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viernes, 6 de mayo de 2011

Los buenos padres


Los padres genuinos sienten positivamente acerca de ellos mismos y de sus hijos. E mensaje que envían es: "Me gustas. Eres buena persona". El hijo de padres que lo quieren genuinamente recibe, como todo niño, el mensaje que le envían, y responde de estas maneras:

—"Les gusto".
—"Me dan responsabilidades".
—"Puedo hablarles: me atienden".
—"Les gusta besarse y apretujarse conmigo".
—"Si se equivocan, lo admiten".
—"Me toman en serio".
—"Les gusta estar conmigo".

Cómo se sienten interiormente los hijos de padres genuinos: Estos niños poseen propia estimación. Y se dicen a sí mismos:

—"Me siento una persona; no una cosa que empujar para un lado y para el otro".
— Soy un miembro importante de esta familia".
— Me tienen en cuenta. Yo aporto algo a la familia".
— La mayoría de las personas que conozca me aceptarán".

Como se comportan los hijos de padres genuinos: Los hijos de padres genuinamente interesados en sus hijos, son niños muy capaces. Son espontáneos, activos, energéticos, felices; se llenan de entusiasmo; son confiados, un poco "sabiondos", pero abiertos a nuevas ideas; reflexivos y muy considerados con los demás.


Cómo se originan los padres genuinos:
Cuando estos padres a su vez eran niños, sus propios padres tenían fe en ellos, o bien, ya de mayores, han sido personas que han hallado la manera de sentirse en paz consigo mismas, y que en algún momento, tomaron la decisión consciente de que no iban a hacer el papel de víctimas en este mundo. Estos padres se toman en serio a sí mismos.

Sienten al mismo tiempo respeto y compasión por sus personas, pero evitando ser indulgentes, malcriarse o engañarse con respecto a lo que son. Cuando cometen un error, lo utilizan como una oportunidad de aprendizaje. Se recuperan por sí mismos, sin necesidad de perder tiempo en lamentaciones inútiles. Los padres genuinos saben cómo divertirse. Y puede considerarse que sus hijos son niños muy, muy afortunados.