Las pesadillas surgen al final de la noche y, al despertar, se recuerda lo soñado con gran precisión. Reflejan residuos de conflictos emocionales que el chiquito no ha podido elaborar durante el día. En su contenido intervienen el estado físico y psíquico del pequeño, su nivel de madurez, las vivencias diurnas especialmente inquietantes...
Entre los cinco y seis años, los chicos empiezan a tener claro qué comportamientos están bien o mal, pero en más de una ocasión, se debaten entre la transgresión y el cumplimiento de las normas. Se encuentran en el jardín, o en EGB, y en el colé se les exige más. Con frecuencia se preguntan por cuestiones existenciales (el origen de la vida, la muerte...), y las relaciones entre iguales son para ellos cada vez más esenciales.
¿Demasiadas preocupaciones?
Las normales a su edad, pero no por eso menos importantes. Si a lo largo del día queda un cabo suelto que los tiene a mal traer (aprender a leer, caer en la cuenta de que mamá podría morirse, su compa del alma que ya no quiere nada con él...), cabe la posibilidad de que el inconsciente tire de ese hilo y lo transforme en un sueño atemorizante, esto es, en una pesadilla.
Entre los cinco y seis años, los chicos empiezan a tener claro qué comportamientos están bien o mal, pero en más de una ocasión, se debaten entre la transgresión y el cumplimiento de las normas. Se encuentran en el jardín, o en EGB, y en el colé se les exige más. Con frecuencia se preguntan por cuestiones existenciales (el origen de la vida, la muerte...), y las relaciones entre iguales son para ellos cada vez más esenciales.
¿Demasiadas preocupaciones?
Las normales a su edad, pero no por eso menos importantes. Si a lo largo del día queda un cabo suelto que los tiene a mal traer (aprender a leer, caer en la cuenta de que mamá podría morirse, su compa del alma que ya no quiere nada con él...), cabe la posibilidad de que el inconsciente tire de ese hilo y lo transforme en un sueño atemorizante, esto es, en una pesadilla.