Los niños que desde pequeños experimentan que el argumento más contundente son los golpes no aprenden a dialogar ni a resolver sus conflictos de forma pacífica. Y es precisamente esto lo que necesitan para el futuro, tanto en la escuela como más tarde en su ámbito personal y laboral.
No serán los niños intimidados por la razón de la fuerza los que mejor se manejarán en la vida, ni tampoco los que a la primera de cambio levantan la mano. Por el contrario, serán aquellos que en su infancia han podido adquirir una sana confianza en sí mismos, un gran respeto por los demás y una buena capacidad de dialogar.
Y por último: ¿qué clase de hogar es aquel donde los adultos imponen su voluntad gracias a su mayor fuerza física? Una verdadera familia es otra cosa. Hasta los domadores del circo, para convencer a sus animales, trabajan hoy con otros métodos que los golpes.
No serán los niños intimidados por la razón de la fuerza los que mejor se manejarán en la vida, ni tampoco los que a la primera de cambio levantan la mano. Por el contrario, serán aquellos que en su infancia han podido adquirir una sana confianza en sí mismos, un gran respeto por los demás y una buena capacidad de dialogar.
Y por último: ¿qué clase de hogar es aquel donde los adultos imponen su voluntad gracias a su mayor fuerza física? Una verdadera familia es otra cosa. Hasta los domadores del circo, para convencer a sus animales, trabajan hoy con otros métodos que los golpes.