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Cómo alimentarse y alimentar a sus hijos

Madre es madre! Y para la mayoría, la mayor preocupación en el día a día con los niños es sin duda la comida. Algunos porque los niños ...

viernes, 29 de junio de 2012

Hijos de padres mayores


Y la preparación de los hermanos antes de su nacimiento es fundamental. ¿Cómo disponer el "colchoncito" en el que el bebé va a caer? La manera en que se encare su llegada va a condicionar el recibimiento y la conducta de los chicos grandes hacia él. El estilo de los padres suele ser variado. Algunas, tal vez, hablen compulsivamente del bebé, metiéndolo "de prepo" en todas las conversaciones.

Otros puede ser que lo omitan voluntariamente para no herir a los demás, a los que sobreprotegen y les permiten hacer y decir lo que quieren para que no sufran. También se puede manejar la cuestión con cierta flexibilidad y dejar que el tema aparezca naturalmente, sin forzarlo, pero tampoco negandolo. Lo ideal es que los padres charlen del nuevo hijo con los hermanos, pero que no sea el único tema, capaz de modificar, de pronto, lo que compartían hasta ahora.

Cuando los chicos son adolescentes la novedad no siempre les cae tan bien. Están pasando por un período en que los dueños de la sexualidad y de la fertilidad son ellos. Y que sus padres los sorprendan con una prueba tan fehaciente de juventud no les hace la menor gracia. Es más, algunos llegan a sentir vergüenza frente a sus pares, aunque, después cuando el bebé nace, lo miman y lo malcrían a rabiar, tanto ellos como sus amigos.

Lo cierto es que, en general, el juguete nuevo llega a tener a toda la familia dulcemente "enloquecida". En casa de los Colángelo, Fernanda muestra su propio álbum de fotografías de la beba. Las tomó ella misma y las lleva a la escuela junto con carpetas y libros, para mostrarselas a sus compañeras. Y entre las hazañas que Ricky cuenta orgulloso que sabe sostener a su hermana y cambiarle los pañales con una seguridad insuperable parece ser la más destacada.

Sin embargo, la pregunta de rigor surge. ¿Los celos tuvieron espacio para retozar o no? Mamá explica sabiamente que no fueron celos manifiestos y abiertos, pero los chicos se hicieron -y se hacen- eco de este cambio en sus vidas. Fernanda, por ejemplo, durante el embarazo de su madre se inventaba actividades y modos de evadirse. ("Tenía miedo -dice- porque sabía que mamá iba a pasar por una cesárea.") Y Ricky, con una comicidad que seduce a mamá hasta poder con ella, a veces la hace renegar más de la cuenta para avisar que él también existe (¿o qué se creían?).

lunes, 25 de junio de 2012

Tener hijos con una edad avanzada


La preparación de los hermanos antes de su nacimiento es fundamental. ¿Cómo disponer el "colchoncito" en el que el bebé va a caer? La manera en que se encare su llegada va a condicionar el recibimiento y la conducta de los chicos grandes hacia él. El estilo de los padres suele ser variado. Algunas, tal vez, hablen compulsivamente del bebé, metiéndolo "de prepo" en todas las conversaciones.

Otros puede ser que lo omitan voluntariamente para no herir a los demás, a los que sobreprotegen y les permiten hacer y decir lo que quieren para que no sufran. También se puede manejar la cuestión con cierta flexibilidad y dejar que el tema aparezca naturalmente, sin forzarlo, pero tampoco negandolo. Lo ideal es que los padres charlen del nuevo hijo con los hermanos, pero que no sea el único tema, capaz de modificar, de pronto, lo que compartían hasta ahora.

Cuando los chicos son adolescentes la novedad no siempre les cae tan bien. Están pasando por un período en que los dueños de la sexualidad y de la fertilidad son ellos. Y que sus padres los sorprendan con una prueba tan fehaciente de juventud no les hace la menor gracia. Es más, algunos llegan a sentir vergüenza frente a sus pares, aunque, después cuando el bebé nace, lo miman y lo malcrían a rabiar, tanto ellos como sus amigos.

Lo cierto es que, en general, el juguete nuevo llega a tener a toda la familia dulcemente "enloquecida". En casa de los Colángelo, Fernanda muestra su propio álbum de fotografías de la beba. Las tomó ella misma y las lleva a la escuela junto con carpetas y libros, para mostrarselas a sus compañeras. Y entre las hazañas que Ricky cuenta orgulloso, la de saber sostener a su hermana y cambiarle los pañales con una seguridad insuperable parece ser la más destacada.

Sin embargo, la pregunta de rigor surge. ¿Los celos tuvieron espacio para retozar o no? Mamá explica sabiamente que no fueron celos manifiestos y abiertos, pero los chicos se hicieron -y se hacen- eco de este cambio en sus vidas. Fernanda, por ejemplo, durante el embarazo de su madre se inventaba actividades y modos de evadirse. ("Tenía miedo -dice- porque sabía que mamá iba a pasar por una cesárea.") Y Ricky, con una comicidad que seduce a mamá hasta poder con ella, a veces la hace renegar más de la cuenta para avisar que él también existe (¿o qué se creían?).

Pero nada es demasiado serio. Ellos saben dar una mano, y si María de los Angeles llora un poquito corren al moisés para calmarla. La beba es respetada a ultranza. Por eso, cuando ella duerme se hace silencio; y nadie pide nada mientras Lucy se entrega a la tarea de alimentarla.

Ahora bien, que los chicos participen fluidamente en la crianza del hermano no quiere decir que necesariamente haya que delegarles funciones. Algunos papas comprometen tanto a los hijos mayores en el cuidado del bebé que a veces éstos tienen que resignar salidas para hacerse cargo del más chiquito. O la madre empieza a trabajar antes porque están ellos para atenderlo. Esa es una responsabilidad prematura que los convierte en ' 'papas precoces' \ y los distrae de las actividades propias de su edad. Es demasiado pronto para que carguen sobre sus espaldas con el rol materno o paterno que -además- no les pertenece.

viernes, 22 de junio de 2012

Violencia en la escuela

Hace cuarenta o cincuenta años, cuando el docente ocupaba el lugar de la autoridad indiscutible dentro del aula, hubiera sido irrisorio pensar que la historia podía darse vuelta al punto de que hoy, los que van a la escuela con miedo son los maestros. Las políticas socioeconómicas generaron un deterioro que no es sólo económico sino social, porque se vinieron abajo los proyectos y los ideales. Los padres que no consiguen trabajo o que lo pierden sienten una frustración que se trasmite a sus hijos.

Todo esto hace que el futuro, una palabra que debería ocupar un lugar central en su mente, esté desdibujada para ellos. Tal vez allí podría estar el disparador del aumento de la rebeldía a la hora de ir a la escuela y respetar las normas de conducta tanto como del aumento de la deserción.

Guardapolvo o escudo

Los primeros que detectan la violencia infantil son los maestros. Al principio era sólo entre compañeros, pero empezó a ser alarmante la agresión hacia los docentes. Antes era raro que un chico se enfrentara violentamente a un adulto, sobre todo si era su maestro o profesor. A lo sumo, los chicos podían mostrar cierta transgresión, haciendo chistes o llamando la atención de la clase, pero sin violencia. Hoy, si bien no es masivo, ocurre que algunos chicos contestan con agresiones, se levantan y se van del aula e incluso insultan o tratan de pegarle al docente y a veces lo hacen.

No hay que caer en la confusión de pensar que son niños con una enfermedad o trastorno psiquiátrico, porque pueden no serlo. El marco disciplinario de las escuelas estaba preparado para contener las peleas previsibles entre los alumnos, pero las acciones violentas donde el maestro se encuentra parado frente a un menor de edad que lo agrede, desbordan ese marco y le restan peso a la sanción disciplinaria. Por ejemplo, si un niño de once años amenaza a su maestra mostrándole una navaja, no tiene sentido que lo manden a la dirección a hablar con una autoridad y firmar el libro de disciplina porque esa medida no hace mella en su comportamiento. Se necesita algo más.


