Los niños que han obtenido resultados satisfactorios se merecen la mejor recompensa: no estudiar nada en vacaciones. Volver a insistir sobre los mismos aprendizajes sería difícilmente justificable y de dudosa productividad. Es cierto que hay niños devoradores de actividades escolares que hasta piden los cuadernitos por propia iniciativa. Sin embargo, hay otras alternativas para ofrecerles:
• Algunos buenos libros. Leer es una actividad más grata y motivadora, compatible con el ocio y que, a la vez, exige trabajo intelectual.
• Actividades de tipo manual (dibujos, maquetas, construcción de aparatos sencillos, etc.), que no sólo van a precisar de su habilidad, sino también de su paciencia.
• Facilitarles los suplementos infantiles de los diarios, que contienen ideas atractivas para llenar el tiempo de ocio.
En definitiva, de lo que se trata es de que el niño cambie sustancialmente de actividad.
• Algunos buenos libros. Leer es una actividad más grata y motivadora, compatible con el ocio y que, a la vez, exige trabajo intelectual.
• Actividades de tipo manual (dibujos, maquetas, construcción de aparatos sencillos, etc.), que no sólo van a precisar de su habilidad, sino también de su paciencia.
• Facilitarles los suplementos infantiles de los diarios, que contienen ideas atractivas para llenar el tiempo de ocio.
En definitiva, de lo que se trata es de que el niño cambie sustancialmente de actividad.