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Cómo alimentarse y alimentar a sus hijos

Madre es madre! Y para la mayoría, la mayor preocupación en el día a día con los niños es sin duda la comida. Algunos porque los niños ...

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Diabetes infantil


La genética es la principal culpable de la diabetes infantil: se debe a una predisposición hereditaria. En los niños diabéticos -como en los adultos- el páncreas no segrega casi insulina, una hormona vital para metabolizar la glucosa que tomamos con la alimentación y que es un combustible indispensable de nuestro organismo. 

Esta falta de insulina impide que la glucosa llegue a las células y hace que éstas acudan a las grasas y proteínas para sacar de ellas el combustible que necesitan, lo que provoca una acumulación de deshechos tóxicos, los cuerpos cetónicos, responsables del coma diabético. La glucosa, por su parte, queda en la sangre, elevando su nivel de azúcar, y su exceso tiene que eliminarse al orinar.

Todo esto produce un aumento de la cantidad de orina, una necesidad de beber mucho líquido y un adelgazamiento por quemar demasiadas grasas. En los niños, la diabetes tiene una característica fundamental: pasan fácilmente de tener la glucosa muy alta a tenerla muy baja, con los peligros que esto conlleva. Por eso, se impone controlarla bien.



lunes, 7 de noviembre de 2011

Los dientes durante el primer y segundo semestre

Durante el primer semestre:
Primera muela superior 
Segunda muela superior 
Primera muela inferior 
 Segunda muela inferior
 
Durante el segundo semestre:
Colmillos superiores
Colmillos inferiores

A lo largo del tercer año nacen otras cuatro muelas:

Molar superior
Molar inferior
Molar superior
Molar inferior

La dentición de leche permanece inmutable hasta el sexto año, en cuya época se inicia la caída de los dientes y su consiguiente sustitución por las piezas definitivas.

viernes, 4 de noviembre de 2011

Ayuda a tu hijo a sentirse importante

Para cualquier niño, tenga la edad que tenga, existen infinitas posibilidades para experimentar el éxito. Puede encontrarlo en todas partes, siempre que lo ayudemos un poco a elegir sus ocupaciones. No deben ser tareas tan difíciles que un niño no pueda resolverlas, pero tampoco demasiado fáciles.

El bebé obtiene sus vivencias de éxito a través del cuerpo. El dominio cada vez más perfecto del propio cuerpo constituye una fuente de satisfacción que no se agotará en muchos años. Pero hay que tener cuidado de no frustrarlo en sus intentos. Imagínate, por ejemplo, un bebé en edad de gatear que ha descubierto un cacharro vacío en el otro extremo de la habitación. Remando y reptando inicia el largo camino hacia el objeto de sus deseos. Ahora, se pueden cometer dos errores: primero, tomar el cacharro y llevarlo a la cocina y segundo, acercárselo al niño. La primera actitud sería un golpe bajo para su curiosidad, el más creativo de los impulsos humanos. En el segundo caso lo privaríamos de la posibilidad de esforzarse por algo que merece la pena.

• El niño mayor posee un amplio campo para cosechar éxitos. Ahí están, por ejemplo, el lenguaje y el juego, pero también el mundo de los adultos ofrece miles de oportunidades al niño para sentirse importante. 

No hay nadie tan rico que posea todos los talentos, ni nadie tan pobre que no tenga ninguno.
limpieza o en las compras. Darles a los niños las pequeñas tareas, cuidando que tengan el justo grado de dificultad que el niño, según su edad y habilidad, necesita para que la consecución de la meta lo haga sentirse importante.

• Los escolares tienen un universo entero a su disposición: la investigación, los descubrimientos, el bricolage, la música, las artes plásticas... Sólo hay que ofrecerles posibilidades y no olvidar que el camino es tan importante como la meta. Dicho de otra manera: si tu hijo quiere trepar a un árbol y no lo consigue, se puede enseñarle dónde hay una escalera, pero no «sentarlo» en el árbol. ¿Para qué quiere él estar sentado en ese árbol? El camino, la dificultad de trepar es lo divertido, y sólo la conciencia de haber subido por los propios medios le proporciona la sensación de ser realmente grande.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

El éxito en los niños

Hay algunos niños que tienen poca ocasión de saborear el éxito, esa sensación que nos invade al terminar una tarea bien hecha. Y allí donde consiguen algo, a menudo no experimentan una auténtica satisfacción, sea porque el éxito haya sido demasiado fácil de alcanzar, sea porque nosotros, los padres, les quitamos demasiadas piedras del camino.

¿Cómo viven actualmente ciertos niños? No les faltan juguetes, ni dulces, ni entretenimientos, ni amor, ni dedicación.

