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Cómo alimentarse y alimentar a sus hijos

Madre es madre! Y para la mayoría, la mayor preocupación en el día a día con los niños es sin duda la comida. Algunos porque los niños ...

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Los chicos quieren ser protagonistas


La madre de Camila le preguntó un día a su hija por qué nunca invitaba a casa a ninguna compañera del colegio. De pronto Camila se deshizo en llanto y declaró que nadie quería hablar ni salir con ella.

Ser admitido entre los compañeros, tener un lugar en el grupo, es muy importante en la pubertad. Si los amigos para un niño son siempre fundamentales, en la adolescencia las amistades llegan a ser más cercanas e intensas que en ninguna otra época de la vida. Es normal, por lo tanto, que el asunto ocupe un lugar preferente entre las preocupaciones de las chicas y chicos de esta edad.

¿Qué les confiere popularidad? Se han realizado diversos estudios sobre cuáles son las cualidades que hacen a los adolescentes populares entre sus compañeros. En las chicas ocupan un lugar destacado la belleza física, usar una ropa atractiva, ser socialmente habilidosas y atraer a los chicos.

El éxito académico, en cambio, no parece contar mucho a esta edad (aunque sí importará más adelante). En cuanto a los varones, los rasgos más apreciados son, al parecer, la habilidad atlética, la masculinidad y, nuevamente, la habilidad social (sobre qué es esta misteriosa facultad volveremos más tarde). Y en ambos sexos parece importante tener ciertas posesiones materiales, como la computadora y los juegos electrónicos.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Explicar a un niño el embarazo


Para explicar el embarazo, por ejemplo, se puede decir que la semilla es tan chiquita que tiene que estar protegida dentro de la mamá hasta que se haga grande. Puede ser que el niño  quede satisfecho con la respuesta, pero puede ser que quiera saber más: "Sí, pero, ¿cómo se metió en la panza?".

Para los más chiquitos basta con la explicación de que los niños se forman allí porque papá y mamá se quieren, se ponen muy juntos y se besan y se abrazan. También es importante decirles que los bebés vienen porque se los desea.  Normalmente ni piden ni necesitan saber más.

No hay que extralimitarse ni quedarse corto.

Cuando vayan siendo algo más grandes, habrá que ir ampliando el contenido informativo de nuestras respuestas, siguiendo la regla de oro de que no hay que quedarse corto ni excederse, es decir: responder siempre abierta y claramente a sus preguntas, pero no ir más allá de lo que su curiosidad nos pide.

Por ejemplo, si es un niño de cinco o seis años el que hace la pregunta "¿Y cómo entra la semilla?", típica en esta edad, es el momento de explicar que el pene de papá es como un tubo que entra en la vagina, el hueco que tiene la mamá. Hay que dar explicaciones muy reales y muy ajustadas, sin darle más vueltas ni más importancia. Con frecuencia los padres tienden a envolver toda esta historia de amor, pasión y magia: Papá y yo nos queríamos tanto...', y es que, inconscientemente, se relaciona el sexo con algo malo y, por eso, se envuelve en amor y pasión, que se consideran valores positivos. Quizá sea mejor explicar estos temas de manera más racional.

sábado, 10 de diciembre de 2011

Visitas periódicas al dentista


Conviene llevar el niño al dentista cada seis meses, a partir de los tres años, ya que en esta edad puede iniciarse la aparición de la caries. El momento oportuno para curar una caries es aquel en el que su cavidad aún es diminuta, y de este modo se salvan las piezas y se impiden las complicaciones, tales como abscesos y granulomas.

Aunque el pequeño no sufra caries, es conveniente llevarlo de vez en cuando al dentista para que revise su boca y con ello evite posibles enfermedades. Además, el control odontológico de seguridad acostumbrará al niño a no temer al dentista, de modo que, si se presenta el caso, se comportará bien y las curas podrán ser efectuadas a fondo, y no de un modo aproximado y rápido como ocurre cuando el niño está aterrorizado.

Muchas veces creen los padres que no debe preocupar la caries de los dientes de leche, puesto que al fin y al cabo éstos serán sustituidos por los definitivos. Esto es un grave error. Un diente cariado, además de poder causar molestias al pequeño, es capaz de provocar una infección que se propague al diente que crece debajo y a veces incluso al hueso maxilar. Por otra parte, si se llega hasta el punto de tener que extraer el diente cariado, la herida causa la formación de un espacio hueco que tal vez obligue a las piezas vecinas a crecer en una posición anómala, limitando con ello el espacio disponible para el diente definitivo cuando éste brote de la encía.

