¿Y en qué se distinguen los terrores nocturnos de las pesadillas? Son muy diferentes. Los primeros son menos frecuentes que las segundas y aparecen en la mitad de la noche, en la fase más profunda del sueño. Duran escasos minutos (aunque en algunas ocasiones se prolongan durante media hora) y, al día siguiente, el chiquito no se acuerda de nada.
Es mejor no hablar con él ni intentar despertarlo (está muy excitado y totalmente desorientado: no reconoce a los padres), pero sí conviene permanecer a su lado para evitar que se lastime y por si se despierta. En este caso, es muy probable que rompa a llorar y entonces sí necesitará que hablemos con él y lo calmemos.
Es mejor no hablar con él ni intentar despertarlo (está muy excitado y totalmente desorientado: no reconoce a los padres), pero sí conviene permanecer a su lado para evitar que se lastime y por si se despierta. En este caso, es muy probable que rompa a llorar y entonces sí necesitará que hablemos con él y lo calmemos.
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