Casi por defínición, el juego es una actividad generadora de placer. Las distintas teorías psicopedagógicas se han hecho eco de esta regla básica y lo han incorporado en sus diferentes formas para la ayuda de distintos problemas de aprendizaje, de comportamiento o de relación con los demás y por supuesto, también es muy utilizado para revertir los problemas de falta de atención. Así, se logra captar el interés de los pequeños y al mismo tiempo, mejorar alguna habilidad específica.
Por ejemplo, además de mejorar su motricidad, su memoria visual o superar sus dificultades para la matemática, podrá adquirir algunas actitudes básicas para el aprendizaje como.ser: el respeto por las reglas y consignas pautadas y la aceptación de sus errores. Para la elección de una actividad adecuada y personalizada, deben tenerse en cuenta algunos de estos consejos:
Debe coincidir con los gustos personales de cada uno. Por eso, resulta fundamental saber qué cosas le interesan.
Apoyarse especialmente en sus puntos fuertes y no en sus errores. Por ejemplo, si el chico presenta enormes dificultades para permanecer mucho tiempo sentado, es inútil intentar que de un momento a otro se muestre dispuesto a armar un rompecabezas de muchas piezas.
Mostrarle varias opciones y dejar que decida cuál prefiere. De esta forma, se entusiasmará con esa actividad.
Por ejemplo, además de mejorar su motricidad, su memoria visual o superar sus dificultades para la matemática, podrá adquirir algunas actitudes básicas para el aprendizaje como.ser: el respeto por las reglas y consignas pautadas y la aceptación de sus errores. Para la elección de una actividad adecuada y personalizada, deben tenerse en cuenta algunos de estos consejos:
Debe coincidir con los gustos personales de cada uno. Por eso, resulta fundamental saber qué cosas le interesan.
Apoyarse especialmente en sus puntos fuertes y no en sus errores. Por ejemplo, si el chico presenta enormes dificultades para permanecer mucho tiempo sentado, es inútil intentar que de un momento a otro se muestre dispuesto a armar un rompecabezas de muchas piezas.
Mostrarle varias opciones y dejar que decida cuál prefiere. De esta forma, se entusiasmará con esa actividad.