La historia previa al día

Para que haya violencia física hacia la maestra o alguien llegue con un arma a la escuela, a lo largo del camino pasaron cosas menores que ninguna autoridad pudo corregir. Por eso, llegada esa instancia, el límite que hay que poner es muy difícil..Los chicos que no pueden tolerar las normas o prestar atención, que no tienen capacidad de frustrarse (ellos quieren charlar o jugar durante la clase y no soportan que se los prohiban), aquellos a los que se saca constantemente del aula por su mal comportamiento, son chicos que no pueden socializarse y estar bien en ese ámbito.

viernes, 15 de junio de 2012

Ser padres mayores


Conmoción en la familia: Lucy iba a ser otra vez mamá.  "Siempre quise tener otro hijo, porque me encantan todos los chicos, no sólo los míos. Traía a casa al chiquito de unos amigos para mimarlo. Cuando mi marido supo que estaba embarazada, lo primero que sintió fue miedo de que los otros -que ya son grandecitos- se sintiesen mal.''

Pero Ricky (9 años) y Fernanda (13 años) ya se habían enterado. Su mamá se había encargado de comunicárselos. "Cuando mami me lo dijo yo pensé que era mentira", comenta Fernanda. Y Ricky dice: ' 'Escuché que mamá se lo decía a una tía y también pensé que era una broma, pero ella me aseguró que no". Los dos se habían enfrentado a la verdad; un herma-nito estaba por llegar. Y finalmente apareció María de los Angeles, una beba regordeta y tranquila que los tiene fascinados.

Ricardo padre cuenta que mientras esperaba su nacimiento en el sanatorio él fumaba y su hijo (como un padre primerizo) caminaba nervioso por el pasillo. "Déjame caminar, papá; vos fumas, y yo me saco los nervios así."

Había pasado un tiempo razonable desde el último hijo, y no es demasiado frecuente que, después de algunos años, aparezca otro bebé. Por eso éste es un acontecimiento con características particulares y que tiene sus bemoles.

viernes, 8 de junio de 2012

Regalos todos los días

¿Qué me trajiste?

Todos los días la misma canción. En cuanto meto la llave en la cerradura, ya está pegada a la puerta cual lapa. Con los ojos muy abiertos y registrando mi cartera, Paula me recibe con la misma frase de siempre: Mamá, ¿qué me trajiste?'. Pero, ¿qué he hecho yo para criar una hija tan pedigüeña?, ¿es que la he educado mal? o ¿la estoy convirtiendo en una consumista empedernida?", comenta Alicia, madre de una nena de cuatro años.

Esta situación no sólo la experimenta Alicia, a la mayoría de los papis les sucede lo mismo. Sus hijos los embisten con idéntica preguntita. Piden desde un chicle o un juguete al teledirigido de la más rabiosa actualidad. Cada uno según su estilo. Pero por pedir no se quedan atrás.


Los juguetes no se compran para que estén entretenidos mientras nosotros terminamos de leer el diario (al menos, no es ése el objetivo). A todos los chicos les encanta jugar con sus papis. Y es una buena forma de conocerse mejor y transmitirse el cariño. Armar un rompecabezas juntos, leer un cuento... los convierte en los seres más felices del mundo. No escatimemos esos momentos.

Como es el caso de Florencia, mamá de Lara, que ante la consabida pregunta: "¿Qué me trajiste", le contesta: "Mi presencia". Y Lara replica sin vacilar: "¿Qué es eso?... Yo quiero algo de comer". Enseguida Lara se contenta cuando su mami le propone jugar a la boutique. Eso sí, ella tiene que ser la vendedora.

La misión de educar y establecer las limitaciones oportunas es de los papis, no de los abuelos. En cierto modo podríamos decir que mimara los niños, comprarles regalitos y consentirlos es la función primordial de los abuelos. La relación de éstos con nuestros hijos es beneficiosa para ambos.

Los detalles materiales con que los sorprenden en cada visita no los van a convertir en adultos consentidos y tampoco en individuos egoístas: esos regalos significan mucho más que el simple objeto material. Los chicos se sienten queridos de una forma diferente y muy especial.

Cuando les leen un cuento, les cantan romances y canciones de su época y les cuentan las hazañas y peripecias de sus propios padres cuando eran pequeños, les están obsequiando con experiencias y recuerdos únicos que no olvidarán el resto de su vida.

viernes, 1 de junio de 2012

El cuarto del niño

A veces, cabe la posibilidad de variar las dimensiones de la estancia haciendo obras (eliminación de paredes, supresión de puertas, etc.). Sin embargo, no suele ser éste el caso más frecuente, y obliga, en ocasiones, a modificar la distribución del conjunto del alojamiento.

Por lo tanto, sólo podremos modificar las características de la habitación del niño de forma secundaria, utilizando la habilidad: por ejemplo, colocando delante de las ventanas unas cortinas que hagan parecer menos irregulares unas paredes oblicuas, o suprimiendo la hoja de una puerta de separación entre dos ambientes que se quiere comunicar entre sí. Pero, más que nada, podremos corregir defectos, incluso graves, de la habitación disponiendo los muebles de forma práctica y oportuna. Así compensaremos las irregularidades y los defectos sin necesidad de gastar mucho dinero.


En vez de eso, el niño debe identificar su propio espacio subdividiéndolo en zonas de interés, donde desarrollará actividades diferentes. Actualmente, y respetando los criterios generales (horizonte bajo, comunicación fácil y directa y caracterización de puntos bien diferenciados), se dan soluciones más adecuadas a las medidas de las habitaciones en función de las exigencias particulares.

Conviene recordar que las paredes libres de muebles, estanterías o demás elementos no deben sobrecargarse con mil objetos inútiles: éstos sólo sirven para distraer la atención e impedir la percepción de las dimensiones objetivas del espacio, que es indispensable para la maduración psicológica del niño. De hecho, son las referencias perceptivas las que dan un sentido a las delimitaciones físicas.

viernes, 25 de mayo de 2012

¿Es mejor niña o niño?


Liliana  envidia a todas las mujeres que son madres de una nena. "No saben qué suerte tienen. Son criaturas tan suaves, tan buenas y cariñosas... A mi Leonardo no lo he podido sujetar ni a los tres meses, no se quedaba quieto ni un minuto. Ahora tiene dos años y sigue igual. Está constantemente en movimiento, todo lo toca, todo lo golpea, todo en él es excesivo. No camina sino corre, no come sino devora, cuando le quiero dar un beso, se fuga. Imposible sentarlo en mi regazo, enseguida se escapa y empieza a golpear algo con los pies... Yo siempre he soñado con una nena sentada en mi falda, mirando las dos un libro o contemplando una mariposa... En fin, demasiado tarde. Mi marido no quiere tener más hijos."
¿Un caso extremo o son todos los niños varones así? ¿Superactivos, agresivos, indomables? Y las nenas, en cambio, ¿tan dulces y adorables como Liliana supone?

Martín  es papá de dos nenas y un varoncito. "Nuestra hija mayor, Julieta, ha sido desde chica una nena tranquila, reflexiva y muy sensata. Al principio pensamos que esto era lo normal en las nenas, idea que vimos confirmada al nacer nuestro segundo hijo, Ignacio. Era como un vendaval, sobre todo cuando aprendió a desplazarse. En la plaza, los demás chicos le temían, enseguida les arrebataba todos los juguetes. Pero después nació María, y resulta que no tiene nada que envidiar a su hermano. Actualmente tiene tres años, es muy activa e inteligente. Si veo alguna diferencia entre mis hijas y mi hijo, es que el varón es más buenazo, se deja llevar más fácilmente, mientras que las nenas tienen ideas propias y saben manipularnos."

También Patricia tiene dos hijas y un hijo. "El nene es el más chico. Al nacer se enfermó de pulmonía y estuvo internado más de un mes. Más tarde tuvo hepatitis. Por eso, lo mimé más que a las chicas, que siempre han sido más sanas. Ellas lo tenían un poco dominado, lo cuidaban, pero también lo mandaban de un lado para otro, era como un muñeco. Ahora es grande y ya no se deja dominar fácilmente."

Las niñas van mejor en lengua y literatura, y los niños, en matemáticas. Nada nuevo, ya que estos datos corroboran muchas otras investigaciones, debiéndose la diferencia, al parecer, a la distinta conformación de los dos hemisferios del cerebro.

Lo que llama la atención es la superioridad de los varones en geografía e historia. Cabe preguntarse por qué, siendo superiores en comprensión lectora, las niñas van tan mal en unas asignaturas que sólo requieren leer, comprender y memorizar. ¿Acaso algo o alguien está invadiendo su espacio? ¿Quizá los chicos, más activos y ruidosos, no las dejan hablar en clase o, sencillamente, hablan más fuerte? ¿Tal vez las chicas, más maduras que sus compañeros, a estas edades ya empiezan a interesarse más por el amor que por la geografía? ¿O exigen los padres más a sus hijos que a sus hijas?

