguetes no se compran para que estén entretenidos mientras nosotros terminamos de leer el diario (al menos, no es ése el objetivo). A todos los chicos les encanta jugar con sus papis. Y es una buena forma de conocerse mejor y transmitirse el cariño. Armar un rompecabezas juntos, leer un cuento... los convierte en los seres más felices del mundo. No escatimemos esos momentos.

Como es el caso de Florencia, mamá de Lara, que ante la consabida pregunta: "¿Qué me trajiste", le contesta: "Mi presencia". Y Lara replica sin vacilar: "¿Qué es eso?... Yo quiero algo de comer". Enseguida Lara se contenta cuando su mami le propone jugar a la boutique. Eso sí, ella tiene que ser la vendedora.

La misión de educar y establecer las limitaciones oportunas es de los papis, no de los abuelos. En cierto modo podríamos decir que mimara los niños, comprarles regalitos y consentirlos es la función primordial de los abuelos. La relación de éstos con nuestros hijos es beneficiosa para ambos.

Los detalles materiales con que los sorprenden en cada visita no los van a convertir en adultos consentidos y tampoco en individuos egoístas: esos regalos significan mucho más que el simple objeto material. Los chicos se sienten queridos de una forma diferente y muy especial.

Cuando les leen un cuento, les cantan romances y canciones de su época y les cuentan las hazañas y peripecias de sus propios padres cuando eran pequeños, les están obsequiando con experiencias y recuerdos únicos que no olvidarán el resto de su vida.

viernes, 1 de junio de 2012

El cuarto del niño

A veces, cabe la posibilidad de variar las dimensiones de la estancia haciendo obras (eliminación de paredes, supresión de puertas, etc.). Sin embargo, no suele ser éste el caso más frecuente, y obliga, en ocasiones, a modificar la distribución del conjunto del alojamiento.

Por lo tanto, sólo podremos modificar las características de la habitación del niño de forma secundaria, utilizando la habilidad: por ejemplo, colocando delante de las ventanas unas cortinas que hagan parecer menos irregulares unas paredes oblicuas, o suprimiendo la hoja de una puerta de separación entre dos ambientes que se quiere comunicar entre sí. Pero, más que nada, podremos corregir defectos, incluso graves, de la habitación disponiendo los muebles de forma práctica y oportuna. Así compensaremos las irregularidades y los defectos sin necesidad de gastar mucho dinero.


En vez de eso, el niño debe identificar su propio espacio subdividiéndolo en zonas de interés, donde desarrollará actividades diferentes. Actualmente, y respetando los criterios generales (horizonte bajo, comunicación fácil y directa y caracterización de puntos bien diferenciados), se dan soluciones más adecuadas a las medidas de las habitaciones en función de las exigencias particulares.

Conviene recordar que las paredes libres de muebles, estanterías o demás elementos no deben sobrecargarse con mil objetos inútiles: éstos sólo sirven para distraer la atención e impedir la percepción de las dimensiones objetivas del espacio, que es indispensable para la maduración psicológica del niño. De hecho, son las referencias perceptivas las que dan un sentido a las delimitaciones físicas.

viernes, 25 de mayo de 2012

¿Es mejor niña o niño?


Liliana  envidia a todas las mujeres que son madres de una nena. "No saben qué suerte tienen. Son criaturas tan suaves, tan buenas y cariñosas... A mi Leonardo no lo he podido sujetar ni a los tres meses, no se quedaba quieto ni un minuto. Ahora tiene dos años y sigue igual. Está constantemente en movimiento, todo lo toca, todo lo golpea, todo en él es excesivo. No camina sino corre, no come sino devora, cuando le quiero dar un beso, se fuga. Imposible sentarlo en mi regazo, enseguida se escapa y empieza a golpear algo con los pies... Yo siempre he soñado con una nena sentada en mi falda, mirando las dos un libro o contemplando una mariposa... En fin, demasiado tarde. Mi marido no quiere tener más hijos."
¿Un caso extremo o son todos los niños varones así? ¿Superactivos, agresivos, indomables? Y las nenas, en cambio, ¿tan dulces y adorables como Liliana supone?

Martín  es papá de dos nenas y un varoncito. "Nuestra hija mayor, Julieta, ha sido desde chica una nena tranquila, reflexiva y muy sensata. Al principio pensamos que esto era lo normal en las nenas, idea que vimos confirmada al nacer nuestro segundo hijo, Ignacio. Era como un vendaval, sobre todo cuando aprendió a desplazarse. En la plaza, los demás chicos le temían, enseguida les arrebataba todos los juguetes. Pero después nació María, y resulta que no tiene nada que envidiar a su hermano. Actualmente tiene tres años, es muy activa e inteligente. Si veo alguna diferencia entre mis hijas y mi hijo, es que el varón es más buenazo, se deja llevar más fácilmente, mientras que las nenas tienen ideas propias y saben manipularnos."

