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Cómo alimentarse y alimentar a sus hijos

Madre es madre! Y para la mayoría, la mayor preocupación en el día a día con los niños es sin duda la comida. Algunos porque los niños ...

lunes, 21 de febrero de 2011

Padres de adolescentes


Una sicóloga norteamericana enseña a liberarse de la tiranía de los hijos adolescentes. Se dice que hay tres estilos de padres: los autoritarios que esperan que sus hijos se amolden a un conjunto de normas y los castigan cuando no obedecen. Este tipo de padres suele producir hijos retraídos, desconfiados, rebeldes.

El extremo opuesto, la paternidad permisiva es evidente en aquellos progenitores que evitan imponer sus reglas y permiten que sus hijos regulen su propio comportamiento. Esto a menudo permite demasiada autonomía y produce hijos que se sienten perdidos y que ansian tener límites.

El tercer estilo es el convincente. El padre convincente mantiene el control proveyendo estabilidad y cariño. Este enfoque no afecta la autonomía ni la Iniciativa. Estos padres dependen mucho del razonamiento verbal. Este es el estilo ideal para educar a los jóvenes de hoy. Según este estilo de padre si a uno no le gusta el hábito que tiene su hijo de ver constantemente televisión lo mejor qué puede hacer es eliminar el campo de batalla.

Un padre cuenta que compró otro televisor y lo colocó en el cuarto del joven al lado de su escritorio. Este truco le sirvió para dejar de discutir con su hijo, y para su sorpresa logró que hiciera su tarea y aún apagara el televisor para hacerla.

domingo, 20 de febrero de 2011

Cómo despegar a los niños


Cuando un pequeño es incapaz de resolver un problema sencillo por sí mismo, jamás toma una decisión propia, se muestra excesivamente dependiente de nosotros, hay que reflexionar sobre lo que puede estar ocurriendo. Quizá lo estamos sobreprotegiendo, nos angustia que se aleje de nuestro lado, en el fondo no queremos que crezca tan rápido...

Si es así, deberíamos intentar modificar nuestra actitud. Pero, si la cosa es seria y escapa a nuestro control, es importante visitar aun buen psicólogo infantil para que nos oriente.

viernes, 18 de febrero de 2011

Nos necesitan más que antes


Entre los 7 y 10 años los hijos deben tener la seguridad de que, si necesitan un consejo, precisan que los escuchemos o que les demos una mano en un conflicto que escapa a sus posibilidades y a su control, cuentan con nosotros.

Por eso, hay que esforzarse por mantener siempre abierta la comunicación. Eso sí, sin abrumarlos con nuestra constante presencia. Esto no significa, evidentemente, que debamos desentendernos y pretender que se desenvuelvan solos desde temprano.

Tengamos en cuenta que un niño que no pide ayuda jamás puede estar necesitándola más que ninguno. Quizás ha renunciado a pedirla porque se siente demasiado exigido por nuestro deseo de que sea autónomo y cree que no estamos lo bastante cerca.

Procuremos estar disponibles. Busquemos tiempo para pasarlo juntos, para dialogar, para compartir. Y no bajemos la guardia, ya que nuestros hijos nos necesitan, sin duda, aunque de una manera distinta.

jueves, 17 de febrero de 2011

El camino hacia la autonomía


Todos los padres sabemos que, para que nuestros hijos se desarrollen saludables y felices, es preciso que aprendan gradualmente a valerse por sí mismos. Cuando empiezan a hacer cosas solos, se sienten valiosos y competentes. Y éstos son sentimientos fundamentales, pilares de una evolución satisfactoria.

Pero solos quiere decir sin nuestra ayuda adulta. No obstante, necesitan el soporte de sus iguales, otros niños que estén pasando por los mismos avatares del crecimiento.

Sin embargo, la comprensión y ayuda de los demás niños de su edad es bastante relativa. En esta etapa la amistad se caracteriza por su intensidad, pero también por su fugacidad. La más íntima relación puede deshacerse como la espuma y convertirse al día siguiente en una enconada e insalvable rivalidad entre ellos.


Nuestro papel, como padres, no consiste en ofendernos por sus desplantes, su mutismo o su complicidad con otros pequeños, Por el contrario, nosotros debemos dejar claro que "estamos ahí siempre".


Ellos deben saber que nosotros no vamos a desaparecer, sino que vamos a respaldarlos y quererlos incondicionalmente. El discreto pero fundamental segundo plano de los padres consiste en dejar que los niños ensayen su autonomía, pero permaneciendo cerca de ellos.

martes, 15 de febrero de 2011

Niños de 7 a 10 años


Los niños poco a poco empiezan a independizarse de nosotros y a tratar sus asuntos con sus amigos. ¿Es que ya no nos necesitan?

