Cuando los niños son capaces de utilizar con control sus facultades corporales, gracias a la cantidad de energía que posee, es capaz de dedicarse al aprendizaje de habilidades y toda suerte de destrezas en que antes no había alcanzado plena perfección. Las niñas de seis años, aproximadamente, pasan largos ratos jugando a la cocina o simplemente cantando con sus amiguitas, juegos además que requerirán ajustes musculares precisos. El ritmo complejo de saltar a la cuerda, las complicadas maniobras en la bicicleta o en los patines de ruedas presuponen un dominio de las facultades corporales que no se posee a los cuatro o cinco años. Es el momento de desarrollar músculos que no se logran ejercitar con ejercicios bruscos.