Pese a estas pequeñas incongruencias estadísticas, en nuestra área cultural, los padres ya no desean a toda costa tener un hijo varón, tal como antes. Las ventajas sociales de los hombres se han abolido, y ningún papá debe preocuparse más por el porvenir de la hija que por el del hijo.

viernes, 18 de mayo de 2012

La elección del colegio de nuestros hijos

¿Por dónde empezamos?

En una ciudad pequeña las posibilidades de elección son lógicamente menores, pero tienen la ventaja de que la información sobre los centros educativos es más accesible y transparente, y el boca a boca funciona sin esfuerzo. Todo el mundo los conoce en detalle.

La cosa cambia sustancialmente en el caso de las grandes ciudades. El número de escuelas crece de modo considerable en las urbes, y en algunas, la elección nos puede desbordar. No es de extrañar que muchos padres se encuentren en un verdadero aprieto, sin saber por dónde comenzar.

Lo más normal e inmediato, si el niño ya ha asistido a un jardín de infantes, es preguntar allí mismo, o bien a padres o amigos con niños en edad escolar. Así, y poco a poco, se van conociendo una serie de ofertas posibles.

También -si no se busca una escuela privada- es conveniente recorrer el barrio en busca de los colegios más cercanos. En los Consejos Escolares o Distritos Escolares (según la región) informan sobre los que puedan corresponder por proximidad al domicilio, así como de las posibilidades de vacante y fechas de inscripción.

Sea cual sea la fórmula, y tras una previa elección, es aconsejable visitar personalmente la institución y averiguar hasta qué punto va a satisfacer las exigencias familiares y cuáles van a ser las condiciones educativas a las que diariamente se va a enfrentar el niño.

Hay centros que facilitan estos encuentros iniciales con los padres, incluso con el futuro alumno, mediante reuniones, fiestas u otra modalidad que los pone en contacto con la institución, las instalaciones y sus docentes. Pero en otros colegios la burocracia se impone desde el principio y son bastante reacios a cualquier intromisión, bajo la excusa de que "las normas son las normas".

viernes, 11 de mayo de 2012

El cine de terror para niños



En 1947 se fundó la Hammer, la productora cinematográfica del mejor terror británico. Sus éxitos fueron, unos tras otros, revisando los mitos del género: Frankenstein, Drácula, el hombre-lobo, el doctor Jekyll y míster Hyde, la momia, el fantasma de la ópera... Pero esto es casi la prehistoria.

Junto a los clásicos del terror surgen hoy toda clase de individuos deformes, gracias a la labor de hábiles maquilladores y a la espectacularidad de las nuevas técnicas cinematográficas. Hay monstruos amables, como los creados por el desaparecido Jim Henson o los que aparecen en las películas de Spielberg. Y hay otros a los que desearíamos no encontrarnos nunca fuera de la pantalla. Tal es el caso de Freddy Krueger, ese tipo con el que no se puede dormir tranquilo.

Pero nuevamente hay que decir que a los niños no parece impresionarles la profusión de visceras. Basta con asomarse a una sala donde proyecten Pesadilla para quedarse perplejo ante la edad media de los espectadores. Wes Craven, el director del primer film de la serie, explicaba su éxito entre el público adolescente, basándose en que los desarreglos de la pubertad hacen sentirse a los niños como una especie de mutantes monstruosos.  Ultimamente, en la quinta Pesadilla (rodada en tres dimensiones, para mayor impresión), la edad media de los fans de Freddy ha seguido bajando.

¿Es que no tienen miedo? Un colaborador de esta revista contaba que se había negado a llevar a su hijo (9 años) a ver esta película porque podía asustarse. El niño protestó violentamente y también sus amigos: "Claro que le va a dar miedo. ¡A ver si te crees que nosotros lo pasamos bien!".

Otra madre decía que su hija (8 años) había visto la película con su papá, pero que le pidió volver de nuevo con ella. "Yo accedí -cuenta-, pero debía de tener tal cara de susto, que la nena me tapó los ojos en una escena y me dijo: 'Ahora no mires, mamá, que esto es muy fuerte'".

viernes, 4 de mayo de 2012

Una escuela a medida


Entrando ya en cuestiones meramente prácticas, lo primero a considerar es que la búsqueda debe iniciarse con tiempo, pues no vamos a dar de buenas a primera con la escuela correcta. Aunque las clases comienzan en marzo, es en ésta época o incluso antes, cuando los centros de enseñanza abren sus puertas a las reservas de vacantes para los primeros años.

Así pues, conviene estar muy atentos a las fechas, porque una vez pasado el plazo establecido, es muy difícil conseguir un hueco en las apretadas listas. Es más, en algunos colegios privados o públicos con mucha demanda, no admiten ningún alumno que no haya cursado el Preescolar en el mismo lugar.

Antes de comenzar a buscar la institución que más se acerque al tipo de educación deseada, hay que tener en cuenta una serie de requisitos.

Se presupone que los padres son los más objetivos posible frente a su hijo y lo conocen lo suficiente para saber cómo es su comportamiento, cuáles son sus rasgos de carácter y cómo se desenvuelve ante la resolución de problemas. Esto, si el niño es muy pequeño, puede ser meramente orientativo, puesto que su personalidad aún debe cambiar mucho; pero reflexionar sobre si es tímido, enérgico, si se enoja con frecuencia, si es capaz o no de enfrentarse a situaciones de fracaso, si prefiere hacer las cosas por cuenta propia o que lo dirijan en todo momento... será un buen ejercicio que nos aportará las  pistas para elegir un tipo u otro de educación.

Hay que plantearse previamente si se desea un colegio público o privado; mixto o no; próximo a casa o con transporte propio; con comedor o no. También hay que considerar si se prefiere un colegio con una determinada orientación religiosa o ética, o uno que simplemente respete las ideas de cada cual. Y por último, antes de lanzarse a la calle, será bueno hacer recuento del presupuesto disponible, con todos los extras que acarrea: ropa, material, actividades...

Nunca hay que creer que calidad es necesariamente equivalente a mayor precio. Hay colegios que ofrecen una gran cantidad de clases extraescolares -con el consiguiente incremento de la cuota-, y luego no son tan excelentes -ni recomendables-para un niño sobrecargado de trabajo.

viernes, 27 de abril de 2012

A los niños les gusta el terror


Monstruos horripilantes, diabólicos vampiros y desagradables mutantes se han convertido en compañeros de juego de nuestros hijos. Ellos parecen encantados con sus nuevos amigos. Está claro: a los niños les gusta el terror, ¿por qué será?

Cabría pensar que los monstruos están de moda. Pero no es así. En realidad, siempre nos han acompañado. Ya en la Mitología abundaban los tipos raros: la Hidra, ese dragón de siete cabezas con aliento pestífero; el Cancerbero infernal, con sus tres fauces aullantes; el gigante Aqueloo que no se cansaba de transformarse alternativamente en toro, en serpiente, en hombre bicéfalo... Y si la antigüedad era prolífica en imaginar horrores, qué no será en nuestros días, donde la tele, el cine y los efectos especiales convierten en realidad las más diabólicas fantasías.

De hecho, la maldad es muy cinematográfica. Cuando Mary W. Shelley escribió El Doctor Frankenstein (1818), seguro que no pensó en lo fotogénica que podía resultar su monstruosa criatura. Ni en lo mucho que iba a dar de sí. Hasta la fecha, se han realizado cerca de 50 películas basadas directamente en su libro (las copias indirectas son todavía más numerosas).

Más sorprendido aún por el éxito debería estar Abraham Stoker, el creador de Drácula, el rey de los vampiros (1897). El famoso chupasangre, con la llegada del cine, se convirtió rápidamente en líder indiscutible del género de terror; sobre él se han producido unas 160 películas (hasta de serie X). La última está dirigida nada menos que por Francis Ford Coppola.

El mito del Conde Drácula parece arrancar de un hecho histórico muy poco apto para menores: una crónica policial serbia del siglo XVII narra con todo tipo de datos los más sórdidos casos de vampirismo, según se dice, reales como la vida misma.

Pero a los chicos les fascinan las truculencias. Conocemos a una nena de 8 años que, cuando los adultos le hacen esa odiosa pregunta de "¿y tú que quieres ser de mayor?", siempre responde: "Vampiro".