Lo tienen todo incluso antes de pedirlo. Comparado con los niños de antes, viven en una especie de Jaula, donde los cochecitos y las muñecas se apilan en los estantes, los armarios están llenos de ropa y en la cocina nunca faltan galletitas. ¿Por qué, entonces, se muestran tantas veces insatisfechos, caprichosos, ariscos? Porque les ocurre lo mismo que a Adán y Eva en el paraíso: se aburren.

Claro que esto no quiere decir que serían más felices sin juguetes, comida y amor. Pero también es verdad que no produce la misma satisfacción comerse una tableta de chocolate comprada en el kiosco, que fabricarse uno mismo caramelos, con azúcar, cacao y manteca derretida. Y los niños que se construyen ellos solos un carro de madera juegan más contentos y se sienten más importantes que aquellos que telediri-gen un sofisticado coche.

Porque ellos necesitan esforzarse en la medida necesaria, utilizar al máximo su potencial de actividad para ser felices.

domingo, 30 de octubre de 2011

Para que el niño se sienta importante

Desgraciadamente, no se puede decir que nuestras escuelas normales hayan acogido estas ideas con mucho entusiasmo. Sin embargo, aun así un buen profesor sabe que sólo un alumno que conoce el éxito es un alumno contento (y por tanto, motivado), y que hay que tomar medidas si alguna vez este éxito no se presenta por la vía habitual de las notas.

Así, le ofrecerá al pequeño alumno otras oportunidades para sentirse importante; por ejemplo, encargándole el cuidado de las plantas del aula; o si el niño es mayor, la organización de una excursión.

La experiencia del éxito no existe en el vacío; antes de saborearla hay que realizar una actividad. El que alguna vez haya probado «no hacer nada», se habrá dado cuenta rápidamente de que el paraíso terrenal, donde el hombre aún no tenía la obligación de trabajar con el sudor de su frente, debe haber sido, en realidad, un lugar tremendamente aburrido y la expulsión más bien un acto de piedad divina.

Los adultos obtenemos la mayor parte de nuestras vivencias de éxito a través del trabajo. Los que carecen de él no sólo sufren la falta de un sueldo, sino también la falta de oportunidades de éxito. Por la misma razón, un jubilado, para sobrevivir a su jubilación, necesita tener un hobby. No estar ocupado en algo» sino realizar una actividad —útil o creativa— que le proporcione una satisfacción parecida a las vivencias de éxito en su época activa.

viernes, 28 de octubre de 2011

Nacemos con un instinto de acción

Existe una teoría según la cual el hombre nace con un instinto de acción tan fuerte como el instinto de la supervivencia. En tiempos prehistóricos, este impulso de actuar era necesario para que el cazador pudiera dedicarse con las suficientes ganas a la tarea de cazar, vital para sobrevivir. Y como tenía que cazar todos los días a pesar de las fatigas físicas o las inclemencias del tiempo, se creó en él un potencial de acción que se renueva constantemente, como un almacén que no se vacía nunca porque siempre se vuelve a abastecer.

Hoy en día, la necesidad de este instinto parece menos evidente, pero aún persiste. Cualquier madre lo puede observar en su bebé: el recién nacido no sólo posee el impulso innato de alimentarse, sino que también dispone del necesario potencial de acción para que no se le acabe la energía que necesita para chupar. Si se alimenta al bebé con biberón y la tetina tiene un agujero demasiado grande, de manera que traga muy deprisa, ocurre a menudo que el niño siga llorando, aunque su hambre esté satisfecho.

También en el reino animal existen ejemplos de insuficiente consumo de esta energía innata. Ahí está, por ejemplo, el lobo que, un cautiverio, anda continuamente de un lado para otro en su jaula. Está hecho para correr y dispone de la fuerza necesaria para perseguir a su víctima incluso días enteros. No es bastante darle de comer, también necesita su diaria ración de desgaste de energía. Lo mismo les pasa a los caballos: si están muchos días inactivos en el establo se vuelven caprichosos y agresivos... igual que los niños cuando no tienen una ocupación satisfactoria.

miércoles, 26 de octubre de 2011

Relación padre-adolescente

El cambio de mentalidad del padre que descubre una nueva posición con respecto a sus hijos es desparejo a lo largo del país. En algunas ciudades, los padres ya viven la crianza de sus chicos en un sentido más integral, mientras que en otras todavía cuesta más que el hombre, la mujer, los tíos y los abuelos acepten que el varón puede ocuparse del bebé de la misma forma que la mujer.

Esto tiene que ver con la información, que tiene una distribución similar a la de la riqueza: cada vez son menos los que acceden a las novedades, cada vez son más los que mantienen costumbres de otras épocas que podrían cambiarse por otras que generan mejores resultados. Otro tema que va tomando cada vez más peso en la sociedad es la ausencia del padre. El número de madres solteras es cada vez más alto.

También resulta preocupante que la educación pública no se proponga brindar información acerca de la importancia de la maternidad y la paternidad, del cuidado de la anticoncepción y la prevención de enfermedades de transmisión sexual. Sería bueno que se le diera más importancia al tema, para que los chicos pudieran ir pensando en su futuro rol familiar desde jóvenes.

