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Cómo alimentarse y alimentar a sus hijos

Madre es madre! Y para la mayoría, la mayor preocupación en el día a día con los niños es sin duda la comida. Algunos porque los niños ...

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viernes, 29 de junio de 2012

Hijos de padres mayores


Y la preparación de los hermanos antes de su nacimiento es fundamental. ¿Cómo disponer el "colchoncito" en el que el bebé va a caer? La manera en que se encare su llegada va a condicionar el recibimiento y la conducta de los chicos grandes hacia él. El estilo de los padres suele ser variado. Algunas, tal vez, hablen compulsivamente del bebé, metiéndolo "de prepo" en todas las conversaciones.

Otros puede ser que lo omitan voluntariamente para no herir a los demás, a los que sobreprotegen y les permiten hacer y decir lo que quieren para que no sufran. También se puede manejar la cuestión con cierta flexibilidad y dejar que el tema aparezca naturalmente, sin forzarlo, pero tampoco negandolo. Lo ideal es que los padres charlen del nuevo hijo con los hermanos, pero que no sea el único tema, capaz de modificar, de pronto, lo que compartían hasta ahora.

Cuando los chicos son adolescentes la novedad no siempre les cae tan bien. Están pasando por un período en que los dueños de la sexualidad y de la fertilidad son ellos. Y que sus padres los sorprendan con una prueba tan fehaciente de juventud no les hace la menor gracia. Es más, algunos llegan a sentir vergüenza frente a sus pares, aunque, después cuando el bebé nace, lo miman y lo malcrían a rabiar, tanto ellos como sus amigos.

Lo cierto es que, en general, el juguete nuevo llega a tener a toda la familia dulcemente "enloquecida". En casa de los Colángelo, Fernanda muestra su propio álbum de fotografías de la beba. Las tomó ella misma y las lleva a la escuela junto con carpetas y libros, para mostrarselas a sus compañeras. Y entre las hazañas que Ricky cuenta orgulloso que sabe sostener a su hermana y cambiarle los pañales con una seguridad insuperable parece ser la más destacada.

Sin embargo, la pregunta de rigor surge. ¿Los celos tuvieron espacio para retozar o no? Mamá explica sabiamente que no fueron celos manifiestos y abiertos, pero los chicos se hicieron -y se hacen- eco de este cambio en sus vidas. Fernanda, por ejemplo, durante el embarazo de su madre se inventaba actividades y modos de evadirse. ("Tenía miedo -dice- porque sabía que mamá iba a pasar por una cesárea.") Y Ricky, con una comicidad que seduce a mamá hasta poder con ella, a veces la hace renegar más de la cuenta para avisar que él también existe (¿o qué se creían?).

viernes, 15 de junio de 2012

Ser padres mayores


Conmoción en la familia: Lucy iba a ser otra vez mamá.  "Siempre quise tener otro hijo, porque me encantan todos los chicos, no sólo los míos. Traía a casa al chiquito de unos amigos para mimarlo. Cuando mi marido supo que estaba embarazada, lo primero que sintió fue miedo de que los otros -que ya son grandecitos- se sintiesen mal.''

Pero Ricky (9 años) y Fernanda (13 años) ya se habían enterado. Su mamá se había encargado de comunicárselos. "Cuando mami me lo dijo yo pensé que era mentira", comenta Fernanda. Y Ricky dice: ' 'Escuché que mamá se lo decía a una tía y también pensé que era una broma, pero ella me aseguró que no". Los dos se habían enfrentado a la verdad; un herma-nito estaba por llegar. Y finalmente apareció María de los Angeles, una beba regordeta y tranquila que los tiene fascinados.

Ricardo padre cuenta que mientras esperaba su nacimiento en el sanatorio él fumaba y su hijo (como un padre primerizo) caminaba nervioso por el pasillo. "Déjame caminar, papá; vos fumas, y yo me saco los nervios así."

Había pasado un tiempo razonable desde el último hijo, y no es demasiado frecuente que, después de algunos años, aparezca otro bebé. Por eso éste es un acontecimiento con características particulares y que tiene sus bemoles.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Explicar a un niño el embarazo


Para explicar el embarazo, por ejemplo, se puede decir que la semilla es tan chiquita que tiene que estar protegida dentro de la mamá hasta que se haga grande. Puede ser que el niño  quede satisfecho con la respuesta, pero puede ser que quiera saber más: "Sí, pero, ¿cómo se metió en la panza?".

Para los más chiquitos basta con la explicación de que los niños se forman allí porque papá y mamá se quieren, se ponen muy juntos y se besan y se abrazan. También es importante decirles que los bebés vienen porque se los desea.  Normalmente ni piden ni necesitan saber más.

No hay que extralimitarse ni quedarse corto.

Cuando vayan siendo algo más grandes, habrá que ir ampliando el contenido informativo de nuestras respuestas, siguiendo la regla de oro de que no hay que quedarse corto ni excederse, es decir: responder siempre abierta y claramente a sus preguntas, pero no ir más allá de lo que su curiosidad nos pide.