Según la escritora alemana Angela Sommer-Bodenburg, el cóctel que gusta al público infantil debe contener "aventura, chispa, humor y un poco de horror". Sabiendo esto, ella ha encontrado el filón de su vida con una interminable serie de cuentos (ya va por el número 24 en Alemania, y en España se acaba de publicar ahora el 15) sobre El pequeño vampiro.

viernes, 20 de abril de 2012

Las medias de los niños

¿Hervir las medias si hay hongos en los pies?

Los hongos de los pies se contagian con mucha facilidad en piletas, vestuarios, gimnasios, etc., pero también dentro de la propia casa. Por esta razón, cuando los padece un miembro de la familia, se recomienda extremar las precauciones y las medidas de higiene.

Cuando un niño resulta infectado, debemos procurar que se cambie con frecuencia de zapatos y mantener éstos secos y aireados, porque la humedad es un caldo de cultivo ideal para los hongos. En cuanto a las medias, mientras persista el problema, es imprescindible lavarlas todos los días, aunque no es preciso hervirlas, como dice mucha gente.

Las últimas investigaciones que se han realizado al respecto han demostrado que en lavarropas y a una temperatura de 60 grados todas las esporas se eliminan. Por el contrario, con sólo 40 grados, muchos de los hongos sobreviven.

viernes, 13 de abril de 2012

El niño que adelgaza repentinamente

¿Por qué ha adelgazado repentinamente?

Cuando un niño adelgaza de pronto o su peso se detiene durante un tiempo, los padres se preocupan. A veces, el motivo no es más que una infección intestinal que cursa con diarreas y vómitos: una vez superada, casi todos los niños recuperan rápidamente el peso perdido.

Pero, cuando un chico continúa perdiendo peso durante semanas, hay que llevarlo enseguida al médico. En determinadas ocasiones, detrás de un adelgazamiento repentino puede haber trastornos serios que requieren tratamiento, por ejemplo: una enfermedad metabólica, como celíaca (intolerancia al gluten) o mucoviscidosis (fibrosis quística del páncreas); puede tratarse también de hiperfunción tiroidea, una falla cardíaca, un trastorno renal..

viernes, 6 de abril de 2012

Miedos de una madre


Y todo surgió cuando comenzó a latir dentro de mí. Ahí estaba tan inmóvil, tan silenciosa, tan presente. Entonces tuve miedo: ¿Estará bien? ¿Crecerá sana? ¿Qué sentirá? Se me ocurrió protegerla, para mí era el tesoro más preciado y quise tenerla como en una cajita de cristal. ¿Sería posible eso?

Pronto sentí que un pececito muy inquieto nadaba en mi vientre. Desde ese momento, en cada patadita, una lágrima; en cada hipar, una risa; en cada movimiento, una gran emoción. Entonces sí. Era más evidente que ahí estaba y con sólo sentir eso, otra vez llegó el miedo. ¿Le hará mal si lloro? ¿De qué lado me acuesto para no molestarla? ¿Si grito se asustará? Y si me enfermo, ¿qué le pasará? Por eso, quise protegerla y traté de construir para ella una cajita de cristal.

Nació Maité, la beba más hermosa, más bonita, más perfecta, tan chiquita y frágil, tan indefensa... Y otra vez el miedo. ¿Tendrá frío? ¿Tendrá hambre? ¿Le dolerá algo? ¿Y si se enferma? ¿Respira bien? ¿Se mueve? De nuevo quise protegerla y estuve pendiente de mi preciado tesoro, de sus sueños, sus llantos y sus risas... ¡Por supuesto, le construí una cajita de cristal!

Cumplió el año, ya camina y, por lo tanto, ya se aleja más de mí y entonces el peligro es más inminente. Tropiezos, caídas, accidentes... Siento miedo y quiero protegerla pero su independencia me da más miedo aún. ¿Cómo hacer para controlarme? Todo se me va de las manos. Mi beba comienza a esfumarse y con ella también mi cajita de cristal que alguna vez existió y que hoy quisiera seguir existiendo. ¿Podrá?

jueves, 29 de marzo de 2012

Para papá

Papi. ¡Viejo! ¡Cuánto te amo! Será por eso que, al terminar la escuela primaria, sólo veía tu rostro entre la muchedumbre de padres que asistieron al acto de fin de curso. Será por eso que disfruté bailando recostada sobre tu pecho cuando celebramos mis quince años. Será por eso que, al recibirme de Perito Mercantil, operadora de PC y profesora de inglés, vivencié tomada de tu brazo mi ingreso en el Liceo y sentí que era tu mano la que colocaba en la mía los diplomas "Suma cum Laude".

Será por eso que, mis pasos, cansados de tanto correr tras amores imposibles, se cruzaron con los de un antiguo amor estoico en el que, casi ciega, yo no había reparado. Un amor por fin mutuo, sincero, puro y adolescente, pese a nuestros "treinta y tantos", por el que entré en el templo vestida de blanco y (también) de tu brazo.

Será por eso, en fin, que hoy miro a mi esposo jugando con nuestra hijita de cinco meses y medio y pinchando con la barba su carita risueña al besarla, y no puedo menos que recordar mi niñez a tu lado. Rememoro cómo arrugaba la nariz y reía como lo hace ella, porque tu barba también pinchaba mi carita de niña mimada.

Sin embargo, no todo es cielo azul, papá. Porque también recuerdo cuando mi madre, a quien tanto amé y amo, me dijo el día que cumplí los veinticinco años, que no eras mi verdadero papá.

Sentí tanto dolor, tanto odio. Huí. Y regresé por amor. Y aprendí a perdonar... Porque nosotros sabemos, papá, que ser padres no pasa sólo por lo genético. El corazón es el órgano por el que se rigen la maternidad y la paternidad, y es por eso que a nuestra hija de la panza le queremos regalar un hermanito del corazón. Y vamos a decirles a ambos la verdad, siempre la verdad.

Y sé que también en esta decisión me vas a acompañar, como lo hiciste en todas las circunstancias de mi vida. Como cuando era chiquita y me caía jugando y exigía a voz en cuello que me levantaras del piso ("¡Que me junte pa-pi...!"), aunque ya podía hacerlo sola. Pero venías y, entre risas, extendías tu mano grande para que yo la tomara y me parase.

"Pone las manos cuando te caigas", me decías. "Así no te golpeas y volvés a levantarte". Siempre lo hice de ese modo en la vida, papá, siempre.

miércoles, 21 de marzo de 2012

Pesadillas de la embarazada


"Voy al baño y me doy ceunta de que el bebé está saliendo y se cae en el inodoro"


Las pesadillas en las que algo malo sucede a la madre o al recién nacido en el momento del parto son frecuentes en la recta final del embarazo. La fecha del nacimiento se aproxima y, aunque dar a luz no supone, por lo general, ningún riesgo, sigue siendo una experiencia única en la que el dolor y la felicidad van unidos. Y por muy planificado que se tenga el proceso, existe el miedo a que suceda un imprevisto o a que algo escape a ese control.

En estos sueños, la mayoría angustiosos, se entremezcla todo lo que se ha oído, leído o pensado en relación al acontecimiento que se avecina con los miedos de la futura madre: "¿Saldrá todo bien? ¿Podré aguantar el dolor? ¿Gritaré o me estallarán los nervios durante las contracciones?". No todos los sueños que expresan temor al parto son angustiosos, algunos sólo resultan sorprendentes: "Llegaba a la maternidad, elegía un bebé y me lo llevaba". "Estoy en el cine con mi marido y de repente veo que tiene al niño en brazos, ya ha nacido..." "Doy a luz y no siento ningún dolor, no me doy cuenta."

"Salía a hacer unas compras y dejé al niño con mi suegra; al volver a casa me lo había robado" Una pesadilla que se repite con bastante frecuencia es que alguien -muchas veces la suegra- roba al niño. "En algunos cas % señala N lana Peiro, puede tratarse de muí eres que inconscientemente sienten que ellas le robaron el hijo (el marido) a su suegra y sueñan que ella quiere vengarse."

Otro tipo de angustia que aflora en sueños de robo es la de las madres que tienen que volver a trabajar y se sienten culpables por dejar a su hijo en manos de extraños. También resultan terribles los sueños de muerte, pero en la mayoría de los casos su significado es simplemente el de cambio o ruptura con la vida anterior: la mujer deja de ser hija para convertirse en madre, se separa de su familia porque ya tiene una propia, o de sus amigos de soltera, teme que sus nuevas responsabilidades le impidan seguir trabajando...

