Las familias son más pequeñas
Otro nuevo problema a que deben hacer frente los padres de nuestros días es el de la probabilidad de que sus hijos no tengan tantos hermanos y hermanas como ellos. La proporción de personas que no tienen hijos ha aumentado con tanta rapidez que puede darse que haya pocos niños con quienes jugar en una determinada vecindad. En 1910 las familias sin hijos apenas llegaban al 10 por ciento, mientras que en 1940 la proporción sobrepasó el 15 por ciento. Muchos niños hoy día tienen sólo uno o dos hermanos y hermanas, y crecen así en un ambiente muy distinto de que rodeaba al niño que no era más que uno entre tantos y a quien le hubiera parecido anómalo que se le dispensaran tantas atenciones como reciben los niños en la actualidad.
Otro nuevo problema a que deben hacer frente los padres de nuestros días es el de la probabilidad de que sus hijos no tengan tantos hermanos y hermanas como ellos. La proporción de personas que no tienen hijos ha aumentado con tanta rapidez que puede darse que haya pocos niños con quienes jugar en una determinada vecindad. En 1910 las familias sin hijos apenas llegaban al 10 por ciento, mientras que en 1940 la proporción sobrepasó el 15 por ciento. Muchos niños hoy día tienen sólo uno o dos hermanos y hermanas, y crecen así en un ambiente muy distinto de que rodeaba al niño que no era más que uno entre tantos y a quien le hubiera parecido anómalo que se le dispensaran tantas atenciones como reciben los niños en la actualidad.
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