Consejos para prevenir las caries

Dulces de Halloween no tiene que causar estragos en los dientes de su pequeño trick-or-treat. Los niños pueden disfrutar de algunos dulces de Halloween y todavía evitar el azúcar relacionado con la caries dental. La clave para la prevención de la caries dental se encuentra en la limitación de la cantidad de dulces niños comer, y reduciendo el tiempo de azúcar permanece en la boca.

Cepillarse los dientes tan pronto como sea posible después de comer dulces puede evitar que las bacterias nocivas se desarrollen.

Los niños y los padres pueden tomar medidas adicionales para proteger sus dientes:

• Los padres deben examinar dulces de sus hijos y eliminar todo lo que consideran inaceptable antes de permitir a sus hijos a comer.

• Evite los dulces que es demasiado pegajoso o gomoso, que puede pegarse a los dientes y causa caries.

• No importa a qué hora del día los niños comer dulces, deben recordar que tener una buena higiene dental.

• Antes de Halloween rueda alrededor, un dentista puede poner selladores en las ranuras de dientes de los niños para protegerlos contra la corrosión causada por demasiada azúcar. Pregunte a su dentista pediátrico si selladores sería bueno para su hijo.

Lavar los dientes

El mejor momento para lavar los dientes es después de las comidas y antes de acostarse, puesto que es entonces cuando se produce la mayor secreción salival. La limpieza se efectuará del modo siguiente:

El cepillo debe actuar en sentido vertical, sin que importe que a veces esta práctica pueda provocar la aparición de un poco de sangre en la encía.

Esta operación debe efectuarse perpendicular, y no paralelamente, a los huesos maxilares, con el fin de evitar que las piezas se descarnen a nivel del cuello, con la consiguiente formación de caries.

CUIDADO DE LOS DIENTES

Es recomendable enseñar a limpiarse los dientes apenas despuntan los primeros molares. Sin embargo, hay dentistas que recomiendan iniciar esta operación higiénica alrededor de los dos años, porque para entonces el niño habrá adquirido ya la costumbre de copiar todo lo que vea hacer a los adultos en general, y a sus padres en particular.

Si el padre o la madre se lavan los dientes en su presencia, cualquier día el pequeño se apoderará de uno de sus cepillos e insistirá en usarlo. Éste es el momento más oportuno para comprarle un cepillo y permitir que lo utilice por su cuenta. Como es natural, al principio no mostrará gran habilidad en esta operación y los padres deberán ayudarle, si bien con mucho tacto, a manejarlo, de modo que él se sienta tan autónomo como los mayores.

De este modo se conseguirá, como con tantas otras actividades, que aquello que a veces los padres han de imponer a los hijos como deber desagradable, se presente como una actividad divertida e interesante. El fin principal de la limpieza de los dientes es el de eliminar el alimento que se queda adherido a su alrededor y, sobre todo, los restos que se introducen entre ellos. Se desaconseja en absoluto el uso de los mondadientes.