Sin embargo, no todas las embarazadas tienen malos sueños, algunas, de hecho, no recuerdan ninguno, lo que en principio significa que viven su embarazo sin inquietud. Y también las hay que sí sueñan, y mucho, pero sólo escenas placenteras en las que se ven a sí mismas felices con su hijo y su nueva vida.

martes, 13 de marzo de 2012

Cómo elegir los cuidadores de su hijo


Dilema de esta semana es lo que sospecho es muy común - de hecho, es uno que comparto. ¿A quién le pedimos que sea el tutor de sus hijos cuando no hay elección obvia a la mano?

Jennifer y su marido acaba de tener su primer bebé, y estamos tratando de hacer lo más responsable. Han empezado a hablar acerca de quién debe hacerse cargo de su hija si algo le sucede a los dos, pero, escribe, "las conversaciones han sido revelar y estamos sobre todo en la misma página, pero no estamos más cerca de un responder ".

Madre viuda de Jennifer vive cerca, y ella va a ser un activo, día a día presencia en la vida de su bebé. De alguna manera, ella es la opción obvia, pero está cerca de 70 años y Jennifer es realista. Su madre no puede ser el mejor plan a largo plazo. ¿La gente, le pide, a veces poner en marcha un plan de etapas con diferentes personas que asumen la tutela durante una transición frente a largo plazo?

Sus suegros son los que alentó a Jennifer y su esposo para pensar en esto, y ellos también, no son la solución. Tanto Jennifer como su hermano tienen los hermanos, pero ninguno tiene o quiere tener hijos, aunque uno puede ser una posibilidad como madre soltera. La pareja tiene amigos cercanos a considerar, pero ninguno de los conjuntos vive cerca, o cerca de Jennifer y las familias de su marido. La elección de cualquiera podría decir que su hija va a perder el contacto con su familia. Además, ¿cómo elegir?

Jennifer sabe que no va a resolver su problema. Su esperanza es escuchar cómo otros optaron por guardianes, y tomar desde allí. ¿Algún consejo para Jennifer, o historias que compartir? Todos sabemos que debemos elegir a los tutores de nuestros hijos. Pero, ¿cuántos de nosotros tenemos, y cómo?

martes, 6 de marzo de 2012

Las discusiones de los padres

En casa de Pablo, el pan era tabú, mientra en la familia de Adriana  uno comía cómo y cuándo quería; la madre de Miguel llevaba a los chicos todos los días a la plaza, la de Cristina sólo permitía las salidas como premio... Cada pareja llega a la paternidad con su propia infancia a cuestas, queriendo transmitir a los hijos o lo mismo que ha vivido o bien todo lo contrario.

Las opiniones de la gente son distintas
"Las diferencias de opinión de los padres, enseñan a los chicos que no existe una sola verdad inamovible, sino varias verdades."

Fuera de casa, en el jardín y en el colegio, los niños tendrán que adaptarse a la manera de ser de muchas personas diferentes. Por eso no es bueno ni realista que experimenten a los padres como si fuera un solo bloque en vez de las dos personas distintas que en realidad son. Mamá soporta el ruido mejor que papá, mientras que a mamá la saca de quicio tropezar con algún juguete olvidado en el pasillo. ¿Y qué? Cuanto antes se adapten los pequeños a estas diferencias personales, mucho mejor.

Incluso puede resultar fructífero para los chicos presenciar las discusiones de los padres. "No es bueno que coman tanto chocolate. Van a tener caries", dice el padre.

"No comen tanto -argumenta la madre-, cuando quieren algo dulce, casi siempre les doy fruta. Y, además, ellos ya saben que deben lavarse los dientes después de comer golosinas." "Bueno, si es así..."

lunes, 27 de febrero de 2012

Cuando se va el amigo imaginario


Y así como llegó, un día, el amigo imaginario se irá. Sin contestar preguntas, sin despedidas que hagan cruenta la partida; sólo sosteniendo que "lo esencial es invisible a los ojos", el Príncipito del cuento partirá. Su amigo ya puede soportarse solo, ya puede andar caminos con sus propias piernas y decir palabras con su propia voz.

Con el tiempo, él habrá olvidado su nombre, tal vez su rostro y el color de sus ojos, tan iguales a los suyos. Sin embargo, en algún lugar de su  "adentro", quedará la tibieza solidaria de su compañía, que le permitió seguir creciendo y hacerle más fácil ese proceso. Entonces, tal vez descubra que no se ha ido para siempre sino que, vigilante, sigue cuidando su sueño y él el suyo.

domingo, 19 de febrero de 2012

Frases que generan conflictos domésticos

Una observación profunda nos permitiría determinar el motivo por el cual las cosas en casa funcionan mal. pero, ¿quién puede dominar tan a fondo sus propias necesidades y sentimientos como para proceder sin más trámite a cambios radicales de conducta? En realidad, jamás renunciamos del todo a la irracionalidad que nos hacía gritar cuando teníamos cinco años esta muñeca es mía, aunque la muñeca fuese un despojo y ya fuera desechada mucho tiempo atrás.

Pero analicemos estas frases que suelen ser parte de nuestra cotidianidad y muy comunes en el trato con los chicos; ésas que nos hacen creer que lo tenemos todo bajo control.

• Es necesario que aprendas a compartir.
• Vas a ver cuando venga papá.
• Con la edad vas a darte cuenta de lo malo que fuiste hoy.
• Tenes que traer eso porque fuiste el que lo llevó.
• Dije que lo trajeras ahora mismo; después de todo, ésta es mi casa y la de papá.
• No te vas a mover de tu cuarto hasta que no...

Con estas y otras frases controladoras alejamos nuestro temor a lo imprevisto o irreversible. Sí todo el mundo en casa hace la cosas que deseamos, nos parece que el peligro queda lejos. Y es así como nos negamos a tomar conciencia de que cuando todo parece completísimo se deja de crecer. Sin las pequeñas disputas domésticas, los niños crecen demasiado apegados a sus padres y se asfixian. Porque pelear es defender la identidad y separarse de la familia es doloroso, pero hay que ir preparándose para eso.

sábado, 11 de febrero de 2012

ARROJA LA COMIDA AL SUELO


Habitualmente: los padres lo acusan de desobediente y caprichoso.

Convendría: reconocer que está tomando iniciativas propias y que poco cuesta limpiar algo más.

jueves, 9 de febrero de 2012

El juego y el rendimiento escolar


Casi por defínición, el juego es una actividad generadora de placer. Las distintas teorías psicopedagógicas se han hecho eco de esta regla básica y lo han incorporado en sus diferentes formas para la ayuda de distintos problemas de aprendizaje, de comportamiento o de relación con los demás y por supuesto, también es muy utilizado para revertir los problemas de falta de atención. Así, se logra captar el interés de los pequeños y al mismo tiempo, mejorar alguna habilidad específica.

Por ejemplo, además de mejorar su motricidad, su memoria visual o superar sus dificultades para la matemática, podrá adquirir algunas actitudes básicas para el aprendizaje como.ser: el respeto por las reglas y consignas pautadas y la aceptación de sus errores. Para la elección de una actividad adecuada y personalizada, deben tenerse en cuenta algunos de estos consejos:

Debe coincidir con los gustos personales de cada uno. Por eso, resulta fundamental saber qué cosas le interesan.

Apoyarse especialmente en sus puntos fuertes y no en sus errores. Por ejemplo, si el chico presenta enormes dificultades para permanecer mucho tiempo sentado, es inútil intentar que de un momento a otro se muestre dispuesto a armar un rompecabezas de muchas piezas.

Mostrarle varias opciones y dejar que decida cuál prefiere. De esta forma, se entusiasmará con esa actividad.

martes, 7 de febrero de 2012

SE NIEGA A DORMIR


SE NIEGA A DORMIR
Habitualmente: lo acusan y le hacen reproches.

Convendría: mantenerlo despierto lo más posible durante el día y aceptar el propio cansancio como una circunstancia pasajera. Si es mayor de cinco años es necesario averiguar por qué está tan inquieto, siempre con paciencia, pero con firmeza.

sábado, 4 de febrero de 2012

Ayuda profesional en la etapa escolar

La ayuda profesional se vuelve indispensable en los casos en que el aprendizaje del chico se encuentra interferido, tiene graves problemas en el colegio, no alcanza los objetivos mínimos de evaluación y los padres o la maestra se dan cuenta de que ellos solos no pueden cambiar el orden de las cosas.