También Patricia tiene dos hijas y un hijo. "El nene es el más chico. Al nacer se enfermó de pulmonía y estuvo internado más de un mes. Más tarde tuvo hepatitis. Por eso, lo mimé más que a las chicas, que siempre han sido más sanas. Ellas lo tenían un poco dominado, lo cuidaban, pero también lo mandaban de un lado para otro, era como un muñeco. Ahora es grande y ya no se deja dominar fácilmente."

Las niñas van mejor en lengua y literatura, y los niños, en matemáticas. Nada nuevo, ya que estos datos corroboran muchas otras investigaciones, debiéndose la diferencia, al parecer, a la distinta conformación de los dos hemisferios del cerebro.

Lo que llama la atención es la superioridad de los varones en geografía e historia. Cabe preguntarse por qué, siendo superiores en comprensión lectora, las niñas van tan mal en unas asignaturas que sólo requieren leer, comprender y memorizar. ¿Acaso algo o alguien está invadiendo su espacio? ¿Quizá los chicos, más activos y ruidosos, no las dejan hablar en clase o, sencillamente, hablan más fuerte? ¿Tal vez las chicas, más maduras que sus compañeros, a estas edades ya empiezan a interesarse más por el amor que por la geografía? ¿O exigen los padres más a sus hijos que a sus hijas?

Pese a estas pequeñas incongruencias estadísticas, en nuestra área cultural, los padres ya no desean a toda costa tener un hijo varón, tal como antes. Las ventajas sociales de los hombres se han abolido, y ningún papá debe preocuparse más por el porvenir de la hija que por el del hijo.

viernes, 18 de mayo de 2012

La elección del colegio de nuestros hijos

¿Por dónde empezamos?

En una ciudad pequeña las posibilidades de elección son lógicamente menores, pero tienen la ventaja de que la información sobre los centros educativos es más accesible y transparente, y el boca a boca funciona sin esfuerzo. Todo el mundo los conoce en detalle.

La cosa cambia sustancialmente en el caso de las grandes ciudades. El número de escuelas crece de modo considerable en las urbes, y en algunas, la elección nos puede desbordar. No es de extrañar que muchos padres se encuentren en un verdadero aprieto, sin saber por dónde comenzar.

Lo más normal e inmediato, si el niño ya ha asistido a un jardín de infantes, es preguntar allí mismo, o bien a padres o amigos con niños en edad escolar. Así, y poco a poco, se van conociendo una serie de ofertas posibles.

También -si no se busca una escuela privada- es conveniente recorrer el barrio en busca de los colegios más cercanos. En los Consejos Escolares o Distritos Escolares (según la región) informan sobre los que puedan corresponder por proximidad al domicilio, así como de las posibilidades de vacante y fechas de inscripción.

Sea cual sea la fórmula, y tras una previa elección, es aconsejable visitar personalmente la institución y averiguar hasta qué punto va a satisfacer las exigencias familiares y cuáles van a ser las condiciones educativas a las que diariamente se va a enfrentar el niño.

Hay centros que facilitan estos encuentros iniciales con los padres, incluso con el futuro alumno, mediante reuniones, fiestas u otra modalidad que los pone en contacto con la institución, las instalaciones y sus docentes. Pero en otros colegios la burocracia se impone desde el principio y son bastante reacios a cualquier intromisión, bajo la excusa de que "las normas son las normas".

viernes, 11 de mayo de 2012

El cine de terror para niños



En 1947 se fundó la Hammer, la productora cinematográfica del mejor terror británico. Sus éxitos fueron, unos tras otros, revisando los mitos del género: Frankenstein, Drácula, el hombre-lobo, el doctor Jekyll y míster Hyde, la momia, el fantasma de la ópera... Pero esto es casi la prehistoria.

Junto a los clásicos del terror surgen hoy toda clase de individuos deformes, gracias a la labor de hábiles maquilladores y a la espectacularidad de las nuevas técnicas cinematográficas. Hay monstruos amables, como los creados por el desaparecido Jim Henson o los que aparecen en las películas de Spielberg. Y hay otros a los que desearíamos no encontrarnos nunca fuera de la pantalla. Tal es el caso de Freddy Krueger, ese tipo con el que no se puede dormir tranquilo.

