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miércoles, 5 de diciembre de 2012

Niños con diabetes tipo 1


Mes Nacional de Concientización sobre la Diabetes puede haber terminado, pero la lucha contra esta grave enfermedad en los niños no es. Para obtener más información sobre la diabetes tipo 1 y sus síntomas, por favor ver más abajo.

Cuando un niño es diagnosticado con diabetes, la vida cambia de inmediato tanto para el niño y la familia. La diabetes es una condición que afecta la capacidad del cuerpo para utilizar la glucosa en sangre para obtener energía. El aumento de la diabetes entre los niños ha sido una tendencia en curso desde hace años, con el riesgo de desarrollar diabetes tipo 1 es más alta que prácticamente todas las otras enfermedades crónicas graves de la infancia.

Una nueva predicción alarmante indica que la diabetes tipo 1 entre los niños menores de 15 años se incrementará en un 70% en 2020. La diabetes tipo I (diabetes juvenil), es un trastorno del sistema inmune que inhibe la capacidad del cuerpo para producir insulina. El incremento previsto en el Tipo 1 representaría un cambio drástico estilo de vida de millones de niños ya que requiere de inyecciones diarias de insulina para controlar la enfermedad.

Dr. Susan Clark, director de la División de CHOC de Endocrinología y Diabetes, y su equipo de expertos clínicos son apasionados en brindar la mejor atención a los pacientes con diabetes de Choc. Desde conteo de carbohidratos a la formación con bomba de insulina, el equipo de la diabetes se centra entregar atención centrada en la familia, a través de tratamiento de la diabetes y la educación especializada a los pacientes y sus familias. En particular, para pacientes de tipo 1, la educación es la clave. Según la Dra. Clark, con atención médica adecuada, las terapias clínicas, la alimentación, la higiene y el ejercicio, un niño con diabetes puede vivir una vida plena y normal.

La diabetes tipo 1 suele aparecer de repente - a menudo se asemeja a la gripe en los niños. Según la Dra. Clark, los siguientes son los síntomas más comunes de la diabetes tipo 1:

• sed inusual
• Micción frecuente
• hambre extrema, pero la pérdida de peso
• Visión borrosa
• náuseas y vómitos
• Dolor abdominal
• Debilidad y fatiga extrema
• irritabilidad y cambios de humor

Las Noticias EE.UU. y World Report recientemente reconocido CHOC diabetes y endocrinología programa como uno de los mejores en el país. Regionalmente reconocido por su excelencia el cuidado del paciente, el equipo de CHOC de Endocrinología ofrece diagnóstico y tratamiento integral de los trastornos endocrinos y ofrece varios programas especiales innovadores y ambulatorios destinados a mejorar la calidad de vida de los pacientes.

domingo, 13 de noviembre de 2011

Tratar la diabetes infantil


El tratamiento se basa en dos grandes pedestales: dar al cuerpo la insulina que necesita y controlar la glucosa por vía de la dieta. La insulina se administra con inyecciones subcutáneas. Es el médico el que tiene que determinar su dosis y clase (hay varios tipos de insulina), y con ellas se trata de conseguir un equilibrio que disminuya el azúcar de la sangre y de la orina, sin producir un déficit que provoque hipoglucemia (una falta de azúcar).

En cuanto a la dieta, actualmente no se le da tanta importancia y debe diferenciarse poco de la de los niños sanos.

Es indispensable que los padres de los niños diabéticos sepan manejar esta enfermedad para controlar a sus hijos mientras son pequeños, y para enseñarles a controlarse solos lo antes posible, hasta que lleguen a ser autosuficientes. Los padres deben aprender a inyectar la insulina, procurando no aplicarla nunca en el mismo sitio (el tejido celular subcutáneo se atrofia). Se debe cambiar el lugar del pinchazo en 14 puntos diferentes (3 en cada brazo y 4 en cada pierna), separados entre sí 2,5 cm, con las jeringas bien esterilizadas. Deben vigilar el nivel de glucosa, analizando a diario la orina con un reactivo especial. Conviene llevar una ficha con los resultados, lo que permite aumentar o disminuir la dosis que debe inyectarse (el estrés y las infecciones pueden determinar mayor necesidad de insulina).

Asimismo, tiene que controlar la dieta. Las comidas no deben ser copiosas y hay que repartirlas en desayuno, un tentempié a media mañana (los ingredientes los determinará el médico), la comida, la merienda, lacena y un vaso de leche al acostarse. Deben evitarse los condimentos fuertes y las frutas muy dulces, y no hay que abusar de las carnes grasas, embutidos, huevos y manteca. En cambio, hay que acentuar el aporte de fruta, verdura y leche.

El niño debe acostumbrarse a no tomar golosinas y bebidas dulces, pero sí ha de llevar siempre un terrón de azúcar o un bombón consigo, que tomará cuando note que se va a producir un descenso brusco de azúcar (mareos y desmayos).

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Diabetes infantil


La genética es la principal culpable de la diabetes infantil: se debe a una predisposición hereditaria. En los niños diabéticos -como en los adultos- el páncreas no segrega casi insulina, una hormona vital para metabolizar la glucosa que tomamos con la alimentación y que es un combustible indispensable de nuestro organismo. 

Esta falta de insulina impide que la glucosa llegue a las células y hace que éstas acudan a las grasas y proteínas para sacar de ellas el combustible que necesitan, lo que provoca una acumulación de deshechos tóxicos, los cuerpos cetónicos, responsables del coma diabético. La glucosa, por su parte, queda en la sangre, elevando su nivel de azúcar, y su exceso tiene que eliminarse al orinar.

Todo esto produce un aumento de la cantidad de orina, una necesidad de beber mucho líquido y un adelgazamiento por quemar demasiadas grasas. En los niños, la diabetes tiene una característica fundamental: pasan fácilmente de tener la glucosa muy alta a tenerla muy baja, con los peligros que esto conlleva. Por eso, se impone controlarla bien.