Por ejemplo, si es un niño de cinco o seis años el que hace la pregunta "¿Y cómo entra la semilla?", típica en esta edad, es el momento de explicar que el pene de papá es como un tubo que entra en la vagina, el hueco que tiene la mamá. Hay que dar explicaciones muy reales y muy ajustadas, sin darle más vueltas ni más importancia. Con frecuencia los padres tienden a envolver toda esta historia de amor, pasión y magia: Papá y yo nos queríamos tanto...', y es que, inconscientemente, se relaciona el sexo con algo malo y, por eso, se envuelve en amor y pasión, que se consideran valores positivos. Quizá sea mejor explicar estos temas de manera más racional.

lunes, 28 de marzo de 2011

Precauciones para el nacimiento de un hermano

De ser posible, no enviemos al niño esos días afuera de su casa, como se hace a menudo, ya que puede vivirlo como un destierro que confirma sus temores. En su hogar es donde se siente mejor y es mejor que venga la persona que lo cuidará esos días, ya que ahora, más que nunca, necesita un lugar donde sentirse seguro. Volver a casa después de una ausencia y encontrarse con "el otro" no es una buena manera de empezar las relaciones.


Asimismo es bueno que el niño concurra a la clínica y participe del acontecimiento familiar (por supuesto que eso no implica asistir al parto). Pero, será un modo de involucrarlo en el suceso y de demostrarle que él sigue siendo importante.

Esos días deberá sufrir también la ausencia de su papá. Debemos explicarle los motivos de todo eso. Pero, mientras mamá esté hospitalizada, el papá tiene que aprovechar la ocasión para estrechar su contacto con el pequeño y mostrarle su inmenso cariño y apoyo.

Un momento primordial es el de la vuelta a casa. Resulta fundamental mostrarle la alegría que nos produce estar juntos otra vez y escuchar con atención cuando nos cuente qué ha hecho en nuestra ausencia.

sábado, 26 de marzo de 2011

Cuidado con los celos por la llegada del bebé


Cuidado con lo que dicen las visitas

Hay que evitar a toda costa comentarios desafortunados de los parientes y visitas, como "ya te queda poco tiempo de ser el rey de la casa", comentarios que, podemos estar seguros, no serán buenos para la criatura y no lo pondrán de muy buen ánimo para recibir al hermanito que va a venir. Además, debemos explicarle que el nuevo integrante lo va a querer muchísimo y que él podrá cuidarlo y protegerlo. Pero no debemos exagerar ni pintarlo todo de color rosa, porque así evitaremos decepciones.

El primogénito tendrá que pasar inevitablemente por momentos difíciles, así que tampoco conviene prometer cuadros idílicos ni de beatífica armonía.

Pero, eso sí, debemos tener especial cuidado en hacer sentir a nuestro hijo en estos meses lo mucho que lo queremos, lo especial que es para nosotros y que ni nuestro cariño por él ni su posición en la casa van a verse amenazados por las circunstancias que se avecinan. Este es el mejor modo de ayudarlo con sus preocupaciones y de que las cosas sean más fáciles después del nacimiento del bebé.

Cuando el parto esté ya muy cerca, debemos asegurarle al pequeño que mamá no se irá al hospital sin avisarle: así evitaremos posibles trastornos del sueño. Incluso, si el imprevisto se presenta durante la noche, hay que despertarlo para despedirse de él.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Prepararse para la llegada de un hermano


Y desde ese mismo momento debemos prepararnos para los celos. No hay cosa más natural, y no debe tomarnos desprevenidos. Algunos padres, al no saber que los celos se presentan siempre e inevitablemente, tienen terribles sentimientos de culpa o incluso dudan en darle a su primogénito el disgusto de darle un hermanito.

Pero no hay que asustarse. Lo extraño sería que los celos del mayor no se presentasen. Aunque pensemos que tener un hermanito debería alegrarlo, pongámonos en su caso. El hasta ahora rey de la casa ve amenazado su disfrute exclusivo de los mimos y atenciones de toda la familia. Un usurpador está al acecho.

La situación para él es muy parecida, e igual de grave y amenazadora, que la que sufre un rey cuando ve peligrar su trono, o un amante que va a ser desplazado por un rival. La cosa no es, por lo tanto, para tomarla en broma.


¿Qué podemos hacer? En estos meses previos al parto hay que informarle con claridad lo que ocurrirá y contestar a sus preguntas. Conviene también interesarlo en el arreglo de la habitación y en el ajuar del futuro bebé. Si vamos a usar objetos que han sido suyos, no le digamos que ya no lo son. Y, por supuesto, no le quitemos nada que sea actualmente suyo para destinarlo al que va a venir. Será conveniente dejarlo tomar parte en alguna decisión sobre los preparativos. Así le damos la oportunidad de involucrarse y de sentirse importante.

lunes, 7 de junio de 2010

La llegada de un nuevo hijo


La edad que tenga el otro niño marcará el grado de profundidad y de explicaciones a dar, así como el lenguaje a utilizar pero siempre es importante informarle de lo que está sucediendo y de lo que va a ocurrir de manera de reforzar un ambiente asegurador en torno suyo y de sentirse integrado a los cambios de la vida familiar.

Ya que los primeros tres meses constituyen el período de mayor riesgo en el embarazo, sería adecuado esperar ese tiempo antes de darle la noticia, debiendo ser los padres los encargados de hablar con el niño y pudiendo los tres juntos compartir este momento, con palabras sencillas, donde pueda primar el afecto, contándole por ejemplo que: "Así como antes de nacer tú, estuviste en la panza de mamá, ahora mamá y papá van a tener otro hijo. El bebe irá creciendo dentro de la panza igual que pasó contigo hasta que nazca."