Cuando son pequeños, no vemos la hora de que crezcan para no tenerlos siempre pegados a nuestras polleras. Pero, cuando empiezan a hacerse grandes y autónomos, nos duele notar que somos totalmente relegados a un segundo plano. Son muchos los padres que comparten este sentimiento tan contradictorio como normal.

Antes, los niños corrían a nuestros brazos para que los ayudásemos y les resolviésemos todos sus problemas. Ahora, prefieren encerrarse en su cuarto, contarles sus aventuras a sus amigos del colegio y,en definitiva, arreglárselas solos siempre que las circunstancias se lo permitan.

lunes, 14 de febrero de 2011

Los padres y el hermano mayor


Es importante revisar nuestra conducta, porque puede ocurrir que, sin darnos cuenta, seamos nosotros los que estemos presentando al nene o a la nena más grandes como "padre" o "madre" de los menores. Es posible que nos tentemos y en algún momento nos salga un "mira y aprende de tu hermano mayor...".

Si alguna vez estamos a punto de hacerlo, reflexionemos un ratito y no digamos nada; de lo contrario, podemos llegar a generar una distancia insalvable entre nuestros hijos.

sábado, 12 de febrero de 2011

Hermano mayor de distinto sexo


Anteriormente hemos descrito situaciones con hermanos del mismo sexo. La cuestión es más complicada cuando el sexo del (o la) mayor es distinto del de los hermanos que siguen. En estos casos, puede aparecer el boicot y los padres solemos encontrarnos ante una batalla campal donde todos discuten los derechos de todos.


Así, el espacio de la casa se verá surcado de dichos como los siguientes: "¡Qué metido...!. Mira, se la da de grande...". "Quién te crees que sos...", por citar sólo algunos. Momentos en que habrá que inspirar profundo, ya que por más que gritemos "alto el fuego". todo será inútil. No debemos olvidar que tenemos una sola vida y es importante que la cuidemos, sobre todo porque hay que seguir educándolos.


También es conveniente recordar que el tiempo hace milagros y, si las cosas se hicieron bien, pasados unos años (no muchos), los niños descubrirán que se aman profundamente y que se necesitan muchísimo. Mientras tanto, no nos queda más que aprender de la sabiduría china, en la que la paciencia aparece como la madre de otras virtudes.

viernes, 11 de febrero de 2011

El hermano mayor como ídolo


En ciertas ocasiones el hermano más grande intenta pasar lo más inadvertido posible para poder hacer su vida. No se presenta como modelo de nada y son sus hermanos los que le adjudican toda clase de poderes maravillosos y deseables.

Lo que hacen es proyectar en él todos sus incipientes deseos de libertad, crecimiento y cambio, y por eso lo entronizan como modelo. En el caso de las niñas, se peinarán y maquillarán como su hermana mayor; intentarán usar su ropa y hasta adoptarán su estilo. En tanto los varones emplearán la jerga, el look y demás hierbas del "hombre de la casa".

miércoles, 9 de febrero de 2011

El hermano mayor como modelo


Cuando en la familia hay un hermano mayor (de 15 ó 16 años) y los que le siguen son preadolescentes, el más grande suele terminar siendo el "padre" o la "madre" de los otros. Esta situación puede tener que ver con dos circunstancias que suelen repetirse con frecuencia: que él se ofrezca como modelo o que sea tomado como tal.

Nuestro hijo adolescente está grande, muy grande, y siente que en los últimos tres o cuatro años ha aprendido "todo" y mucho más. Por eso, cada vez que les hacemos una observación a sus hermanos más niños, nos mira como diciendo: "De dónde sacaste eso... Por favor...". Entonces, uno no sabe si realmente debe hacer las valijas y dejar el lugar que con mucho costo ocupaba o pegar cuatro gritos y mandarlos a todos a "limpiarse los mocos...", como decían nuestros padres.

Sucede que nuestro hijo mayor está creciendo y alista tropa para librar la propia guerra. Por su parte, los más niños, fascinados por el liderazgo de su hermano, lo convierten en modelo, amo y señor, y aprovechan a jugar su propia batalla de "emancipación anticipada".

martes, 8 de febrero de 2011

Economia familiar


Por supuesto que son los padres los encargados de administrar el presupuesto, pero con los hijos mayores sería deseable cierta transparencia en las finanzas. De este modo, si hace falta, podrán ser solidarios.

Además, no es lo mismo prescindir de caprichos porque los padres no pueden pagarlos, que pensar que son unos tacaños. En el caso de los pequeños basta con que tengan una idea general.