Claudio precisa, ante todo, que sus padres le den claras muestras de su afecto, que lo hagan sentirse valioso y dejen de compararlo desfavorablemente con su hermano. La conducta de estos niños es una búsqueda de reconocimiento y cariño, al mismo tiempo que una demanda de comunicación. Abrámonos a ellos, dediquémosles algo más de atención y tiempo.
Seguro que descubrimos una personalidad compleja y fascinante, y ellos aprenderán a comunicarse más sincera y abiertamente, sin necesidad de escudarse en su papel de payaso. Ese papel que desempeñan tan a conciencia, porque quizás es el único que saben. Y que después de todo no es un mal papel: lo malo, como en todo es el exceso.
Si un niño tiene el don de la gracia, no hay que negárselo, sino reconocérselo y rescatar sus aspectos positivos. Pero es importante distinguir cuándo detrás de un cómico precoz existe un niño conflictivo. Cuando las bromas tienen un fuerte componente sádico, no hacen gracia y acaban hastiando a todos, hay que encender la alarma. El bufón sufre y la cosa es seria.
Seguro que descubrimos una personalidad compleja y fascinante, y ellos aprenderán a comunicarse más sincera y abiertamente, sin necesidad de escudarse en su papel de payaso. Ese papel que desempeñan tan a conciencia, porque quizás es el único que saben. Y que después de todo no es un mal papel: lo malo, como en todo es el exceso.
Si un niño tiene el don de la gracia, no hay que negárselo, sino reconocérselo y rescatar sus aspectos positivos. Pero es importante distinguir cuándo detrás de un cómico precoz existe un niño conflictivo. Cuando las bromas tienen un fuerte componente sádico, no hacen gracia y acaban hastiando a todos, hay que encender la alarma. El bufón sufre y la cosa es seria.