El pediatra, la psicopedagoga, los padres, la maestra recuperadora, la maestra de grado o una psicóloga especializada en niños juegan diferentes roles según cada caso particular y las necesidades del pequeño en cuestión. El primer paso es descubrir la raíz del problema.

El adulto debe preguntarse cuál es la causa de las distracciones cotidianas, qué cambios han ocurrido en esa familia y por qué ha surgido esa actitud como emergente. Las respuestas obtenidas darán las pautas para idear una solución interdisciplinaria adecuada. Esta debe apoyarse en los puntos fuertes del chico y evitar recalcar aquellas dificultades o aspectos flojos. Para esto, conviene que los distintos profesionales adopten un mismo criterio de trabajo, realicen consultas entre ellos o que estén en contacto permanente. Así, se evitará generar en el niño un mayor grado de desorden y una mayor confusión, justo en un momento en que necesita más que nunca la contención y el afecto de los demás.

Los padres tienen una participación especial en este proceso. Las exigencias excesivas, la presión para que pase de grado o que obtenga un desempeño destacado pueden ser bastante perjudiciales para los pequeños.

jueves, 2 de febrero de 2012

Compartir la mesa familiar


NO QUIERE COMPARTIR LA MESA FAMILIAR

Habitualmente: la mesa se convierte en un campo de Marte. El chico termina comiendo en ella, pero de mala gana.

Convendría: alimentarlo a la hora que pretende y proceder a una adaptación gradual.

lunes, 30 de enero de 2012

Hiperactividad, retraimiento o agresividad en el colegio


Los padres, los maestros o las personas a cargo del cuidado de los chicos deben estar atentos a su estado de ánimo y a los cambios en la forma de actuar. Es más que sabido que no todos los chicos, obviamente tampoco los adultos, reaccionan de la misma manera ni demuestran qué les está pasando según un patrón único e inmutable. Las distracciones vienen acompañadas de otras conductas que también deben ser tenidas muy en cuenta a la hora de determinar las causas y de encarar la solución más viable. Estas son algunas de ellas:

Hiperactividad. Son incapaces de quedarse quietos, hablan en clase, hacen chistes todo el tiempo, molestan a los compañeros y en todo momento, tratan de sobresalir o de acaparar la atención de todo el grupo. Las quejas por parte de los docentes se deben a que con frecuencia distraen a los demás y provocan una situación de "caos" generalizado dentro del aula.

Agresividad. Es frecuente que se dé en chicos hiperactivos o muy inquietos. Los demás compañeros suelen dejarlo de lado, no integrarlo en los distintos grupos de estudio o para realizar actividades específicas. Esto genera una terrible situación de frustración y de angustia que en definitiva agrava el problema y se transforma en un círculo vicioso.

Retraimiento. Se trata de chicos con una actitud absolutamente pasiva. En la clase, jamás levantan la mano para participar, no se los escucha hablar, casi no tienen amigos y les cuesta integrarse con los demás. En la casa, también se comportan de la misma manera. El problema es que muchas veces pasan totalmente "desapercibidos" y los demás no se dan cuenta que algo les está pasando. Los padres y los maestros, solos o con la ayuda de un profesional, deben intentar descubrir las causas de este comportamiento, tratar de revertir su timidez y de inculcarles mayor confianza y seguridad en sí mismos.

miércoles, 25 de enero de 2012

Causas de fracaso escolar

Los esfuerzos para que, de una vez por todas, pongan "los pies sobre la tierra" suelen dar sus frutos y contrarrestar en forma definitiva la constante apatía. El primer paso es detectar por qué el chico no atiende o no presta atención en clase. A partir de ahí puede iniciarse un tratamiento. Las distracciones permanentes o la falta de concentración remiten en la mayoría de los casos a otros problemas que hasta el momento se encontraban "camuflados" o imposibles de detectar.

Estas cuestiones pueden ser:


• Internas u orgánicas. Este tipo de inconvenientes suele detectarse ya desde el nivel inicial, el antiguo jardín de infantes, o durante los primeros años de la educación general básica o escuela primaria. La maestra, como los padres, el pediatra o algún adulto o familiar que esté en contacto permanente con el chico son quienes, en la mayoría de los casos, descubren el problema. Este puede deberse a:

• Trastornos neurológicos. Uno de los más comunes es el "síndrome disatencional con hiperactividad", que tiene que ver con una disfunción cerebral mínima y totalmente controlable. El médico especialista en neuropediatría junto con el pediatra podrán detectarlo a través de un electroencefalograma o algún otro estudio indicado especialmente.

• Problemas auditivos o visuales: La imposibilidad de escuchar con claridad a la maestra o de leer sin esfuerzo lo escrito en el pizarrón pueden hacer que el chico se aburra, que pierda el hilo de la clase o que no pueda seguir el ritmo del resto del aula. Estos problemas suelen detectarse a los 4 ó 5 años o durante los primeros grados, cuando el chico comienza con la lectoescritura.

• Externas o emocionales. A diferencia de los problemas internos u orgánicos que suelen saltar a la vista durante la primera etapa de escolarización. en el nivel inicial o durante los primeros grados, la falta de atención debido a cuestiones emocionales aparece a cualquier edad y está muy relacionada con hechos o situaciones puntales que el chico o la familia completa estén pasando en un momento determinado, como por ejemplo:
Muerte o enfermedad de un familiar u otra persona muy allegada

• Divorcio de los padres
  
• Enfermedad de un familiar

•  Formación de una nueva pareja de uno de los padres

• Nacimiento de un hermano

• Mudanza

• Cambio de colegio

• Problemas económicos en la casa

•  Pérdida del trabajo del padre o madre


• Falta de comunicación o de entendimiento con la maestra


• Mala relación o falta de entendimiento con el resto de sus compañeros


No hay dudas que, las crecientes dificultades en el ámbito del trabajo así como también las nuevas formas de relaciones familiares, propias de las llamadas familias ensambladas, repercuten en muchos casos en el estado de ánimo de los más pequeños. "Es muy común que los chicos estén enterados por completo que al padre lo están por echar del trabajo o de la situación económica que atraviesa la familia y que ante esto se sientan indefectiblemente con la 'cabeza en otro lado. Los cambios repentinos en la forma de ser o de comportarse, la baja abrupta en el rendimiento escolar o la falta de integración con el resto del grupo son señales de alarma que deben ser tenidas muy en cuenta.

lunes, 23 de enero de 2012

Enfrentamientos con los niños de la casa

Es de un modo semejante al descripto en publicaciones anteriores que se dan las cosas entre los chicos. Supongamos que Claudio y Valentín están jugando al ludo; si Valentín gana es probable que Claudio, frustrado, haga saltar el tablero y grite; Sí, ganaste, pero fue porque éste es un juego para bebés y no para chicos grandes como yo, que tienen el cerebro para juegos más importantes. En este caso, Claudio salva su prestigio haciendo pasar a su hermano por chiquitín.

A veces los enfrentamientos comienzan con propuestas simpáticas para influir sobre el otro. Tal vez mamá prometa una recompensa para que su hijo acepte sus pautas, pero luego estas sugerencias positivas son paulatinamente reemplazadas por la coerción. Se empieza con un si levantas la mesa todas las noches te voy a comprar ese juego que tanto te gusta, para pasar a un si no levantas la mesa todas las noches no te voy a dejar salir a la calle en tres meses. 
 
Casi imperceptiblemente se pasa en forma gradual al intercambio de palabras de las que nadie puede desdecirse luego. En momentos de agitación, cuando no estamos de acuerdo con una persona, nuestras respuestas tienen un fuerte tono de furia.

sábado, 21 de enero de 2012

Reconocer problemas de atención en el colegio

La falta de atención entre los pequeños que recién comienzan el colegio o entre quienes ya están promediando el ciclo escolar, es uno de los problemas más comentados de los últimos tiempos entre los especialistas en la problemática educativa, los docentes, los padres o los adultos encargados del cuidado de los chicos. Los maestros admiten que resulta cada vez más habitual la actitud de estar "con la cabeza en otra cosa". Aunque esto en algunos casos puede tratarse de una actitud efímera y de ninguna manera, preocupante, existen algunas "pistas inconfundibles" que indican que el problema ha pasado a mayores.

