Todos los padres desearían que su hija o hijo disfrutara de un buen nivel de aceptación social entre sus iguales. Cómo ayudarlo a eso, sin embargo, es un terreno resbaladizo en el que no siempre resulta fácil incursionar. Un buen modo de no equivocarse es desechar la falsa impresión de que el éxito social depende de una especie de arrogancia chic. Al contrario, la base más sólida para ser querido y aceptado reside en la capacidad para sintonizar emocionalmente con los demás. Se trata de desarrollar la empatia o, por utilizar una expresión de moda, de cultivar eso que llaman la inteligencia emocional.
Las verdaderas cualidades que determinan el éxito social de una chica o un chico son la alegría y el buen carácter, pero sobre todo la sensibilidad ante los deseos y necesidades de los otros, y una cierta confianza en sus recursos, ya que les da seguridad.
Por ejemplo, hay un camino mejor para lograr aceptación que seguir senilmente a los líderes o estrellas de la clase, y consiste en ponerse del lado de los débiles.
Si nuestro hijo es testigo de que un compañero es marginado, maltratado o recibe burlas por parte de otros, animémoslo a ayudarlo, a ser amable con el a darle una mano para salir de su situación (denunciándola a los adultos si es preciso y hagámoslo sentirse orgulloso por eso.
Las verdaderas cualidades que determinan el éxito social de una chica o un chico son la alegría y el buen carácter, pero sobre todo la sensibilidad ante los deseos y necesidades de los otros, y una cierta confianza en sus recursos, ya que les da seguridad.
Por ejemplo, hay un camino mejor para lograr aceptación que seguir senilmente a los líderes o estrellas de la clase, y consiste en ponerse del lado de los débiles.
Si nuestro hijo es testigo de que un compañero es marginado, maltratado o recibe burlas por parte de otros, animémoslo a ayudarlo, a ser amable con el a darle una mano para salir de su situación (denunciándola a los adultos si es preciso y hagámoslo sentirse orgulloso por eso.
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