Una solución para niños agresivos
Mi hijo de cuatro años no puede controlar sus impulsos agresivos. De pronto le da por pegarle a otro nene o darle una patada a la pared. Lo consulté con una pedagoga, por miedo a que no sólo hiciese daño a otros chicos sino que se lastimase él mismo. Me aconsejó que le proporcionase un gran almohadón donde pudiera descargarse a gusto dando puñetazos, y una pelota para arrojar contra la pared del patio, animándolo a que lo hiciese con todas sus fuerzas. Me está dando unos resultados fenomenales. A veces él solo me pide "Mamá, quiero pegarle a la almohada"
Mi hijo de cuatro años no puede controlar sus impulsos agresivos. De pronto le da por pegarle a otro nene o darle una patada a la pared. Lo consulté con una pedagoga, por miedo a que no sólo hiciese daño a otros chicos sino que se lastimase él mismo. Me aconsejó que le proporcionase un gran almohadón donde pudiera descargarse a gusto dando puñetazos, y una pelota para arrojar contra la pared del patio, animándolo a que lo hiciese con todas sus fuerzas. Me está dando unos resultados fenomenales. A veces él solo me pide "Mamá, quiero pegarle a la almohada"