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Cómo alimentarse y alimentar a sus hijos

Madre es madre! Y para la mayoría, la mayor preocupación en el día a día con los niños es sin duda la comida. Algunos porque los niños ...

viernes, 30 de diciembre de 2011

Cómo ser chicos populares


¿Demasiadas cualidades? Es posible, pero no necesariamente hay que poseerlas todas ni convertirse en el líder de todos los grupos. Sin embargo, es importante que los padres las conozcan, porque puede darse el caso de que tengan que aconsejar a sus hijos si los ven muy desorientados en sus relaciones.

Claro esta que en estos asuntos hay que ser discreto y tener mucho tacto, porque el chico debe ser el protagonista de su vida social, especialmente en la adolescencia, y no es bueno estar encima sobreprotegiendolo y dirigiendo su conducta. Necesitan autonomía y la sobreprotección es otra característica que se da en muchos chicos impopulares y rechazados. Pero no olvidemos lo que hemos dicho sobre que un buen clima familiar favorece que los hijos aprendan el modo de ser aceptados entre sus amigos.

Una característica frecuente de los chicos populares es que suelen tener padres que los apoyan y los ayudan en todo. Si nuestro hijo tiene muy poco contacto con los de su edad, quizá valga la pena hablar con él, explicarle qué cosas irritan a los otros y sugerirle como ser agradable, qué temas de conversación pueden interesar a los demás, etc.

En ciertos casos, un discreto cambio de impresiones con su maestra o profesores, que a veces tiene resortes para influir en la vida social de b dase, puede ser de mucha ayuda.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Las preguntas sobre sexualidad

Todas las preguntas tienen respuesta

Es fundamental contestar siempre a sus preguntas. Irse por la tangente o eludir el tema es defraudarlos y coartar su natural curiosidad. Debemos responder la verdad, explicar las cosas de una forma clara, natural, cargada de sentido común. Evitar los razonamientos complicados, los tecnicismos y el obsesionarnos por dar una respuesta muy precisa. Respondamos de modo natural y ayudándonos de pequeñas comparaciones y ejemplos.

El niño no siempre podrá entendernos, pero esto no es tan grave. Lo que importa es que sepa que las preguntas tienen respuestas. Nuestra misión es responder a las cuestiones más complicadas de la forma más espontánea posible, de la misma manera que se contesta a cualquier otro interrogante que planteen.

En el mercado existen buenos libros dedicados a los niños, con ilustraciones y explicaciones sencillas, que son excelentes auxiliares de los papis en este tipo de información. Y una regla de oro: adaptar la respuesta a la mentalidad de cada chico, no dando más explicaciones si queda satisfecho. No ir nunca más allá de lo que su curiosidad pide. Tan malo es quedarse corto como excederse y dar una explicación que no entienden o no viene al caso. Y, sobre todo, hay que hablarles del sexo honestamente, explicando sus peligros para que puedan defenderse. El sexo es un valor y no hay que relacionarlo con temas negativos, ya que se corre el riesgo de que se identifique así. Es bueno que los chicos ejerzan su sexualidad. Es una calle que tienen que aprender a cruzar, no un precipicio.

lunes, 26 de diciembre de 2011

La habilidad social de los adolescentes


¿En qué consiste la habilidad social? Antes nos referíamos a ella como un factor que facilita la popularidad de chicas y chicos entre sus iguales.  Sería más exacto hablar de un conjunto de habilidades saber solucionar conflictos entre amigos; comunicarse con ellos de una forma amistosa, sensible y cooperadora; pedir explicaciones ante la reacción de un compañero en lugar de responder con brusquedad; adaptarse al funcionamiento de un grupo cuando se pretende formar parte de el...

Aún podríamos elaborar un listado más detallado de las características que hacen que un chico sea popular entre sus compañeros: saber restar importancia a los conflictos, ser bueno organizando juegos y actividades en general, saber escuchar, tener sentido del humor, hacer cumplidos...

