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Cómo alimentarse y alimentar a sus hijos

Madre es madre! Y para la mayoría, la mayor preocupación en el día a día con los niños es sin duda la comida. Algunos porque los niños ...

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lunes, 25 de junio de 2012

Tener hijos con una edad avanzada


La preparación de los hermanos antes de su nacimiento es fundamental. ¿Cómo disponer el "colchoncito" en el que el bebé va a caer? La manera en que se encare su llegada va a condicionar el recibimiento y la conducta de los chicos grandes hacia él. El estilo de los padres suele ser variado. Algunas, tal vez, hablen compulsivamente del bebé, metiéndolo "de prepo" en todas las conversaciones.

Otros puede ser que lo omitan voluntariamente para no herir a los demás, a los que sobreprotegen y les permiten hacer y decir lo que quieren para que no sufran. También se puede manejar la cuestión con cierta flexibilidad y dejar que el tema aparezca naturalmente, sin forzarlo, pero tampoco negandolo. Lo ideal es que los padres charlen del nuevo hijo con los hermanos, pero que no sea el único tema, capaz de modificar, de pronto, lo que compartían hasta ahora.

Cuando los chicos son adolescentes la novedad no siempre les cae tan bien. Están pasando por un período en que los dueños de la sexualidad y de la fertilidad son ellos. Y que sus padres los sorprendan con una prueba tan fehaciente de juventud no les hace la menor gracia. Es más, algunos llegan a sentir vergüenza frente a sus pares, aunque, después cuando el bebé nace, lo miman y lo malcrían a rabiar, tanto ellos como sus amigos.

Lo cierto es que, en general, el juguete nuevo llega a tener a toda la familia dulcemente "enloquecida". En casa de los Colángelo, Fernanda muestra su propio álbum de fotografías de la beba. Las tomó ella misma y las lleva a la escuela junto con carpetas y libros, para mostrarselas a sus compañeras. Y entre las hazañas que Ricky cuenta orgulloso, la de saber sostener a su hermana y cambiarle los pañales con una seguridad insuperable parece ser la más destacada.

Sin embargo, la pregunta de rigor surge. ¿Los celos tuvieron espacio para retozar o no? Mamá explica sabiamente que no fueron celos manifiestos y abiertos, pero los chicos se hicieron -y se hacen- eco de este cambio en sus vidas. Fernanda, por ejemplo, durante el embarazo de su madre se inventaba actividades y modos de evadirse. ("Tenía miedo -dice- porque sabía que mamá iba a pasar por una cesárea.") Y Ricky, con una comicidad que seduce a mamá hasta poder con ella, a veces la hace renegar más de la cuenta para avisar que él también existe (¿o qué se creían?).

Pero nada es demasiado serio. Ellos saben dar una mano, y si María de los Angeles llora un poquito corren al moisés para calmarla. La beba es respetada a ultranza. Por eso, cuando ella duerme se hace silencio; y nadie pide nada mientras Lucy se entrega a la tarea de alimentarla.

Ahora bien, que los chicos participen fluidamente en la crianza del hermano no quiere decir que necesariamente haya que delegarles funciones. Algunos papas comprometen tanto a los hijos mayores en el cuidado del bebé que a veces éstos tienen que resignar salidas para hacerse cargo del más chiquito. O la madre empieza a trabajar antes porque están ellos para atenderlo. Esa es una responsabilidad prematura que los convierte en ' 'papas precoces' \ y los distrae de las actividades propias de su edad. Es demasiado pronto para que carguen sobre sus espaldas con el rol materno o paterno que -además- no les pertenece.

jueves, 29 de marzo de 2012

Para papá

Papi. ¡Viejo! ¡Cuánto te amo! Será por eso que, al terminar la escuela primaria, sólo veía tu rostro entre la muchedumbre de padres que asistieron al acto de fin de curso. Será por eso que disfruté bailando recostada sobre tu pecho cuando celebramos mis quince años. Será por eso que, al recibirme de Perito Mercantil, operadora de PC y profesora de inglés, vivencié tomada de tu brazo mi ingreso en el Liceo y sentí que era tu mano la que colocaba en la mía los diplomas "Suma cum Laude".

Será por eso que, mis pasos, cansados de tanto correr tras amores imposibles, se cruzaron con los de un antiguo amor estoico en el que, casi ciega, yo no había reparado. Un amor por fin mutuo, sincero, puro y adolescente, pese a nuestros "treinta y tantos", por el que entré en el templo vestida de blanco y (también) de tu brazo.

Será por eso, en fin, que hoy miro a mi esposo jugando con nuestra hijita de cinco meses y medio y pinchando con la barba su carita risueña al besarla, y no puedo menos que recordar mi niñez a tu lado. Rememoro cómo arrugaba la nariz y reía como lo hace ella, porque tu barba también pinchaba mi carita de niña mimada.

Sin embargo, no todo es cielo azul, papá. Porque también recuerdo cuando mi madre, a quien tanto amé y amo, me dijo el día que cumplí los veinticinco años, que no eras mi verdadero papá.

Sentí tanto dolor, tanto odio. Huí. Y regresé por amor. Y aprendí a perdonar... Porque nosotros sabemos, papá, que ser padres no pasa sólo por lo genético. El corazón es el órgano por el que se rigen la maternidad y la paternidad, y es por eso que a nuestra hija de la panza le queremos regalar un hermanito del corazón. Y vamos a decirles a ambos la verdad, siempre la verdad.

Y sé que también en esta decisión me vas a acompañar, como lo hiciste en todas las circunstancias de mi vida. Como cuando era chiquita y me caía jugando y exigía a voz en cuello que me levantaras del piso ("¡Que me junte pa-pi...!"), aunque ya podía hacerlo sola. Pero venías y, entre risas, extendías tu mano grande para que yo la tomara y me parase.

"Pone las manos cuando te caigas", me decías. "Así no te golpeas y volvés a levantarte". Siempre lo hice de ese modo en la vida, papá, siempre.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Ser amigo de los hijos

Adolescentes
El amiguismo entre el padre y los hijos empezó a popularizarse hace unos años y desdibujó la figura paterna. Lo cierto es que un padre no puede ser un amigo, lo bueno sería que siempre ocupara su propio espacio. Esto tiene que ver más con una diferencia generacional que con una cuestión de autoridad.

Si el padre hace de la relación una cuestión de amistad, baja a un nivel de desarrollo, en el que puede sentirse cómodo o no, donde borra la posibilidad de que el hijo aprenda algo de él. Por ejemplo, en el famoso gol , de Diego Maradona a los ingleses, el padre puede diferir de la opinión del hijo y decirle que le parece mal que se gane con trampa.

En cambio, si se preocupa por mantener una postura amistosa, puede llegar a apartarse de sus convicciones con tal de fomentar esa cercanía. Es importante mantener el criterio y no caer en esta trampa que perjudica a los chicos más que a nadie.