Entrada destacada

Cómo alimentarse y alimentar a sus hijos

Madre es madre! Y para la mayoría, la mayor preocupación en el día a día con los niños es sin duda la comida. Algunos porque los niños ...

Mostrando entradas con la etiqueta hermanos mayores. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta hermanos mayores. Mostrar todas las entradas

sábado, 6 de agosto de 2011

Hijos distintos


La personalidad de un niño, no sólo es consecuencia de los condicionamientos genéticos y ambientales, sino que también depende de la ubicación en el orden fraterno. Para conocer la incidencia de este factor en el comportamiento de nuestros hijos, aquí una nota que nos ayudará a corregir rumbos.

Freud lo indicó claramente cuando observó que la posición de un hijo en la secuencia de hermanos y hermanas es muy significativa para el curso posterior de su vida.

Es interesante recordar que los hermanos mayores de una misma familia, por ejemplo, pueden sentirse ligados por frustraciones o alegrías comunes pero, a la hora de determinar quién manda, comenzará la discusión y se desarmará el equipo. Reglas básicas de este tipo condicionarán de alguna manera las relaciones entre nuestros hijos y las que mantienen con el entorno. También determinarán nuestro propio rol cuando tratemos de zanjar conflictos entre los pequeños y cuando ellos elijan a sus amigos (y más tarde a sus parejas). Por otra parte, esta nota servirá también para que descubramos por qué nosotros como padres somos como somos.

sábado, 12 de febrero de 2011

Hermano mayor de distinto sexo


Anteriormente hemos descrito situaciones con hermanos del mismo sexo. La cuestión es más complicada cuando el sexo del (o la) mayor es distinto del de los hermanos que siguen. En estos casos, puede aparecer el boicot y los padres solemos encontrarnos ante una batalla campal donde todos discuten los derechos de todos.


Así, el espacio de la casa se verá surcado de dichos como los siguientes: "¡Qué metido...!. Mira, se la da de grande...". "Quién te crees que sos...", por citar sólo algunos. Momentos en que habrá que inspirar profundo, ya que por más que gritemos "alto el fuego". todo será inútil. No debemos olvidar que tenemos una sola vida y es importante que la cuidemos, sobre todo porque hay que seguir educándolos.


También es conveniente recordar que el tiempo hace milagros y, si las cosas se hicieron bien, pasados unos años (no muchos), los niños descubrirán que se aman profundamente y que se necesitan muchísimo. Mientras tanto, no nos queda más que aprender de la sabiduría china, en la que la paciencia aparece como la madre de otras virtudes.

viernes, 11 de febrero de 2011

El hermano mayor como ídolo


En ciertas ocasiones el hermano más grande intenta pasar lo más inadvertido posible para poder hacer su vida. No se presenta como modelo de nada y son sus hermanos los que le adjudican toda clase de poderes maravillosos y deseables.

Lo que hacen es proyectar en él todos sus incipientes deseos de libertad, crecimiento y cambio, y por eso lo entronizan como modelo. En el caso de las niñas, se peinarán y maquillarán como su hermana mayor; intentarán usar su ropa y hasta adoptarán su estilo. En tanto los varones emplearán la jerga, el look y demás hierbas del "hombre de la casa".

miércoles, 9 de febrero de 2011

El hermano mayor como modelo


Cuando en la familia hay un hermano mayor (de 15 ó 16 años) y los que le siguen son preadolescentes, el más grande suele terminar siendo el "padre" o la "madre" de los otros. Esta situación puede tener que ver con dos circunstancias que suelen repetirse con frecuencia: que él se ofrezca como modelo o que sea tomado como tal.

Nuestro hijo adolescente está grande, muy grande, y siente que en los últimos tres o cuatro años ha aprendido "todo" y mucho más. Por eso, cada vez que les hacemos una observación a sus hermanos más niños, nos mira como diciendo: "De dónde sacaste eso... Por favor...". Entonces, uno no sabe si realmente debe hacer las valijas y dejar el lugar que con mucho costo ocupaba o pegar cuatro gritos y mandarlos a todos a "limpiarse los mocos...", como decían nuestros padres.

Sucede que nuestro hijo mayor está creciendo y alista tropa para librar la propia guerra. Por su parte, los más niños, fascinados por el liderazgo de su hermano, lo convierten en modelo, amo y señor, y aprovechan a jugar su propia batalla de "emancipación anticipada".