En casa de Pablo, el pan era tabú, mientra en la familia de Adriana uno comía cómo y cuándo quería; la madre de Miguel llevaba a los chicos todos los días a la plaza, la de Cristina sólo permitía las salidas como premio... Cada pareja llega a la paternidad con su propia infancia a cuestas, queriendo transmitir a los hijos o lo mismo que ha vivido o bien todo lo contrario.
Las opiniones de la gente son distintas
"Las diferencias de opinión de los padres, enseñan a los chicos que no existe una sola verdad inamovible, sino varias verdades."
Fuera de casa, en el jardín y en el colegio, los niños tendrán que adaptarse a la manera de ser de muchas personas diferentes. Por eso no es bueno ni realista que experimenten a los padres como si fuera un solo bloque en vez de las dos personas distintas que en realidad son. Mamá soporta el ruido mejor que papá, mientras que a mamá la saca de quicio tropezar con algún juguete olvidado en el pasillo. ¿Y qué? Cuanto antes se adapten los pequeños a estas diferencias personales, mucho mejor.
Incluso puede resultar fructífero para los chicos presenciar las discusiones de los padres. "No es bueno que coman tanto chocolate. Van a tener caries", dice el padre.
"No comen tanto -argumenta la madre-, cuando quieren algo dulce, casi siempre les doy fruta. Y, además, ellos ya saben que deben lavarse los dientes después de comer golosinas." "Bueno, si es así..."
Las opiniones de la gente son distintas
"Las diferencias de opinión de los padres, enseñan a los chicos que no existe una sola verdad inamovible, sino varias verdades."
Fuera de casa, en el jardín y en el colegio, los niños tendrán que adaptarse a la manera de ser de muchas personas diferentes. Por eso no es bueno ni realista que experimenten a los padres como si fuera un solo bloque en vez de las dos personas distintas que en realidad son. Mamá soporta el ruido mejor que papá, mientras que a mamá la saca de quicio tropezar con algún juguete olvidado en el pasillo. ¿Y qué? Cuanto antes se adapten los pequeños a estas diferencias personales, mucho mejor.
Incluso puede resultar fructífero para los chicos presenciar las discusiones de los padres. "No es bueno que coman tanto chocolate. Van a tener caries", dice el padre.
"No comen tanto -argumenta la madre-, cuando quieren algo dulce, casi siempre les doy fruta. Y, además, ellos ya saben que deben lavarse los dientes después de comer golosinas." "Bueno, si es así..."