Habría que hablarles de la crianza, de las distintas etapas del desarrollo de los niños, de los buenos hábitos y de muchas cuestiones que puedan darles una formación complementaria a la que reciben en sus casas con respecto a la paternidad. Y, para los chicos que no van a la escuela, las radios y los programas masivos de televisión podrían incluir mensajes educativos.

El chico que se cría sin padre va formándose con diferencias con respecto al que tiene padre y madre. Esta situación que no es ideal genera algunas consecuencias. La mayoría de estos nenes tiene más problemas en la escuela por su rendimiento y por su conducta. Incluso el índice de delincuencia en chicos mayores de 18 años aumenta en el grupo de los que se criaron sin padre.

El padre siempre fue el encargado de mostrarle el mundo a sus hijos, por ser quien tradicionalmente trabajó fuera de la casa. Y también es el que "trae el mundo a casa". Una de sus funciones emblemáticas es la de establecer las normas. Hoy en día la madre se maneja con criterio propio y no amenaza al hijo con lo que va a pasarle cuando llegue el papá; de todos modos en la mayoría de los casos encarna la ley dentro del hogar. Por eso su ausencia se hace sentir.

Siempre es tiempo de mejorar o establecer un vínculo, si los primeros años de vida de los chicos el padre no estuvo presente o bien no llegó a involucrarse del todo en su crianza, puede recuperar su lugar en la vida de sus hijos. Todas las relaciones se cultivan y se van armando de acuerdo a las personalidades. En algunas hace falta tener más paciencia y otras son más espontáneas, pero siempre se pueden empezar a construir.

lunes, 24 de octubre de 2011

Que el niño se sienta importante


Desgraciadamente, no se puede decir que nuestras escuelas normales hayan acogido estas ideas con mucho entusiasmo. Sin embargo, aun así un buen profesor sabe que sólo un alumno que conoce el éxito es un alumno contento (y por tanto, motivado), y que hay que tomar medidas si alguna vez este éxito no se presenta por la vía habitual de las notas.

Así, le ofrecerá al pequeño alumno otras oportunidades para sentirse importante; por ejemplo, encargándole el cuidado de las plantas del aula; o si el niño es mayor, la organización de una excursión.

La experiencia del éxito no existe en el vacío; antes de saborearla hay que realizar una actividad. El que alguna vez haya probado «no hacer nada», se habrá dado cuenta rápidamente de que el paraíso terrenal, donde el hombre aún no tenía la obligación de trabajar con el sudor de su frente, debe haber sido, en realidad, un lugar tremendamente aburrido y la expulsión más bien un acto de piedad divina.

Los adultos obtenemos la mayor parte de nuestras vivencias de éxito a través del trabajo. Los que carecen de él no sólo sufren la falta de un sueldo, sino también la falta de opor- ^ tunidades de éxito. Por la misma razón, un jubilado, para sobrevivir a su jubilación, necesita tener un hobby. No i «estar ocupado en algo» sino realizar una actividad —útil o creativa— que le proporcione una satisfacción parecida a las vivencias de éxito en su época activa.

viernes, 21 de octubre de 2011

LOS COMPONENTES DE LOS DIENTES SANOS

Conviene saber que las coronas de los dientes de leche se forman en el interior de las encías antes de que nazca el niño. Su constitución viene determinada por las sustancias que la madre ingiere durante el embarazo.

La investigación científica ha demostrado, en este aspecto, que los elementos necesarios en la dieta de la gestante son el calcio y el fósforo (presentes en la leche y en el queso), la vitamina D (contenida en el aceite de hígado de bacalao y activada por los rayos del sol) y la vitamina C (existente en las naranjas y limones, en los tomates crudos y en las berzas). Probablemente, son necesarios también otros factores, entre ellos la vitamina A y ciertas vitaminas del grupo B.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Ser amigo de los hijos

Adolescentes
El amiguismo entre el padre y los hijos empezó a popularizarse hace unos años y desdibujó la figura paterna. Lo cierto es que un padre no puede ser un amigo, lo bueno sería que siempre ocupara su propio espacio. Esto tiene que ver más con una diferencia generacional que con una cuestión de autoridad.

Si el padre hace de la relación una cuestión de amistad, baja a un nivel de desarrollo, en el que puede sentirse cómodo o no, donde borra la posibilidad de que el hijo aprenda algo de él. Por ejemplo, en el famoso gol , de Diego Maradona a los ingleses, el padre puede diferir de la opinión del hijo y decirle que le parece mal que se gane con trampa.

En cambio, si se preocupa por mantener una postura amistosa, puede llegar a apartarse de sus convicciones con tal de fomentar esa cercanía. Es importante mantener el criterio y no caer en esta trampa que perjudica a los chicos más que a nadie.