La educación sexual debe empezar ya desde el nacimiento
Según los expertos, los padres podemos comenzar a impartir una buena educación sexual a nuestros hijos desde el mismo momento de su nacimiento. Basta con dejar al bebé desnudo durante algún tiempo al día. De esta forma el niño puede percibir sus genitales como una parte más de su cuerpo, si están siempre cubiertos con el pañal, las neuronas se insensibilizan y es como si no existieran.
Además, hay que tratar la zona genital de la misma manera y con el mismo mimo con que se trata cualquier otra.
Los especialistas en sexología han observado que los papis que, con tanto cariño y tanto cuidado, lavan y besan el cuerpo de sus bebés, llevados por un pudor, consciente o inconsciente, actúan de una forma más rápida o agresiva cuando llegan a los genitales. Por lo tanto, una buena manera de empezar a transmitir que el sexo es un valor positivo consiste en no eludir su zona genital y continuar lavando y cuidando amorosamente la colita y genitales del bebé con el mismo mimo con que tratamos todo su cuerpo.
Cuando el bebé cumple dos años, entra en la etapa del reconocimiento de su propia imagen, fase conocida como la del espejo. A esta edad hay que dejarlo desnudo ante el espejo para que reconozca su propio cuerpo.
Es una etapa ideal (si es que las consignas familiares permiten) para que los pequeños convivan con sus padres desnudos, si esto pertenece a la ideología educativa de los padres, y aprendan cómo son los genitales de los adultos, al mismo tiempo que a limpiar y a cuidar su cuerpo.