Entre las cualidades que se buscan en un amigo también están el que sea alegre y simpático, que no sea mandón, que comparta sus cosas, que dé la cara por los amigos, que no cambie bruscamente de humor de un día a otro...

sábado, 24 de diciembre de 2011

La sexualidad con naturalidad


Naturalidad; es un tema más en el marco de la educación global

Si de los siete a los once años es la etapa de lo biológico, a partir de esta edad se entra en la fase de lo social. Puede hablarse ya a los hijos sobre prostitución, homosexualidad y pornografía. Pero, sobre todo, debemos hablarles de los desequilibrios hormonales que van a experimentar y cómo eso va a afectarles.

Lo más importante es que, en todos los casos y a todas las edades, a la hora de hablar de sexo con los hijos lo hagamos con naturalidad, contestando a sus dudas siempre de una forma adecuada al desarrollo intelectual y emocional de cada niño, en el marco de su educación global y anticipándonos, esto es, dándoles una verdadera orientación.

Hay momentos clave en los que los chicos tienen que recibir información. Para eso no debemos sentarnos y darles una charla, en plan educativo, sino aprovechar cualquier oportunidad, al hilo de un aviso, de una situación, un chiste, etc.

jueves, 22 de diciembre de 2011

La familia de los chicos populares


¿Influye la familia en caer mal o bien? Es importante saber que las buenas relaciones familiares establecen una sólida base para que los hijos consigan desenvolverse bien en las relaciones con sus iguales.

Cuando en casa existe un cálido apoyo afectivo, cuando las normas se acompañan de la correspondiente explicación y además se enseñan las fórmulas de cortesía y la consideración hacia los demás -sin caer en el extremo-, los chicos encuentran mejor comunicación y aceptación entre los amigos.

En cambio, un estilo educativo despótico y un ambiente tenso se encuentran más frecuentemente en los hogares de los chicos que cosechan  rechazo entre los compañeros.

martes, 20 de diciembre de 2011

Hablar con los hijos sobre sexualidad


Siempre hay que adelantarse al desarrollo del niño. Antes de que cumplan los once años, hacia los nueve o los diez, tienen que estar informados a la perfección de todo, sin esperar a que la nena tenga la primera menstruación o el varón su primera eyaculación. Según algunos expertos, para entonces ya tienen que conocer todos los riesgos y ventajas del sexo. Por lo tanto, deberíamos hablar con ellos antes y en forma clara, y no una sola vez, sino varias.

Ya bien avanzada la pubertad, conviene insistirles bastante sobre los anticonceptivos.

Según el caso en cada familia no habría por qué respetar su posible pudor con respecto a determinados temas. Pero que sepan acerca de la anticoncepción es importante, ya que esto contribuirá a educarlos para una maternidad y paternidad responsables. Es conveniente conversar sobre todas las cuestiones de la vida sexual.

Los padres deben tener en cuenta que, a partir de los once años, los chicos ya no son tan receptivos a lo que les digamos. A esa edad ya tiene más peso el grupo de amigos que la familia, por eso todo esto hay que hacerlo antes. Es importante que en esta etapa, de siete a once años, el niño conozca los riesgos del sexo, igual que conoce el peligro de cruzar una calle.

domingo, 18 de diciembre de 2011

Adolescentes populares


Todos los padres desearían que su hija o hijo disfrutara de un buen nivel de aceptación social entre sus iguales. Cómo ayudarlo a eso, sin embargo, es un terreno resbaladizo en el que no siempre resulta fácil incursionar. Un buen modo de no equivocarse es desechar la falsa impresión de que el éxito social depende de una especie de arrogancia chic. Al contrario, la base más sólida para ser querido y aceptado reside en la capacidad para sintonizar emocionalmente con los demás. Se trata de desarrollar la empatia o, por utilizar una expresión de moda, de cultivar eso que llaman la inteligencia emocional.

Las verdaderas cualidades que determinan el éxito social de una chica o un chico son la alegría y el buen carácter, pero sobre todo la sensibilidad ante los deseos y necesidades de los otros, y una cierta confianza en sus recursos, ya que les da seguridad.

Por ejemplo, hay un camino mejor para lograr aceptación que seguir senilmente a los líderes o estrellas de la clase, y consiste en ponerse del lado de los débiles.