Pero nuevamente hay que decir que a los niños no parece impresionarles la profusión de visceras. Basta con asomarse a una sala donde proyecten Pesadilla para quedarse perplejo ante la edad media de los espectadores. Wes Craven, el director del primer film de la serie, explicaba su éxito entre el público adolescente, basándose en que los desarreglos de la pubertad hacen sentirse a los niños como una especie de mutantes monstruosos.  Ultimamente, en la quinta Pesadilla (rodada en tres dimensiones, para mayor impresión), la edad media de los fans de Freddy ha seguido bajando.

¿Es que no tienen miedo? Un colaborador de esta revista contaba que se había negado a llevar a su hijo (9 años) a ver esta película porque podía asustarse. El niño protestó violentamente y también sus amigos: "Claro que le va a dar miedo. ¡A ver si te crees que nosotros lo pasamos bien!".

Otra madre decía que su hija (8 años) había visto la película con su papá, pero que le pidió volver de nuevo con ella. "Yo accedí -cuenta-, pero debía de tener tal cara de susto, que la nena me tapó los ojos en una escena y me dijo: 'Ahora no mires, mamá, que esto es muy fuerte'".

viernes, 4 de mayo de 2012

Una escuela a medida


Entrando ya en cuestiones meramente prácticas, lo primero a considerar es que la búsqueda debe iniciarse con tiempo, pues no vamos a dar de buenas a primera con la escuela correcta. Aunque las clases comienzan en marzo, es en ésta época o incluso antes, cuando los centros de enseñanza abren sus puertas a las reservas de vacantes para los primeros años.

Así pues, conviene estar muy atentos a las fechas, porque una vez pasado el plazo establecido, es muy difícil conseguir un hueco en las apretadas listas. Es más, en algunos colegios privados o públicos con mucha demanda, no admiten ningún alumno que no haya cursado el Preescolar en el mismo lugar.

Antes de comenzar a buscar la institución que más se acerque al tipo de educación deseada, hay que tener en cuenta una serie de requisitos.

Se presupone que los padres son los más objetivos posible frente a su hijo y lo conocen lo suficiente para saber cómo es su comportamiento, cuáles son sus rasgos de carácter y cómo se desenvuelve ante la resolución de problemas. Esto, si el niño es muy pequeño, puede ser meramente orientativo, puesto que su personalidad aún debe cambiar mucho; pero reflexionar sobre si es tímido, enérgico, si se enoja con frecuencia, si es capaz o no de enfrentarse a situaciones de fracaso, si prefiere hacer las cosas por cuenta propia o que lo dirijan en todo momento... será un buen ejercicio que nos aportará las  pistas para elegir un tipo u otro de educación.

Hay que plantearse previamente si se desea un colegio público o privado; mixto o no; próximo a casa o con transporte propio; con comedor o no. También hay que considerar si se prefiere un colegio con una determinada orientación religiosa o ética, o uno que simplemente respete las ideas de cada cual. Y por último, antes de lanzarse a la calle, será bueno hacer recuento del presupuesto disponible, con todos los extras que acarrea: ropa, material, actividades...

Nunca hay que creer que calidad es necesariamente equivalente a mayor precio. Hay colegios que ofrecen una gran cantidad de clases extraescolares -con el consiguiente incremento de la cuota-, y luego no son tan excelentes -ni recomendables-para un niño sobrecargado de trabajo.

viernes, 27 de abril de 2012

A los niños les gusta el terror


Monstruos horripilantes, diabólicos vampiros y desagradables mutantes se han convertido en compañeros de juego de nuestros hijos. Ellos parecen encantados con sus nuevos amigos. Está claro: a los niños les gusta el terror, ¿por qué será?

Cabría pensar que los monstruos están de moda. Pero no es así. En realidad, siempre nos han acompañado. Ya en la Mitología abundaban los tipos raros: la Hidra, ese dragón de siete cabezas con aliento pestífero; el Cancerbero infernal, con sus tres fauces aullantes; el gigante Aqueloo que no se cansaba de transformarse alternativamente en toro, en serpiente, en hombre bicéfalo... Y si la antigüedad era prolífica en imaginar horrores, qué no será en nuestros días, donde la tele, el cine y los efectos especiales convierten en realidad las más diabólicas fantasías.

De hecho, la maldad es muy cinematográfica. Cuando Mary W. Shelley escribió El Doctor Frankenstein (1818), seguro que no pensó en lo fotogénica que podía resultar su monstruosa criatura. Ni en lo mucho que iba a dar de sí. Hasta la fecha, se han realizado cerca de 50 películas basadas directamente en su libro (las copias indirectas son todavía más numerosas).

Más sorprendido aún por el éxito debería estar Abraham Stoker, el creador de Drácula, el rey de los vampiros (1897). El famoso chupasangre, con la llegada del cine, se convirtió rápidamente en líder indiscutible del género de terror; sobre él se han producido unas 160 películas (hasta de serie X). La última está dirigida nada menos que por Francis Ford Coppola.