En cuanto a la cronología de aparición de los dientes de leche, hay que tener en cuenta que puede presentar variaciones: algún retardo, nacimiento primero del incisivo medio superior que los inferiores, etc.

Estas pequeñas irregularidades no pueden ser interpretadas como un signo de enfermedad. Tan sólo en el caso de un retardo muy acentuado o de una aparición muy precoz, debe consultarse al médico.

martes, 6 de diciembre de 2011

Diabetes infantil, enseñarles a controlarse solos


A partir de una cierta edad, los padres tienen que enseñarles a inyectarse solos, a cuidar que sus jeringas estén en buen estado, a saber qué alimentos los perjudican, a detectar cuándo se produce un descenso brusco del azúcar (tienen que saber que la excesiva actividad física puede disminuir la glucemia, por lo que si corren, se mueven o hacen ejercicio tienen que tomar antes un caramelo, un terrón...). A partir de los 9-10 años pueden ya manejar sus pruebas de orina y sus inyecciones (sin interpretar por sí mismos los resultados) y, entre los 16-17 ser totalmente autosuficientes.

Si la diabetes se trata adecuadamente, el crecimiento y la vida del niño serán totalmente normales. Los padres tienen que buscar que sus hijos diabéticos vivan como los demás, que no se sientan distintos, evitando protegerlos demasiado, o someterlos a restricciones muy estrictas, porque de lo que se trata, es de alentar su independencia y su contacto normal con los otros niños.

domingo, 4 de diciembre de 2011

Lavar los dientes


El mejor momento para lavar los dientes es después de las comidas y antes de acostarse, puesto que es entonces cuando se produce la mayor secreción salival. La limpieza se efectuará del modo siguiente:

El cepillo debe actuar en sentido vertical, sin que importe que a veces esta práctica pueda provocar la aparición de un poco de sangre en la encía.

Esta operación debe efectuarse perpendicular, y no paralelamente, a los huesos maxilares, con el fin de evitar que las piezas se descarnen a nivel del cuello, con la consiguiente formación de caries.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Las respuestas a los niños


Lo ideal es abordar el tema cuando el pequeño muestre interés o dé muestras de querer comenzar el diálogo. Para eso, nada mejor que aprovechar esas ocasiones ideales, esos momentos privilegiados que nos ponen el tema en ban-deja, como es un embarazo o un nacimiento cercano. Hay que tener en cuenta que un niño debería saber -ya antes de los tres años- que los bebés crecen dentro de su madre.

Es importante olvidarnos del clásico cuento de la cigüeña o el origen parisino de los bebés. Tampoco tienen sentido las teorías que buscaban un símil en el mundo vegetal para explicar el origen de la vida. Debemos arrinconar también la famosa teoría de las flores y comenzar las explicaciones dando sólo un anticipo, sin ofrecer demasiada información ni usar todavía un lenguaje muy técnico. Hablar de una forma sencilla, clara y corta. No llegar más allá. Para hablar de las diferencias entre los chicos y las chicas, a veces, es útil recurrir a una ilustración.

Las verdades de Perogrullo a los niños les encantan y las entienden. La mejor manera en que ellos reciben la información es si se les hace llegar en forma de cuento.

La típica pregunta "¿De dónde vienen los chicos?", ya no nos plantea ningún problema a los padres: "Están en la panza de sus mamas porque ahí es donde están todos los bebés antes de nacer", puede ser una buena respuesta.

Puede explicarse a los niños que una semilla de dos partes, una que pone papá y otra que pone mamá se juntan dentro de mamá para formar el bebito.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

La etapa de los por qué


¿Qué hacer ante la avalancha de preguntas? En primer lugar, estar prevenidos. Es muy importante que el asunto no nos tome de improviso, porque la inoportuna pregunta puede caer en el momento de las compras, en casa de los abuelitos, en el ómnibus o en el lugar y circunstancias menos apropiados. Y estemos donde estemos liav que ofrecer una salida airosa de inmediato.