Si nuestro hijo es testigo de que un compañero es marginado, maltratado o recibe burlas por parte de otros, animémoslo a ayudarlo, a ser amable con el a darle una mano para salir de su situación (denunciándola a los adultos si es preciso y hagámoslo sentirse orgulloso por eso.

viernes, 16 de diciembre de 2011

Educación sexual a los 7 años


A partir de los siete años: información científica y exhaustiva

Desde muy pequeños los niños deben conocer ya los nombres correctos de sus órganos sexuales y recibir una respuesta clara a todas sus preguntas, aunque ya hemos dicho que no son necesarias explicaciones complicadas ni demasiado detalladas. A un niño pequeño le basta con saber que el hecho de que su pene se ponga para arriba es algo que a veces hace el cuerpo naturalmente, como cuando la piel se pone 'de gallina. 

Cuando crezca más, se le podrá hablar del papel que cumple la erección para posibilitar el acto sexual, algo, por cierto, facilísimo de entender." Para eso, hay que ir preparándose a partir de los siete años, edad en la que los chicos atraviesan otra etapa fundamental en su aprendizaje sexual.

A partir de los siete, entran en la fase que los sexólogos denominan como racionamiento científico, que llega hasta los once años; es la edad del aprendizaje, por eso los padres deben utilizar un lenguaje correcto y ofrecer una información amplia, expresándose correctamente. Hay que hablar de óvulos y espermatozoides, y avanzar, todo el tema de la reproducción, anticoncepción y enfermedades de transmisión sexual.


miércoles, 14 de diciembre de 2011

Los chicos quieren ser protagonistas


La madre de Camila le preguntó un día a su hija por qué nunca invitaba a casa a ninguna compañera del colegio. De pronto Camila se deshizo en llanto y declaró que nadie quería hablar ni salir con ella.

Ser admitido entre los compañeros, tener un lugar en el grupo, es muy importante en la pubertad. Si los amigos para un niño son siempre fundamentales, en la adolescencia las amistades llegan a ser más cercanas e intensas que en ninguna otra época de la vida. Es normal, por lo tanto, que el asunto ocupe un lugar preferente entre las preocupaciones de las chicas y chicos de esta edad.

¿Qué les confiere popularidad? Se han realizado diversos estudios sobre cuáles son las cualidades que hacen a los adolescentes populares entre sus compañeros. En las chicas ocupan un lugar destacado la belleza física, usar una ropa atractiva, ser socialmente habilidosas y atraer a los chicos.

El éxito académico, en cambio, no parece contar mucho a esta edad (aunque sí importará más adelante). En cuanto a los varones, los rasgos más apreciados son, al parecer, la habilidad atlética, la masculinidad y, nuevamente, la habilidad social (sobre qué es esta misteriosa facultad volveremos más tarde). Y en ambos sexos parece importante tener ciertas posesiones materiales, como la computadora y los juegos electrónicos.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Explicar a un niño el embarazo


Para explicar el embarazo, por ejemplo, se puede decir que la semilla es tan chiquita que tiene que estar protegida dentro de la mamá hasta que se haga grande. Puede ser que el niño  quede satisfecho con la respuesta, pero puede ser que quiera saber más: "Sí, pero, ¿cómo se metió en la panza?".

Para los más chiquitos basta con la explicación de que los niños se forman allí porque papá y mamá se quieren, se ponen muy juntos y se besan y se abrazan. También es importante decirles que los bebés vienen porque se los desea.  Normalmente ni piden ni necesitan saber más.

No hay que extralimitarse ni quedarse corto.

Cuando vayan siendo algo más grandes, habrá que ir ampliando el contenido informativo de nuestras respuestas, siguiendo la regla de oro de que no hay que quedarse corto ni excederse, es decir: responder siempre abierta y claramente a sus preguntas, pero no ir más allá de lo que su curiosidad nos pide.

Por ejemplo, si es un niño de cinco o seis años el que hace la pregunta "¿Y cómo entra la semilla?", típica en esta edad, es el momento de explicar que el pene de papá es como un tubo que entra en la vagina, el hueco que tiene la mamá. Hay que dar explicaciones muy reales y muy ajustadas, sin darle más vueltas ni más importancia. Con frecuencia los padres tienden a envolver toda esta historia de amor, pasión y magia: Papá y yo nos queríamos tanto...', y es que, inconscientemente, se relaciona el sexo con algo malo y, por eso, se envuelve en amor y pasión, que se consideran valores positivos. Quizá sea mejor explicar estos temas de manera más racional.