El mito del Conde Drácula parece arrancar de un hecho histórico muy poco apto para menores: una crónica policial serbia del siglo XVII narra con todo tipo de datos los más sórdidos casos de vampirismo, según se dice, reales como la vida misma.

Pero a los chicos les fascinan las truculencias. Conocemos a una nena de 8 años que, cuando los adultos le hacen esa odiosa pregunta de "¿y tú que quieres ser de mayor?", siempre responde: "Vampiro".

Según la escritora alemana Angela Sommer-Bodenburg, el cóctel que gusta al público infantil debe contener "aventura, chispa, humor y un poco de horror". Sabiendo esto, ella ha encontrado el filón de su vida con una interminable serie de cuentos (ya va por el número 24 en Alemania, y en España se acaba de publicar ahora el 15) sobre El pequeño vampiro.

viernes, 20 de abril de 2012

Las medias de los niños

¿Hervir las medias si hay hongos en los pies?

Los hongos de los pies se contagian con mucha facilidad en piletas, vestuarios, gimnasios, etc., pero también dentro de la propia casa. Por esta razón, cuando los padece un miembro de la familia, se recomienda extremar las precauciones y las medidas de higiene.

Cuando un niño resulta infectado, debemos procurar que se cambie con frecuencia de zapatos y mantener éstos secos y aireados, porque la humedad es un caldo de cultivo ideal para los hongos. En cuanto a las medias, mientras persista el problema, es imprescindible lavarlas todos los días, aunque no es preciso hervirlas, como dice mucha gente.

Las últimas investigaciones que se han realizado al respecto han demostrado que en lavarropas y a una temperatura de 60 grados todas las esporas se eliminan. Por el contrario, con sólo 40 grados, muchos de los hongos sobreviven.

viernes, 13 de abril de 2012

El niño que adelgaza repentinamente

¿Por qué ha adelgazado repentinamente?

Cuando un niño adelgaza de pronto o su peso se detiene durante un tiempo, los padres se preocupan. A veces, el motivo no es más que una infección intestinal que cursa con diarreas y vómitos: una vez superada, casi todos los niños recuperan rápidamente el peso perdido.

Pero, cuando un chico continúa perdiendo peso durante semanas, hay que llevarlo enseguida al médico. En determinadas ocasiones, detrás de un adelgazamiento repentino puede haber trastornos serios que requieren tratamiento, por ejemplo: una enfermedad metabólica, como celíaca (intolerancia al gluten) o mucoviscidosis (fibrosis quística del páncreas); puede tratarse también de hiperfunción tiroidea, una falla cardíaca, un trastorno renal..

viernes, 6 de abril de 2012

Miedos de una madre


Y todo surgió cuando comenzó a latir dentro de mí. Ahí estaba tan inmóvil, tan silenciosa, tan presente. Entonces tuve miedo: ¿Estará bien? ¿Crecerá sana? ¿Qué sentirá? Se me ocurrió protegerla, para mí era el tesoro más preciado y quise tenerla como en una cajita de cristal. ¿Sería posible eso?

Pronto sentí que un pececito muy inquieto nadaba en mi vientre. Desde ese momento, en cada patadita, una lágrima; en cada hipar, una risa; en cada movimiento, una gran emoción. Entonces sí. Era más evidente que ahí estaba y con sólo sentir eso, otra vez llegó el miedo. ¿Le hará mal si lloro? ¿De qué lado me acuesto para no molestarla? ¿Si grito se asustará? Y si me enfermo, ¿qué le pasará? Por eso, quise protegerla y traté de construir para ella una cajita de cristal.

Nació Maité, la beba más hermosa, más bonita, más perfecta, tan chiquita y frágil, tan indefensa... Y otra vez el miedo. ¿Tendrá frío? ¿Tendrá hambre? ¿Le dolerá algo? ¿Y si se enferma? ¿Respira bien? ¿Se mueve? De nuevo quise protegerla y estuve pendiente de mi preciado tesoro, de sus sueños, sus llantos y sus risas... ¡Por supuesto, le construí una cajita de cristal!

Cumplió el año, ya camina y, por lo tanto, ya se aleja más de mí y entonces el peligro es más inminente. Tropiezos, caídas, accidentes... Siento miedo y quiero protegerla pero su independencia me da más miedo aún. ¿Cómo hacer para controlarme? Todo se me va de las manos. Mi beba comienza a esfumarse y con ella también mi cajita de cristal que alguna vez existió y que hoy quisiera seguir existiendo. ¿Podrá?