LOS PADRES EXIGENTES
Los padres de este tipo son dictatoriales. El mensaje que trasmiten a los niños es: "Yo soy el jefe y el que manda aquí soy yo. Lo que tú creas o lo que tú pienses, no importa en absoluto". El niño recibe este mensaje, y responde de alguna de las siguientes maneras:
—"Siempre quieren que yo sea algo distinto de lo que soy".
—"Más vale que me comporte como un robot".
—"No importa la edad que tenga, siempre me tratan como si tuviera tres años".
—"Nunca nos reímos. Ellos no saben jugar ni divertirse".
—No saben quién soy yo. Nunca me preguntan qué es lo que pienso o qué siento".
—"No me aceptan. Creo que ni siquiera me aman".
Para el niño, el padre exigente, dictatorial, es como un sargento del ejército o un instructor de las fuerzas navales, ejercitándolos. Todos sabemos los resultados de ser el más pequeño y el más débil y tener que lidiar con esa clase de persona.
Los padres de este tipo son dictatoriales. El mensaje que trasmiten a los niños es: "Yo soy el jefe y el que manda aquí soy yo. Lo que tú creas o lo que tú pienses, no importa en absoluto". El niño recibe este mensaje, y responde de alguna de las siguientes maneras:
—"Siempre quieren que yo sea algo distinto de lo que soy".
—"Más vale que me comporte como un robot".
—"No importa la edad que tenga, siempre me tratan como si tuviera tres años".
—"Nunca nos reímos. Ellos no saben jugar ni divertirse".
—No saben quién soy yo. Nunca me preguntan qué es lo que pienso o qué siento".
—"No me aceptan. Creo que ni siquiera me aman".
Para el niño, el padre exigente, dictatorial, es como un sargento del ejército o un instructor de las fuerzas navales, ejercitándolos. Todos sabemos los resultados de ser el más pequeño y el más débil y tener que lidiar con esa clase de persona.
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