¿Qué madre con los niños en edad preescolar no han escuchado la típica frase: "me compre un juguete igual a mi amigo? Quería tan mal, tengo que tener un igual ". Y se movió, ella hace la felicidad de los pequeños, pasando a veces una cantidad de momento imprevisto. Pero el otro día ... "Mamá, quiero uno de esos zapatos que brillan en la oscuridad", y así sucesivamente, cada día sabiendo un nuevo sueño de consumo que garantiza al niño, sólo que no tiene!
El hecho es que la preocupación de tener, ganar, mostrar y comprar cada vez más ciertos productos tales como ropa y juguetes, se ha convertido para muchos niños el objetivo principal de su día a día. Absorbido por el consumismo en exceso, sin embargo, se señalaron los expertos en el comportamiento del niño como personas de riesgo serio no alcanzan la verdadera felicidad en la adolescencia o la edad adulta.
Según los psicólogos, cada vez que desee consumir sin dar valor a lo que ya se produce en los niños debido a la capitalista estímulo que están expuestos natural (la televisión, por ejemplo) y una baja autoestima en los niños. La orientación es que los padres hablen con sus hijos, señalando que la felicidad depende, sí, la realización personal y ayudar a los niños a aprender a lidiar con las frustraciones del futuro. Es importante aclarar que querer algo que no está mal. Pero este deseo de hacer un puente para satisfacer la opinión de los demás no crea felicidad.
El hecho es que la preocupación de tener, ganar, mostrar y comprar cada vez más ciertos productos tales como ropa y juguetes, se ha convertido para muchos niños el objetivo principal de su día a día. Absorbido por el consumismo en exceso, sin embargo, se señalaron los expertos en el comportamiento del niño como personas de riesgo serio no alcanzan la verdadera felicidad en la adolescencia o la edad adulta.
Según los psicólogos, cada vez que desee consumir sin dar valor a lo que ya se produce en los niños debido a la capitalista estímulo que están expuestos natural (la televisión, por ejemplo) y una baja autoestima en los niños. La orientación es que los padres hablen con sus hijos, señalando que la felicidad depende, sí, la realización personal y ayudar a los niños a aprender a lidiar con las frustraciones del futuro. Es importante aclarar que querer algo que no está mal. Pero este deseo de hacer un puente para satisfacer la opinión de los demás no crea felicidad.