Es normal que el chico se distraiga y no preste atención cuando una actividad no le interesa. El problema surge cuando su aprendizaje se encuentra comprometido o trabado. Estos son algunos de los "síntomas claves":

• No pueden terminar ninguna tarea
• Nada los satisface
• Se aburren con cualquier actividad
• No pueden planificar ni organizar un trabajo o ejercicio
• No respetan las consignas de las tareas
• Tienen problemas de integración o de relación con los demás
• Se aislan de los compañeros Su aprendizaje está estancado

jueves, 19 de enero de 2012

Peleas domésticas

Casi todas las reyertas familiares empiezan sin que los contrincantes adviertan que se están peleando. Cada uno desea algo, alcanzar un objetivo que tiene en mente y le parece el más acertado, en tanto que la otra persona simboliza un obstáculo fastidioso. Supongamos que mamá, por ejemplo, está lavando los platos y papa repara un cable de luz; en ese preciso momento suena el teléfono. Mamá pega un grito pidiendo que papá vaya a atender, pero papá responde que no puede hacerlo porque tiene que completar con la luz del día el trabajo que está haciendo.

¿Cómo es posible que jamás pueda contar con tu ayuda cuando la necesito?, refunfuña mamá. Y este minidiálogo basta para que la pareja se vea envuelta en una discusión donde cada uno evalúa la consideración que recibe del otro y lo poco que importan sus propias necesidades. En este caso, cada uno estará insistiendo en forma encubierta para conservar el poder en sus manos; un psicólogo diría que sus frágiles egos buscan la manera de parecer invulnerables.

martes, 17 de enero de 2012

Falta de atención en la escuela

La falta de atención durante la etapa escolar suele "descolocar" tanto a padres como a maestros. Sepa cómo enfrentar la situación.

No existe un día en que la pila de cuentas de multiplicar no quede a mitad de camino; los problemas de matemática no duerman inconclusos o que la mayoría de los ejercicios de lengua no pasen de largo. Jamás llegan a copiar sin errores las consignas del pizarrón ni logran seguir al pie de la letra las palabras de la maestra. Los cuadernos y las carpetas delatan en cada una de sus páginas "baches" o "lagunas" indescifrables e imposibles de "salvar". Las explicaciones en clase quedan en la nada.

Las malas notas, el abrupto descenso en el rendimiento, los repentinos olvidos de los materiales de estudio o de las tareas encomendadas y hasta los problemas para relacionarse con el grupo o las peleas con los compañeros no dejan ninguna duda que "algo" está ocurriendo. En un primer instante, la situación pasa por alto hasta que las dificultades van aumentando y la escena se vuelve constante. Los padres, los maestros o los adultos en general no saben para dónde "disparar", se sienten abatidos y no encuentran la fórmula mágica para que el chico "baje a la tierra ", aunque más no sea por un rato.

viernes, 30 de diciembre de 2011

Cómo ser chicos populares


¿Demasiadas cualidades? Es posible, pero no necesariamente hay que poseerlas todas ni convertirse en el líder de todos los grupos. Sin embargo, es importante que los padres las conozcan, porque puede darse el caso de que tengan que aconsejar a sus hijos si los ven muy desorientados en sus relaciones.

Claro esta que en estos asuntos hay que ser discreto y tener mucho tacto, porque el chico debe ser el protagonista de su vida social, especialmente en la adolescencia, y no es bueno estar encima sobreprotegiendolo y dirigiendo su conducta. Necesitan autonomía y la sobreprotección es otra característica que se da en muchos chicos impopulares y rechazados. Pero no olvidemos lo que hemos dicho sobre que un buen clima familiar favorece que los hijos aprendan el modo de ser aceptados entre sus amigos.

Una característica frecuente de los chicos populares es que suelen tener padres que los apoyan y los ayudan en todo. Si nuestro hijo tiene muy poco contacto con los de su edad, quizá valga la pena hablar con él, explicarle qué cosas irritan a los otros y sugerirle como ser agradable, qué temas de conversación pueden interesar a los demás, etc.

En ciertos casos, un discreto cambio de impresiones con su maestra o profesores, que a veces tiene resortes para influir en la vida social de b dase, puede ser de mucha ayuda.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Las preguntas sobre sexualidad

Todas las preguntas tienen respuesta

Es fundamental contestar siempre a sus preguntas. Irse por la tangente o eludir el tema es defraudarlos y coartar su natural curiosidad. Debemos responder la verdad, explicar las cosas de una forma clara, natural, cargada de sentido común. Evitar los razonamientos complicados, los tecnicismos y el obsesionarnos por dar una respuesta muy precisa. Respondamos de modo natural y ayudándonos de pequeñas comparaciones y ejemplos.

El niño no siempre podrá entendernos, pero esto no es tan grave. Lo que importa es que sepa que las preguntas tienen respuestas. Nuestra misión es responder a las cuestiones más complicadas de la forma más espontánea posible, de la misma manera que se contesta a cualquier otro interrogante que planteen.

En el mercado existen buenos libros dedicados a los niños, con ilustraciones y explicaciones sencillas, que son excelentes auxiliares de los papis en este tipo de información. Y una regla de oro: adaptar la respuesta a la mentalidad de cada chico, no dando más explicaciones si queda satisfecho. No ir nunca más allá de lo que su curiosidad pide. Tan malo es quedarse corto como excederse y dar una explicación que no entienden o no viene al caso. Y, sobre todo, hay que hablarles del sexo honestamente, explicando sus peligros para que puedan defenderse. El sexo es un valor y no hay que relacionarlo con temas negativos, ya que se corre el riesgo de que se identifique así. Es bueno que los chicos ejerzan su sexualidad. Es una calle que tienen que aprender a cruzar, no un precipicio.

lunes, 26 de diciembre de 2011

La habilidad social de los adolescentes


¿En qué consiste la habilidad social? Antes nos referíamos a ella como un factor que facilita la popularidad de chicas y chicos entre sus iguales.  Sería más exacto hablar de un conjunto de habilidades saber solucionar conflictos entre amigos; comunicarse con ellos de una forma amistosa, sensible y cooperadora; pedir explicaciones ante la reacción de un compañero en lugar de responder con brusquedad; adaptarse al funcionamiento de un grupo cuando se pretende formar parte de el...

Aún podríamos elaborar un listado más detallado de las características que hacen que un chico sea popular entre sus compañeros: saber restar importancia a los conflictos, ser bueno organizando juegos y actividades en general, saber escuchar, tener sentido del humor, hacer cumplidos...

Entre las cualidades que se buscan en un amigo también están el que sea alegre y simpático, que no sea mandón, que comparta sus cosas, que dé la cara por los amigos, que no cambie bruscamente de humor de un día a otro...

sábado, 24 de diciembre de 2011

La sexualidad con naturalidad


Naturalidad; es un tema más en el marco de la educación global

Si de los siete a los once años es la etapa de lo biológico, a partir de esta edad se entra en la fase de lo social. Puede hablarse ya a los hijos sobre prostitución, homosexualidad y pornografía. Pero, sobre todo, debemos hablarles de los desequilibrios hormonales que van a experimentar y cómo eso va a afectarles.

Lo más importante es que, en todos los casos y a todas las edades, a la hora de hablar de sexo con los hijos lo hagamos con naturalidad, contestando a sus dudas siempre de una forma adecuada al desarrollo intelectual y emocional de cada niño, en el marco de su educación global y anticipándonos, esto es, dándoles una verdadera orientación.

Hay momentos clave en los que los chicos tienen que recibir información. Para eso no debemos sentarnos y darles una charla, en plan educativo, sino aprovechar cualquier oportunidad, al hilo de un aviso, de una situación, un chiste, etc.

jueves, 22 de diciembre de 2011

La familia de los chicos populares


¿Influye la familia en caer mal o bien? Es importante saber que las buenas relaciones familiares establecen una sólida base para que los hijos consigan desenvolverse bien en las relaciones con sus iguales.

Cuando en casa existe un cálido apoyo afectivo, cuando las normas se acompañan de la correspondiente explicación y además se enseñan las fórmulas de cortesía y la consideración hacia los demás -sin caer en el extremo-, los chicos encuentran mejor comunicación y aceptación entre los amigos.