Lo fundamental es no frenar su curiosidad para no dar la impresión de que hay cosas sobre las que no conviene preguntar demasiado, no ponerse nervioso ni escabullirse, sino responder clara y concretamente en el mismo momento en que el pequeño pregunte, sin extenderse en largas explicaciones, y hacerlo en el mismo tono en que se habla sobre otras cosas, ya que, si captan que se trata de algo que desagrada a los padres, dejarán de preguntar.

Es fundamental mantener una actitud abierta y receptiva. Recordar que, si el chico pregunta, es porque tiene confianza, no hay que defraudarlo con evasivas o silencio, pero tampoco obsesionarse por encontrar la respuesta exacta, no hacen falta tratados ni explicaciones exhaustivas. Por supuesto, nunca debemos contestar con tonterías o absurdos, ya que él está tratando de informarse sobre el mundo. El niño que descubra ahora que aprender es emocionante desarrollará esta afición durante toda su vida. A veces, una explicación preliminar sencilla puede acompañarse de una postergación de la explicación detallada para "más adelante", "cuando seas más grande". Estas son promesas que deben cumplirse a rajatabla.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Educación sexual


Hacia los dos años y medio, el niño empieza a controlar esfínteres. Por lo tanto, es un momento perfecto para que papá acompañe al niño al baño, le enseñe cómo él hace pis de pie y cómo se limpia. La mamá podrá hacer lo mismo con su hija. No es por una razón especial, simplemente porque suele enseñar mejor quien lo practica. Así que cada uno demostrará a su manera estas tareas comunes diferenciadas por el género.

De todas formas, hasta la edad de tres años y medio, los niños no son plenamente conscientes de su propio sexo, eso sí, la curiosidad sobre el tema suele empezar a surgirles ya desde un poco antes.

Un buen día, probablemente aprovechando una de esas situaciones, el varón o la nena preguntarán "¿por qué un chico es un varón y no una nena?". Seguramente no será el primer aviso. Y es que entre los tres y los cuatro años, entran de lleno en una etapa nueva divertidísima y agotadora: la edad del "por qué". Ahora pueden llegan a formular hasta cuatrocientas preguntas diarias. Las hay de todos los tipos y, en lo que respecta al sexo, con tales grados de complejidad e imaginación que más de una vez nos harán tragar saliva y palidecer. Los chicos son así, ocurrentes y curiosos. No saben lo que son los tabúes ni prejuicios y, por lo tanto, preguntan sin miedo ni medida.

sábado, 26 de noviembre de 2011

CUIDADO DE LOS DIENTES


Es recomendable enseñar a limpiarse los dientes apenas despuntan los primeros molares. Sin embargo, hay dentistas que recomiendan iniciar esta operación higiénica alrededor de los dos años, porque para entonces el niño habrá adquirido ya la costumbre de copiar todo lo que vea hacer a los adultos en general, y a sus padres en particular.

Si el padre o la madre se lavan los dientes en su presencia, cualquier día el pequeño se apoderará de uno de sus cepillos e insistirá en usarlo. Éste es el momento más oportuno para comprarle un cepillo y permitir que lo utilice por su cuenta. Como es natural, al principio no mostrará gran habilidad en esta operación y los padres deberán ayudarle, si bien con mucho tacto, a manejarlo, de modo que él se sienta tan autónomo como los mayores.

De este modo se conseguirá, como con tantas otras actividades, que aquello que a veces los padres han de imponer a los hijos como deber desagradable, se presente como una actividad divertida e interesante. El fin principal de la limpieza de los dientes es el de eliminar el alimento que se queda adherido a su alrededor y, sobre todo, los restos que se introducen entre ellos. Se desaconseja en absoluto el uso de los mondadientes.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Cómo detectar si un niño es diabético


Hay una primera fase, la prediabética, en la que no se puede asegurar si padece o no la enfermedad. Si alguno de los padres lo es o hay antecedentes diabéticos en la familia, hay que estar muy alerta por si surgen una serie de síntomas que puedan significar diabetes infantil.

Los más característicos son la pérdida de peso, el aumento de la sed y del apetito y las ganas constantes de hacer pis. Muchas veces el niño que ha dejado de orinar de noche vuelve a hacerlo.

SI esto ocurre, hay que llevar al chico al médico y someterlo a análisis. Sólo el especialista puede diagnosticar si existe o no la enfermedad. El control médico debe seguir siempre. Cada tres meses la visita al especialista se impone como una obligación.

En estas revisiones se estudia la evolución del peso, altura, alimentación, nivel de grasas, y se analiza el nivel de glucosa.