En cambio, un estilo educativo despótico y un ambiente tenso se encuentran más frecuentemente en los hogares de los chicos que cosechan  rechazo entre los compañeros.

martes, 20 de diciembre de 2011

Hablar con los hijos sobre sexualidad


Siempre hay que adelantarse al desarrollo del niño. Antes de que cumplan los once años, hacia los nueve o los diez, tienen que estar informados a la perfección de todo, sin esperar a que la nena tenga la primera menstruación o el varón su primera eyaculación. Según algunos expertos, para entonces ya tienen que conocer todos los riesgos y ventajas del sexo. Por lo tanto, deberíamos hablar con ellos antes y en forma clara, y no una sola vez, sino varias.

Ya bien avanzada la pubertad, conviene insistirles bastante sobre los anticonceptivos.

Según el caso en cada familia no habría por qué respetar su posible pudor con respecto a determinados temas. Pero que sepan acerca de la anticoncepción es importante, ya que esto contribuirá a educarlos para una maternidad y paternidad responsables. Es conveniente conversar sobre todas las cuestiones de la vida sexual.

Los padres deben tener en cuenta que, a partir de los once años, los chicos ya no son tan receptivos a lo que les digamos. A esa edad ya tiene más peso el grupo de amigos que la familia, por eso todo esto hay que hacerlo antes. Es importante que en esta etapa, de siete a once años, el niño conozca los riesgos del sexo, igual que conoce el peligro de cruzar una calle.

domingo, 18 de diciembre de 2011

Adolescentes populares


Todos los padres desearían que su hija o hijo disfrutara de un buen nivel de aceptación social entre sus iguales. Cómo ayudarlo a eso, sin embargo, es un terreno resbaladizo en el que no siempre resulta fácil incursionar. Un buen modo de no equivocarse es desechar la falsa impresión de que el éxito social depende de una especie de arrogancia chic. Al contrario, la base más sólida para ser querido y aceptado reside en la capacidad para sintonizar emocionalmente con los demás. Se trata de desarrollar la empatia o, por utilizar una expresión de moda, de cultivar eso que llaman la inteligencia emocional.

Las verdaderas cualidades que determinan el éxito social de una chica o un chico son la alegría y el buen carácter, pero sobre todo la sensibilidad ante los deseos y necesidades de los otros, y una cierta confianza en sus recursos, ya que les da seguridad.

Por ejemplo, hay un camino mejor para lograr aceptación que seguir senilmente a los líderes o estrellas de la clase, y consiste en ponerse del lado de los débiles.

Si nuestro hijo es testigo de que un compañero es marginado, maltratado o recibe burlas por parte de otros, animémoslo a ayudarlo, a ser amable con el a darle una mano para salir de su situación (denunciándola a los adultos si es preciso y hagámoslo sentirse orgulloso por eso.

viernes, 16 de diciembre de 2011

Educación sexual a los 7 años


A partir de los siete años: información científica y exhaustiva

Desde muy pequeños los niños deben conocer ya los nombres correctos de sus órganos sexuales y recibir una respuesta clara a todas sus preguntas, aunque ya hemos dicho que no son necesarias explicaciones complicadas ni demasiado detalladas. A un niño pequeño le basta con saber que el hecho de que su pene se ponga para arriba es algo que a veces hace el cuerpo naturalmente, como cuando la piel se pone 'de gallina. 

Cuando crezca más, se le podrá hablar del papel que cumple la erección para posibilitar el acto sexual, algo, por cierto, facilísimo de entender." Para eso, hay que ir preparándose a partir de los siete años, edad en la que los chicos atraviesan otra etapa fundamental en su aprendizaje sexual.

A partir de los siete, entran en la fase que los sexólogos denominan como racionamiento científico, que llega hasta los once años; es la edad del aprendizaje, por eso los padres deben utilizar un lenguaje correcto y ofrecer una información amplia, expresándose correctamente. Hay que hablar de óvulos y espermatozoides, y avanzar, todo el tema de la reproducción, anticoncepción y enfermedades de transmisión sexual.


miércoles, 14 de diciembre de 2011

Los chicos quieren ser protagonistas


La madre de Camila le preguntó un día a su hija por qué nunca invitaba a casa a ninguna compañera del colegio. De pronto Camila se deshizo en llanto y declaró que nadie quería hablar ni salir con ella.

Ser admitido entre los compañeros, tener un lugar en el grupo, es muy importante en la pubertad. Si los amigos para un niño son siempre fundamentales, en la adolescencia las amistades llegan a ser más cercanas e intensas que en ninguna otra época de la vida. Es normal, por lo tanto, que el asunto ocupe un lugar preferente entre las preocupaciones de las chicas y chicos de esta edad.

¿Qué les confiere popularidad? Se han realizado diversos estudios sobre cuáles son las cualidades que hacen a los adolescentes populares entre sus compañeros. En las chicas ocupan un lugar destacado la belleza física, usar una ropa atractiva, ser socialmente habilidosas y atraer a los chicos.

El éxito académico, en cambio, no parece contar mucho a esta edad (aunque sí importará más adelante). En cuanto a los varones, los rasgos más apreciados son, al parecer, la habilidad atlética, la masculinidad y, nuevamente, la habilidad social (sobre qué es esta misteriosa facultad volveremos más tarde). Y en ambos sexos parece importante tener ciertas posesiones materiales, como la computadora y los juegos electrónicos.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Explicar a un niño el embarazo


Para explicar el embarazo, por ejemplo, se puede decir que la semilla es tan chiquita que tiene que estar protegida dentro de la mamá hasta que se haga grande. Puede ser que el niño  quede satisfecho con la respuesta, pero puede ser que quiera saber más: "Sí, pero, ¿cómo se metió en la panza?".

Para los más chiquitos basta con la explicación de que los niños se forman allí porque papá y mamá se quieren, se ponen muy juntos y se besan y se abrazan. También es importante decirles que los bebés vienen porque se los desea.  Normalmente ni piden ni necesitan saber más.

No hay que extralimitarse ni quedarse corto.

Cuando vayan siendo algo más grandes, habrá que ir ampliando el contenido informativo de nuestras respuestas, siguiendo la regla de oro de que no hay que quedarse corto ni excederse, es decir: responder siempre abierta y claramente a sus preguntas, pero no ir más allá de lo que su curiosidad nos pide.

Por ejemplo, si es un niño de cinco o seis años el que hace la pregunta "¿Y cómo entra la semilla?", típica en esta edad, es el momento de explicar que el pene de papá es como un tubo que entra en la vagina, el hueco que tiene la mamá. Hay que dar explicaciones muy reales y muy ajustadas, sin darle más vueltas ni más importancia. Con frecuencia los padres tienden a envolver toda esta historia de amor, pasión y magia: Papá y yo nos queríamos tanto...', y es que, inconscientemente, se relaciona el sexo con algo malo y, por eso, se envuelve en amor y pasión, que se consideran valores positivos. Quizá sea mejor explicar estos temas de manera más racional.

sábado, 10 de diciembre de 2011

Visitas periódicas al dentista


Conviene llevar el niño al dentista cada seis meses, a partir de los tres años, ya que en esta edad puede iniciarse la aparición de la caries. El momento oportuno para curar una caries es aquel en el que su cavidad aún es diminuta, y de este modo se salvan las piezas y se impiden las complicaciones, tales como abscesos y granulomas.

Aunque el pequeño no sufra caries, es conveniente llevarlo de vez en cuando al dentista para que revise su boca y con ello evite posibles enfermedades. Además, el control odontológico de seguridad acostumbrará al niño a no temer al dentista, de modo que, si se presenta el caso, se comportará bien y las curas podrán ser efectuadas a fondo, y no de un modo aproximado y rápido como ocurre cuando el niño está aterrorizado.

Muchas veces creen los padres que no debe preocupar la caries de los dientes de leche, puesto que al fin y al cabo éstos serán sustituidos por los definitivos. Esto es un grave error. Un diente cariado, además de poder causar molestias al pequeño, es capaz de provocar una infección que se propague al diente que crece debajo y a veces incluso al hueso maxilar. Por otra parte, si se llega hasta el punto de tener que extraer el diente cariado, la herida causa la formación de un espacio hueco que tal vez obligue a las piezas vecinas a crecer en una posición anómala, limitando con ello el espacio disponible para el diente definitivo cuando éste brote de la encía.

En cuanto a la cronología de aparición de los dientes de leche, hay que tener en cuenta que puede presentar variaciones: algún retardo, nacimiento primero del incisivo medio superior que los inferiores, etc.

Estas pequeñas irregularidades no pueden ser interpretadas como un signo de enfermedad. Tan sólo en el caso de un retardo muy acentuado o de una aparición muy precoz, debe consultarse al médico.